Aunque a veces cuesta creerlo, esas medidas conservadoras son con frecuencia las más eficaces y, sobre todo, evitan las posibles complicaciones de una medicación crónica.
Es posible que la reducción de sal y la pérdida de peso no sea suficiente en muchos casos, pero al menos consigue bajar los niveles de forma parcial y permite que la cantidad de medicación no sea tan alta como sin hacer ese paso previo.