Reproduccion asistida. Consideraciones Eticas.
Autor: Blanca Martinez Abadia | Publicado:  31/01/2011 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria , Ginecologia y Obstetricia | |
Reproduccion asistida. Consideraciones Eticas .1

Reproducción asistida. Consideraciones Éticas.

Blanca Martinez Abadia. DUE. Profesora Universidad San Jorge
Cristina Sanz Romero. DUE
Enrique Ramón Arbués. Enfermero Especialista en Obstetricia y Ginecología (Matrona). Profesor Universidad San Jorge
Carmen González López. DUE
Emmanuel Echaniz Serrano. DUE. Profesor Universidad San Jorge

RESUMEN

Los modernos avances científicos y tecnológicos, y en especial en los campos de la Biomedicina y Biotecnología, han posibilitado el desarrollo y utilización de técnicas de reproducción alternativas a la esterilidad de la pareja humana. Algunas de estas alternativas conocidas como Técnicas de Reproducción Asistida o Artificial eran inimaginables hasta hace poco tiempo, y quizás ese hecho provoca cierta controversia en la comprensión de este fenómeno. Por todo ello este trabajo tiene por objetivo hacer una reflexión de carácter ético acerca de las técnicas de reproducción asistida en la consecución del embarazo.

Palabras clave: Bioética, Técnicas Reproductivas, Inseminación Artificial Heteróloga, Inseminación Artificial Homóloga, Fertilización In Vitro.

ABSTRACT

The modern scientific and technological advances, especially in the fields of Biomedicine and Biotechnology, have enabled the development and use of alternative reproductive techniques to the sterility of married couples. Some of these alternatives known as Assisted Reproduction and Artificial unimaginable until recently, and perhaps this fact causes some controversy in the understanding of this phenomenon. Therefore this paper aims to reflect ethical concerns about assisted reproduction techniques in achieving pregnancy.

Keywords: Bioethics; Reproductive Techniques; Insemination, Artificial, Heterologous; Insemination, Artificial, Homologous; Fertilization in Vitro.


La concepción es un proceso complejo y muchos eventos tienen que desarrollarse con regularidad para que se verifique el embarazo. Por lo tanto no es sorprendente que un porcentaje de parejas que desean tener hijos (15-20%) tengan dificultad para ello. Se considera la infertilidad como una dolencia crónica, incurable muchas veces en sus causas pero controlable en sus efectos.

Diversos factores asociados con los cambios socioculturales han repercutido en un aumento de la infertilidad conyugal. Entre ellos cabe destacar:

• El estilo de vida acompañado de situaciones de estrés de ambos cónyuges, con la incorporación de la mujer al mercado laboral.
• El aumento de las enfermedades de transmisión sexual, de las ya conocidas que han sufrido brotes de recrudecimiento pero, a expensas, sobre todo, de nuevos procesos virales, (citomegalovirus, virus del papiloma humano, virus del herpes simple, HIV)
• El efecto secundario de los anticonceptivos, reacciones endometriales e incluso miometriales a los dispositivos uterinos, complicaciones de abortos y legrados subsiguientes.
• Por ultimo, el retraso de la edad de los cónyuges, especialmente de la mujer, para la primera gestación.

Ante esta situación el tratamiento médico puede ser farmacológico o quirúrgico, dirigido este último a la desobstrucción de las trompas y el farmacológico a tratar el inadecuado proceso ovulatorio en la mujer y la mejoría en el número y en la calidad de los espermatozoides, en el hombre.

Hay un número bastante consistente de alteraciones (alrededor del 5% de las parejas deseosas de tener hijos) para los que los fármacos y la cirugía son insuficientes. Por esto han sido elaboradas en los últimos decenios, una serie de técnicas con el fin de facilitar o de obtener el encuentro entre el óvulo y el espermatozoide. Son las denominaciones técnicas de la reproducción asistida (TRA). A continuación se exponen someramente algunas ideas fundamentales en la conceptualización de estas técnicas1,2,3,4:

• Técnicas de Reproducción Asistida (TRA). Conjunto de actuaciones médicas que permiten la manipulación de los elementos reproductores humanos -células germinales, espermatozoides, óvulos y embriones- para conseguir un embarazo cuando éste no se puede producir de forma natural. Los procedimientos más habituales son: la Inseminación Artificial (IA), la Fecundación in Vitro (FIV) y la Transferencia de Embriones (FIVTE). Pueden ser homologas (cuando son utilizados los gametos de la misma pareja) o heterólogas (cuando son utilizados gametos de uno o ambos, o de donantes, o el útero, extraño a la pareja).
• Inseminación Artificial (IA). Depósito de espermatozoides en el tracto genital femenino. .
• Fecundación In Vitro (FIV). Técnicas de laboratorio a través de las cuales se realiza la unión del óvulo y del espermatozoide.
• Congelación de embriones. Los embriones sobrantes en una FIV, o sea aquellos que no han sido transferidos al útero, han de ser congelados durante un término máximo de 5 años, según la Ley de reproducción asistida española.
• Normas éticas. Son las que dirigen la actividad humana en orden al bien. Suponen y exigen el uso de la libertad. Abarcan los diferentes estratos de la persona: su vida, su relación con un ser absoluto y su relación con las demás personas.

La utilización de cualquier Técnica de Reproducción Asistida (TRA) introduce modificaciones muy importantes en la configuración de las funciones parentales. Ser padre y ser madre con intervención de reproducción implica, entre otras cosas, la inevitable condición de conseguirlo sin relaciones sexuales y, también, de requerir la presencia de los profesionales que las realizan; incluso, muchas veces; es necesaria la participación de donantes anónimos.

Si el ejercicio de la parentalidad puede ser programado y escogido, prescindiendo del deseo y de la diferencia de sexos, no podemos dejar de destacar las posibles relaciones de parentesco, especialmente si hay donantes y madres portadoras. Surgen nuevas formas de parentesco e incluso de filiación, como, por ejemplo, parentescos biológicos múltiples (madre portadora, madre biológica, madre genética, madre social, padre genético, padre social) que sin duda transforman la configuración familiar tradicional.

Las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) prometen beneficios para la humanidad y, específicamente para parejas infértiles la satisfacción de ser madres y padres, pero suscitan una serie de interrogantes científicos y, especialmente, éticos y sociales.

Lo realmente importante en un análisis ético de las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA) es si conlleva una implicación inapropiada de las personas, si niega el bienestar espiritual o psíquico de las personas o la relación entre esposa y esposo. Dicho de otra forma los limites de “co-creación” o cooperación emergen en el punto donde la acción propuesta distorsionaría o negaría el bien que se busca.

La valoración ética de las técnicas de reproducción asistida depende mucho de los valores religiosos y antropológicos, presentes o no, a la hora de juzgar la aceptación de las mismas. A la pregunta: ¿le es lícito a la ciencia y la técnica hacer todo lo que tiene capacidad de hacer?, probablemente la respuesta más apropiada es que “no todo lo que desde el punto de vista científico-médico puede realizarse, es éticamente aceptable”(4,7). Es necesario con una actitud abierta y crítica, darnos la oportunidad de discernir entre el rechazo a priori de la tecnología, producto de la inteligencia humana, y su capacidad para contribuir al bienestar humano, y el abuso de la misma con finalidades distintas a la preservación de la vida, rechazando aquellas intervenciones técnicas con finalidades distintas a las reproductivas.

En nuestra opinión deben observarse las siguientes consideraciones en relación con las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA):

• Desde el punto de vista ético los embriones humanos no son cosas que deban tratarse como materias de experimentación o manipulación de ningún tipo, sobre todo con fines distintos a los de la reproducción humana.
• Deben ser tratados con la misma dignidad y respeto que se da a la vida humana.
• El respeto a la autonomía de las personas y la libertad para decidir sobre sus vidas deben ser valores supremos que una sociedad pluralista defienda hasta los últimos extremos, siempre que los comportamientos derivados de esos derechos no atenten contra los intereses y los derechos de las demás personas.
• La defensa del derecho a la vida humana en todas sus formas y manifestaciones culturales debe ser el valor que cualquier sociedad defina como valor supremo.

Respecto a las técnicas de reproducción asistida y a la ciencia médica en general, debe hacerse un gran esfuerzo por evitar determinados abusos. En este sentido, no deben ser válidas ni una actitud acrítica que nos lance “a una imparable carrera científico-técnica” que no contempla fines y medios, ni una actitud del “siempre no”. Probablemente la mejor actitud sea la del discernimiento responsable: aceptar el valor de la ciencia y de la técnica, pero sabiendo que sus realizaciones son ambivalentes en cuanto que los progresos científico-técnicos pueden ser utilizados para el bien (“humanización) o para el mal (“deshumanización”).

Éticamente las prácticas heterólogas (cuando son utilizados gametos de uno o ambos, o de donantes, o el útero, extraño a la pareja) presentan una mayor controversia. De hecho, nos pueden surgir las siguientes incógnitas:


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