El cancer y los plexos nerviosos
Autor: Dr. P. García Férriz | Publicado:  16/05/2011 | Oncologia , Articulos , Imagenes de Oncologia , Imagenes | |
El cancer y los plexos nerviosos .2

Como ya hemos referido, en el músculo cardiaco la electricidad se inicia en el plexo subaórtico; en el diafragma, la electricidad llega a través de los plexos periarteriales de los nervios frénicos y de las tres ramas (anterior, posterior y lateral) en las cuales se divide el nervio frénico poco antes de llegar al diafragma. Lo mismo sucede con la arteria mesentérica superior en la que existen los plexos prearterial y retroarterial (figura 3), de donde emergen numerosos finos nervios que conectan con el mesenterio. (1) Y este, al insertarse en el yeyuno e íleon, le provoca contracciones intestinales, pero nada más. No pueden, por su débil potencial, provocar una peligrosa excitabilidad celular.

Así pues, vemos que existe una clara y contundente semejanza entre los tres casos clínicos descritos desde el punto de vista eléctrico. Actualmente existe una hipótesis muy generalizada y aceptada de que las ondas eléctricas lentas son generadas por las células intersticiales de Cajal, localizadas entre las capas musculares, longitudinal y circular, y en la submucosa del intestino. Estas ondas lentas, como las ondas electromagnéticas de las aurículas cardiacas, son portadoras de potenciales eléctricos débiles, (5,6) por lo que resulta prácticamente imposible que se produzca tumor alguno.

Por otra parte, si las células de Cajal sólo viven seis días, (2,3) es muy raro que se produzca ninguna neoplasia. Es lógico. En este espacio de tiempo no pueden producirse las tres principales fases de que consta la formación de un neoplasma. Estas fases son: la excitabilidad de la membrana celular (fase inicial), formación tumoral (requiere tiempo) y, finalmente, la proyección (metástasis). Este largo proceso electroquímico nos hace pensar y creer firmemente en la imposibilidad de formarse ningún proceso tumoral, salvo muy rara patología, en esta región de nuestro organismo. Igual que acontece en los dos casos anteriormente descritos.

Comentario final

Siempre y en todo momento hemos procurado no sacar a la luz un trabajo de investigación de Oncología Clínica sin ir acompañado y reforzado con cuantas pruebas puedan aportarse. Éstas deben ser ordenadas en eslabones bien relacionados y sin poder romperse ninguno de ellos, de tal forma que la cadena de la que forman parte todos los eslabones se muestre fuerte y consistente. Y esta fortaleza se adquiere asegurándose de que todos los eslabones de la cadena guarden una íntima relación entre sí. No puede interponerse ninguna duda, ningún fallo.

Como los genes que tenemos en nuestras células son los mismos en todos los tejidos, estén en la célula que estén, (7) ¿por qué no quedan igualmente afectados los genes correspondientes a las células cardiacas, diafragmáticas y del yeyuno e íleon? Ateniéndonos a la teoría electroquímica, es lógico que así suceda normalmente: si hay pobreza de intensidad eléctrica (potenciales eléctricos débiles), la actividad biológica celular mantiene su normalización fisiológica de forma constante; no sufren los genes los impactos electroquímicos patológicos que con frecuencia aparecen en la mayor parte de nuestro organismo. Y si el gen no queda afectado por una patología electroquímica, nunca podrá producirse un proceso electrobioquímico. Las casuísticas mundiales nos dicen que son muy raras las formaciones tumorales en las regiones indicadas. Nosotros respondemos con el resultado de nuestras investigaciones, que aquí han quedado expuestas.

Con este trabajo que aportamos pretendemos demostrar la importancia que tienen diversos plexos nerviosos con relación a la formación de cualquier clase de cáncer. Toda parte orgánica que solamente recibe potenciales eléctricos débiles originados esencialmente en los plexos arteriales, está predestinada a no padecer de tan terrible mal, por las causas que acabamos de apuntar.

A través de PortalesMédicos.com hemos publicado diversos trabajos con sus respectivas pruebas. Y todas ellas encajan perfectamente en la misma cadena: la TEORÍA ELECTROBIOQUÍMICA.

Y nada más. Sólo pedimos que tengamos suerte.

Figuras

Figura 1. Nervios del plexo extracardiaco. Electricidad extracardiaca. 

cancer_plexos_nerviosos/nervios_plexo_extracardiaco

Del plexo subaórtico parten finos nervios que presentan durante su trayecto células ganglionares. Estos nervios, portadores de potenciales eléctricos débiles, terminan en la parte posterior de la aurícula derecha, que es precisamente donde se produce el disparo eléctrico.

Figura 2. Nervios frénicos. 

cancer_plexos_nerviosos/nervios_frenicos_diafragma

Los nervios frénicos, antes de llegar a la porción tendinosa o centro frénico del diafragma, se dividen en tres ramas: anterior, posterior y lateral. Estas ramas se extienden por su superficie. En el interior del parénquima diafragmático no existen terminaciones nerviosas motoras.

1. Nervio frénico derecho
2. Nervio frénico izquierdo
3. Plexos periarteriales
4. Rama anterior
5. Rama lateral
6. Rama posterior
7. Centro frénico derecho
8. Centro frénico izquierdo
9. Arteria pericardiofrénica


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