La integracion de funciones. La conciencia
Autor: Modesto Jesús Romero-López | Publicado:  14/07/2011 | Psicologia , Neurologia , Articulos | |
La integracion de funciones. La conciencia .1

La integración de funciones. La conciencia

Modesto Jesús Romero-López. Universidad de Huelva. Servicio de Neuropsicología y Rehabilitación, Huelva.

Resumen

En esta revisión, la conciencia se entiende como una integración de las funciones del organismo. Pasando por la dificultad en la definición y la extensa red neural, la conciencia es considerada por tres componentes: alerta, atención selectiva y contenidos mentales. Se muestran cinco modelos de la conciencia: Las contribuciones de Plum y Posner: La derivada del estudio de pacientes con diagnóstico de estado vegetativo: El sistema de la unidad cuerpo-mente: El modelo de Pribram de distribución vertical y horizontal de las funciones de conciencia: El derivado de del concepto de la muerte.

Los modelos cognitivos de procesamiento de información son muy relevantes en el desarrollo de modelos de procesamiento de redes neuronales. Estas redes neuronales están siendo estudiadas con técnicas de neuroimagen funcional. Sin embargo, la tecnología no ha resuelto el problema de la experiencia subjetiva aún. La cuestión clave sigue siendo cómo se produce esa integración.

Palabras clave: alerta, atención selectiva, conciencia, contenidos mentales.

INTEGRATING FUNCTIONS: CONSCIOUSNESS

Abstract

In this review the consciousness is understand as a integrate body functions. Turning by the difficulty in defining and the extensive neural network, the consciousness is considered by three components: alertness, selective attention and mental contents. It shows five models of consciousness: The contributions of Plum and Posner: The derivative of the study of patients diagnosed with vegetative state: The System of mind-body unity: The Pribram's model of vertical and horizontal distribution of the consciousness functions: The derivative of the concept of death. The cognitive information processing models are very important in the development of models of neural network processing. These neural networks are being studied by functional neuroimaging. However, the technology does not resolve the issue of subjective experience currently. The key issue is still being how such integration occurs.

Keywords: alertness, awareness, consciousness, mental content, selective attention.

INTRODUCCIÓN

El objeto de este trabajo es el cerebro cuya descripción bien pudiera ser la de un órgano, el cerebro humano adulto, que tiene 100 mil millones de neuronas cada una de las cuales pueden tener 10 mil conexiones. Esto resulta en 100 billones de sinapsis en un sólo cerebro. Hay que añadir que esas sinapsis son capaces de modificar sus propiedades en función de la experiencia lo que hace que, el rango de posibilidades de transmisión de información en el cerebro sea extraordinario (1).

En la bibliografía se argumenta que la conciencia surge con la actividad de un grupo de neuronas activadas en sincronía a 40Hz que forman un mapa en un determinado momento y cuyo contenido se refiere como consciencia básica o primaria (2). Esto lleva a hacer la consciencia explícita cuando asumimos la equivalencia entre estados mentales y estados cerebrales (3). También se ha argumentado que las conexiones neurales cerebrales deben de funcionar de acuerdo con los principios de la mecánica cuántica (4, 5). Así se consigue tender un puente entre el mundo físico de las redes sinápticas y el mundo mental. El gran cambio en la ciencia se espera para cuando entendamos el fenómeno de la conciencia (6). Pero la primera dificultad al explorar la conciencia está en su definición (7). Una definición operativa satisfactoria limitada a los tres componentes de conciencia puede ser: "La conciencia es un sistema funcional del sistema nervioso central basada principalmente en la vigilancia, los contenidos mentales y la atención selectiva que permite al sujeto tener una imagen fluctuante del mundo interno y externo" (8). Esta definición proporciona un modelo para poder explorar el intrincado mundo de la conciencia.

Puede parecer que “tomar conciencia” de algo es simplemente conocerlo (9), pero considerando el componente de experiencia subjetiva, ser consciente es tomar conciencia de algo que puede ser externo o interno como recuerdos, pensamientos, sentimientos. Desgraciadamente el término “tomar conciencia” o “darse cuenta” no existe en español, es decir no hay palabra que se corresponda con el término inglés “awareness”. Con todo parece obvio que podemos “tomar conciencia” de objetos, pensamientos o percepciones corporales y darnos cuenta de su existencia.

A lo lábil del término conciencia hay que añadir a la emoción como la gran modificadora de los tres componentes principales de la conciencia (10, 11). Como modificador de la vigilancia, la emoción puede oscilar de altos niveles de alerta a situaciones de extrema ansiedad y pánico, implicando al sistema nervioso autónomo y endocrino principalmente. Esas reacciones están mediadas por el hipotálamo en conjunción con el resto del sistema límbico o Circuito de Papez (12). Cuando el mundo de los pensamientos puede ser modificado por las emociones o viceversa podríamos hablar de delirios, ideas paranoicas y esquizofrenias.

En la exploración de la conciencia se asume un modelo que incluye un constante flujo de impulsos aferentes para estimular la formación reticular y conseguir el tono de la corteza, generar, mantener y regular la vigilancia, a lo que se añaden los mecanismos de memoria, básicos y necesarios y hacen posible el uso de los contenidos mentales como el lenguaje, la intencionalidad o la volición. La integración del funcionamiento cortical en un "yo" es el resultado final (13).

TECNOLOGÍA Y AVANCES EN EL ESTUDIO DE LA CONCIENCIA.

Es innegable que el conocimiento científico de la conciencia ha evolucionado gracias a los avances en la tecnología. Así por ejemplo, con la invención del microscopio se identifica la observación de la célula nerviosa y se dispone de la teoría de la neurona que pone en relación elementos singulares, células nerviosas que se comunican a través de la sinapsis. Los avances en neurofisiología han demostrado el componente electro-químico de la función neural. Es decir, se podría establecer una correspondencia entre avances de la tecnología y avances en la comprensión de los fenómenos neurales y sus correlatos mentales, de la que no escapa la exploración de la conciencia. Suele situarse un "punto cero" en la comprensión de la conciencia con los trabajos de Moruzzi y Magoun junto con el empleo del EEG y el descubrimiento del SRAA. Un fenómeno electrofisiológico referente es el de la oscilación sincrónica de 40 Hz en varias regiones de la red talámica-cortical, en el hipocampo y en la corteza cerebral. La actividad oscilatoria cortical se ha puesto en relación con los mecanismos de procesamiento de la información. El estudio de los cambios en la actividad oscilatoria cortical, especialmente en la denominada banda gamma (30-60 Hz), puede contribuir al conocimiento de la fisiología y fisiopatología de las distintas áreas corticales implicadas en fenómenos motores o perceptivos (14-16).

En la relación de la conciencia con los modelos de procesamiento de la información es muy importante el desarrollo de modelos del procesamiento de la red neural. Se han propuesto modelos que procesan de forma secuencial o en serie y modelos que procesan de forma distribuida o en paralelo. El desarrollo de estos modelos de procesamiento de la información incluyen de un modo u otro, esquemas con ciertos niveles de jerarquía (17, 18). Actualmente las imágenes son suficientemente válidas para permitir diferenciar los distintos mecanismos cerebrales y ello permite establecer la correspondencia entre fenómenos psicológicos y patrones de activación. Si bien en las imágenes estructurales se intenta reconstruir y representar la anatomía cerebral, en las imágenes funcionales se estudia el patrón de activación cerebral de distintas estructuras anatómicas en diferentes localizaciones durante la ejecución de una tarea determinada. Esta realidad funcional conlleva implícito al menos un patrón temporal.

La técnicas de neuroimágenes además de proporcionar información objetiva, contribuyen a un mejor conocimiento de los mecanismos cerebrales de las funciones neuropsicológicas.

Las imágenes funcionales se consiguen porque la transmisión sináptica implica un flujo de iones es decir unas diferencias de potencial eléctrico. El resultado físico de la transmisión proporciona una medida cuantitativa en forma de corriente eléctrica, si bien se sabe que hay intercambios de neurotransmisores que no desarrollan actividad eléctrica. Se pueden observar variaciones de corriente eléctrica en cada célula o grupos de células en el cerebro. Es a lo se conoce como fuentes. Estas corrientes eléctricas varían en el tiempo obteniéndose los típicos patrones de activación.

La diferencia entre los dos tipos de imágenes, estructural y funcional, es una diferencia de grado. Un patrón de activación se da en el espacio y se desarrolla en el tiempo. Consiste en diferentes cantidades de activación de diversas estructuras cerebrales que, cambian su configuración pero que también presentan características que permanecen invariantes de un momento a otro.

Una función cerebral es cualquier proceso o conjunto de procesos que resulta en un particular fenómeno observable y medible. Esta función no tiene que ser una función cerebral exclusiva sino del organismo como un todo. Así la locomoción requiere además de la función cerebral las funciones de prácticamente todo el cuerpo para el desplazamiento (19). La tecnología, de momento, no resuelve el tema de la experiencia subjetiva. Un movimiento simple, reflejo o voluntario, puede acompañarse de experiencia subjetiva o no. Además, no se puede decir que las sensaciones subjetivas son cualitativamente idénticas cada vez que ocurren. Éstas se entienden como respuestas fisiológicas de un organismo, consciente o no, a un estímulo definido. Cuando se intenta definir un patrón de activación correspondiente a una función sensorial simple hacemos referencia a los mecanismos cerebrales que median esas reacciones y no al contenido y calidad de las mismas, es decir obviamos el tema de la conciencia entendida como experiencia subjetiva.

No obstante, hay un cierto acuerdo en que la conciencia es una experiencia subjetiva. Las principales características de esas experiencias están recogidas en la Tabla 1.


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