Comportamiento clinico-epidemiologico de la crisis hipertensiva
Autor: Msc. Dra. Maray Blanco Arévalo | Publicado:  9/11/2011 | Cardiologia , Medicina de Urgencias , Articulos | |
Comportamiento clinico-epidemiologico de la crisis hipertensiva .1

Comportamiento clínico-epidemiológico de la crisis hipertensiva. Centro de Diagnóstico Integral Santa Lucia. Año 2008.

Dra. Maray Blanco Arévalo. Especialista de 1er Grado de Medicina General Integral. Diplomado en Educación Médica Superior. Máster en Urgencias Médicas en Atención Primaria de Salud. Profesor Instructor.

Lic. Sahírys Menéndez Andux. Licenciada en Fármaco-epidemiologia.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. MISIÓN MÉDICA CUBANA

RESUMEN

Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal, con el objetivo de caracterizar el comportamiento de la Crisis Hipertensiva en los pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro de Diagnóstico Integral del Área de Salud Integral Comunitaria Valle Frio durante todo el año 2008. El universo de estudio estuvo conformado por 613 pacientes que ingresaron en el servicio de Terapia Intensiva con variedad en sus diagnósticos y la muestra quedo conformada por 95 pacientes que ingresaron al servicio con el diagnostico de Crisis Hipertensiva en cualquiera de sus variantes una vez aplicados los criterios de inclusión y exclusión.

El sexo que predomino fue el masculino y el grupo de edades donde más se presento la enfermedad fue el grupo de 45 a 60 y más años de edad. La Emergencia Hipertensiva fue la Forma Clínica de presentación de la Crisis Hipertensiva que más ingresos motivo con 62 pacientes seguido de la Urgencia Hipertensiva con 33 pacientes ingresados. Como factor de riesgo desencadenante más común se obtuvo el stress y la forma de presentación de la Emergencia Hipertensiva que mas repercutió fue la Enfermedad Cerebrovascular.

Palabras clave: Comportamiento clínico epidemiológico / Crisis Hipertensiva

INTRODUCCIÓN

La atención médica ha pasado por etapas sucesivas en la historia de la humanidad, en todo tiempo ha sido una necesidad del hombre atender su salud, y en ello el médico ha tenido una responsabilidad fundamental, considerando que éstas eran producidas por agentes biológicos, físicos o químicos, o por alteraciones de las estructuras genéticas que afectaban a una o varias partes del cuerpo. La concepción actual de que la salud y la enfermedad no dependen de factores concernientes únicamente al individuo, sino también de la influencia que el medio social ejerce sobre él, abre un nuevo campo de acciones integrales para preservar o recuperar la salud.(1)

La Hipertensión Arterial constituye un problema de salud de considerable importancia en nuestros días, no solamente por los perjuicios que ocasiona en la salud de las personas sino también, por el número apreciable de muertes e incapacidades que produce de manera indirecta por su condición de factor de riesgo de otras patologías.(2,3,4,5,6)De acuerdo con investigaciones clínicas y epidemiológicas, la Hipertensión Arterial (HTA) constituye un importante factor de riesgo asociado a la morbilidad y la mortalidad por enfermedades del Corazón y Cerebrovascular (ECV); además del efecto nocivo sobre órganos como el Riñón y la Retina. Se ha estimado que un adecuado control de la Hipertensión Arterial podría reducir la incidencia de Enfermedad Cerebrovascular en aproximadamente el 40%, es una enfermedad ampliamente extendida que contribuye de forma notable a la morbilidad y mortalidad en muchos países tanto industrializados como en vías de desarrollo. (7) La Hipertensión Arterial puede considerarse cosmopolita, se encuentra distribuida en todas las regiones del mundo atendiendo a múltiples factores de índole económicos, sociales, ambientales y étnicos, donde se ha producido un aumento de la prevalencia evidentemente relacionado con patrones diversos que van desde la alimentación inadecuada hasta los hábitos tóxicos y sedentarismo. (8) Actualmente se define como una condición médica que cursa con una elevación persistente de la presión arterial, en personas mayores de 18 años, por encima de los 140/90 Hg según el VII reporte del Joint National Committee. Y se considera que un paciente sufre dicha enfermedad cuando en tres ocasiones diferentes se demuestran cifras mayores de 140/90 milímetro de Mercurio (mmHg) en el consultorio o cuando mediante monitoreo ambulatorio de la presión arterial se demuestra la presencia de cifras mayores a las anotadas más arriba, en más del 50% de las tomas registradas, otros autores en la actualidad defienden que basta una sola toma con cifras consideradas patológicas (9,10)

La prevención de la Hipertensión Arterial es la medida más importante, universal y menos costosa. En los últimos tiempos se ha demostrado que las cifras de presión arterial que representan riesgo de daño orgánico son aquellas por encima de 140 milímetros de mercurio (mmHg) para la presión sistólica y de 90 milímetros de mercurio( mmHg) para la presión diastólica, cuando éstas se mantienen en forma sostenida. (11,12,13)

Los factores de riesgo, están involucrados en la disminución de la eficiencia del organismo para la vida y son rasgos, características o ciertas condiciones biopsicosociales que se asocian a un incremento en la susceptibilidad para desarrollar determinadas enfermedades, y entre ellas se encuentra la Hipertensión Arterial (14). Esta a su vez es un factor de riesgo que aumenta la posibilidad de infarto del miocardio, insuficiencia cardiaca, ictus y enfermedad renal. Para individuos de entre 40 y 70 años, cada incremento de 20 mmHg en presión arterial sistólica (PAS) ó 10 mmHg en presión arterial diastólica (PAD) dobla el riesgo de enfermedades cardiovasculares en todo el rango desde 115/75 hasta 185/115 mmHg, a esto se añade que sólo un tercio de los hipertensos son tratados y solo 12% de los tratados están controlados.

Resulta significativo destacar la importancia que tiene el diagnóstico precoz de la Hipertensión Arterial, así como de sus potenciales complicaciones, donde se destaca la Cardiopatía Hipertensiva que constituye su complicación principal, pues es la primera causa de morbi-mortalidad del paciente hipertenso.

La mortalidad al cabo de los cinco años de diagnosticada la enfermedad es de 50%. Esta enfermedad ofrece un pronóstico similar a las enfermedades malignas y no se ha modificado sustancialmente en los últimos años a pesar de los avances terapéuticos. De los 15 millones de muertes causadas por enfermedades circulatorias 7,2 millones son por enfermedades coronarias y 4,6 millones por enfermedad vascular encefálica. La Hipertensión Arterial está presente en la causalidad de estas. (15, 16, 17) En la mayoría de los países la prevalencia se encuentra entre un 15% y el 30%. La frecuencia de Hipertensión Arterial aumenta con la edad, demostrándose que después de los 50 años casi el 50% de la población padece de Hipertensión Arterial. (18) Se estima que más del 60% de los adultos mayores ni siquiera sospechan que tienen algún grado de presión alta y no han caído en la cuenta de que en cualquier momento pueden ser víctimas de una crisis que suele causar la muerte. Se calcula que en EE. UU. hay unos 50 millones de hipertensos.

Por razones desconocidas, la prevalencia de la hipertensión parece estar disminuyendo en los Estados Unidos, es más frecuente en los adultos de raza negra que en los de raza blanca y la morbilidad y mortalidad son mayores entre los de raza negra. La Hipertensión Arterial tiene mayor prevalencia entre los hombres que entre las mujeres pero se plantea que la relación sexo – Hipertensión Arterial (HTA) puede ser modificada por la edad así, las mujeres después de los 60 años tienen niveles tensionales similares a los hombres, aunque antes de los 40 están más protegidas que los varones contra la muerte por enfermedad coronaria, la razón de esta protección es discutida y se ha relacionado con numerosos factores, entre los cuales se encuentra el efecto protector de los estrógenos, el menor consumo de tabaco que los hombres y la disminución de la resistencia periférica total. Los datos de prevalencia, procedentes sobre todo de grandes programas de encuestas, como el National Health and Nutrition Examination Survey, se apoyan en una o más determinaciones de la PA realizadas durante una o varias visitas

El aumento en la magnitud y en la gravedad de la Hipertensión Arterial ha sobrepasado todas las expectativas particularmente en América Latina y el Caribe, donde el problema creció en forma tan rápida, que puede considerarse una epidemia, representando la tercera causa de muerte. En los países de Centroamérica, se ha constatado una prevalencia de 5.7 x 1000 habitantes similar promedio a las de los países en vía de desarrollo. En Sudamérica de 1.74 pasó a 6.51 x 1000 habitantes y una incidencia de 0.35 a 1.83 x 1000 habitantes, siendo estos datos menores a los de países desarrollados. (19,20) Los efectos son generalmente irreversibles, por lo que es mejor prevenir y controlar la presión periódicamente. El informe de dispensarización de hipertensos del Ministerio de Salud Pública Cubano en 1996 aportó que sólo el 8,8% de la población adulta estaba bajo control, muy lejos de la prevalencia demostrada, es de suponer por ello, que una gran masa de hipertensos no estaban detectados, muchos no tratados y similar cuantía no controlados. (22) Después de este diagnostico se realizo una estrategia de intervención a nivel nacional, y como resultado mejoro notablemente el número de pacientes con control activo, modificación de los factores de riesgo, mayor dispensarización, pacientes bajo tratamiento farmacológico y no farmacológico, esto ha impactado en la calidad de vida de los pacientes, la supervivencia y la disminución por patología coronaria, pero como consecuencia del diagnostico y pesquisaje activo la prevalencia hoy es aun alta. En Cuba, la padece el 33% de la población adulta. (23)

En Venezuela sólo son conocidos el 47% de los hipertensos; tratados medicamentosamente un 37% y controlado el 8.5%, se plantea que existe una prevalencia de un 32,4% según el Primer Consenso Venezolano de Hipertensión Arterial, en el estado Zulia esta oscila entre un 34 y un 37% y en Maracaibo se encuentra actualmente en un 42%. Antes del surgimiento de la Revolución Bolivariana, al igual que la mayoría de los países de Latinoamérica, la Atención Médica era clasista, es decir, que solo tenían acceso al mismo los que podían pagar grandes sumas de dinero para ser atendidos o estudiados por una enfermedad, quedando la mayor parte de la población excluida de poder recibir una atención decorosa como debe ser asistido un ser humano, siendo esto el reflejo del Neoliberalismo en Salud que le fueron implantado a los países latinoamericanos.


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