La endocarditis infecciosa (EI) es una afectación cardiaca infrecuente, pero con consecuencias potencialmente graves. La incidencia global oscila entre 3-10 episodios por 100,000 personas-año. En los últimos años, la edad de los pacientes afectos de endocarditis infecciosa es mayor con un aumento de los casos por Staphylococcus frente a Streptococcus.