La Diabetes Mellitus (DM) se describe actualmente como un síndrome heterogéneo, caracterizado por un estado de hiperglucemia crónico, como consecuencia de una secreción anormal de insulina, por un defecto absoluto o relativo de la misma o por un exceso de factores que se oponen a su acción, de esto resulta una alteración en el metabolismo de los carbohidratos, proteínas y lípidos, siendo el resultado final una alteración progresiva de los vasos capilares en diferentes órganos, constituyendo un complejo patológico que en términos genéricos suele ser multifactorial y heterogéneo. En el mundo se calcula que alrededor de 135 millones de personas padecen la enfermedad y se espera que para el año 2.025 existan 300 millones de los cuales 45% vivirán en países en vías de desarrollo y 55% en países desarrollados.