INTRODUCCION
En Andalucía, el conjunto de las
Enfermedades Cardiovasculares (ECV) constituyen en la actualidad la primera
causa de mortalidad para ambos sexos al igual que en el resto de los países
desarrollados, alcanzándose cifras de un 41% sobre la totalidad de las
defunciones. Dentro de ellas, la
Cardiopatía Isquémica (CI) representa aproximadamente una cuarta parte
de todas las muertes por ECV, situándose así en primer lugar con un
predominio claro en varones para la edad media de la vida, 32,2% frente al
19,1% en las mujeres.1,2,3 No obstante al comparar las tasas de
mortalidad ajustadas por edades ocupamos un lugar privilegiado en el
contexto internacional, ya que solo tres países Japón, Francia y Portugal
se encuentran con tasas inferiores a las nuestras, si bien por Comunidades Autónomas
(CCAA) dentro de nuestro país Andalucía se encuentra entre las que
presentan mayor tasa de mortalidad junto con las Comunidades Insulares y
Valenciana.4
La Conferencia Internacional de Salud Cardiovascular celebrada en la
ciudad canadiense de Victoria, resume en el documento denominado "Declaración
de Victoria" las conclusiones fundamentales que hay que tener presentes a
la hora de actuar sobre las ECV : 1º.
Que se deben a la combinación de alguno de los siguientes Factores de Riesgo
(FR): Hipertensión Arterial (HTA),
Tabaquismo, Hipercolesterolemia, Estilos de vida y hábitos no saludables,
Sedentarismo, Diabetes, etc... 2º. Que estos son modificables. 3º.
Que se puede y se debe actuar sobre ellos, al objeto de disminuir su morbi-mortalidad.5
El comienzo de la Epidemiología Descriptiva en la CI tiene lugar en la década
de los años 40 en Estados Unidos, encontrándose entre sus finalidades el
conocer la frecuencia, distribución, sus causas y el posible control de la
enfermedad coronaria. Para
conseguir estos objetivos, se utilizan dos análisis fundamentalmente: 1º.
Estadísticas Vitales, entre las que se encuentran los de Mortalidad
y Morbilidad, y 2º. Estudios Epidemiológico de grupos
de población, sobre todo Longitudinales y de Intervención. Todo ello,
nos ha permitido conocer la historia natural y la magnitud de la CI, y que
de forma resumida podríamos concretar en los siguientes aspectos: "Enfermedad
de muy alta letalidad, con reducción de la supervivencia y de la calidad de
vida tras el primer evento, ligada a FR que pueden y deben ser modificables, y
que presentan elevados costes derivados de la atención sanitaria, de
las incapacidades que provocan y de la pérdida de producción dado que la
población diana más afectada se encuentra entre los 35 y 70 años."6,7,8,9
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