Disminucion de los efectos nocivos del sol para el ser humano. Influencia de la vestimenta, la indumentaria personal y la cosmetica en la reduccion del riesgo de exposicion a las radiaciones ultravioleta del sol
Autor: Miguel Ángel Beteta Garmendia | Publicado:  26/03/2008 | Biofisica y Fisica Medica , Medicina Preventiva y Salud Publica | |
Disminucion de los efectos nocivos del sol para el ser humano. Reduccion del riesgo exposicion.2

4) COOLMAX. Un comentario sobre este tejido: Se trata de una poliamida dotada de protección ultravioleta. A nuestro entender, debe tratarse simplemente de poliamida a la cual se le aplica algún tipo de impregnación. Como información paralela, hemos de añadir que, según una reciente noticia encontrada en la red, una empresa japonesa ha creado un negocio consistente en la impregnación de cualquier tipo de ropa, tras la cual esta queda dotada de la característica de protección contra las radiaciones ultravioleta (UV). Garantizan un número determinado de lavados y planchados sin pérdida de las propiedades. Dicen que no se modifica el aspecto. Para que esto sea así, solo cabe pensar en una superfina película de eficacia incierta, de no ser que esta película reduzca la luz de malla del tejido, que es por donde más traspasa la radiación. Habría que profundizar sobre tales tratamientos con la esperanza de que no sean solo una argucia de marketing.

 

5) Este estudio podría extenderse hasta el infinito en función del diámetro de los hilos, del tipo de tejido, de la composición, de las mezclas de hilos, de las variedades de colores, etc., etc. Quedamos a disposición de los interesados para asesorarles con respecto a los posibles equipos a utilizar y a los procedimientos a seguir.

 

Estudio del grado de protección de cremas solares

 

Para la realización del experimento se ha utilizado una placa plana de vidrio de cuarzo óptico de 2 mm de espesor, que permite transmitir en teoría la totalidad de las radiaciones ultravioleta, cuestión que ha sido confirmada según se aprecia en la tabla siguiente.

 

Radiación ultravioleta transmitida a través de la placa de vidrio de cuarzo óptico, determinada experimentalmente:

 

UVA = 27,08 W/m2.

UVB = 14,96 W/m2.

UVC = 6,18 W/m2.

UVA + UVB + UVC = 48,22 W/m2.

 

Posteriormente se ha aplicado una película fina de cada crema, con los dedos, de manera similar a como se aplicaría sobre la piel, procediendo a la lectura de las radiaciones transmitidas que han pasado a través de dicha placa con la correspondiente película de protección descrita.

 

Cremas de protección solar. Puede ver las tablas relativas a las cremas de protección solar haciendo clic en enlace “Estudio del grado de proteccion de diferentes prendas.pdf”, al final del artículo.

 

Observaciones en el caso de cremas de protección solar

 

1) Con respecto al estudio de las cremas de protección solar, nos cabe comentar que los calificativos de EXTREME, EXTREM o MUY ALTA, etc., nos parecen más coherentes con una definición tendente a crear un atractivo comercial, que definitorio de una cualidad real del producto, ya que algunas dejan pasar porcentajes muy elevados de la radiación total ultravioleta del Sol en las condiciones del experimento, cuestión que resulta llamativo en el caso de la crema EXTREME 50 UVB/UVA la cual como puede verse en la tabla, ofrece unos resultados muy inferiores a los esperados y por supuesto muy por debajo de los resultados obtenidos con el resto de los productos estudiados. Al encontrar un resultado tan dispar, se ha repetido excepcionalmente el experimento tres veces en momentos diferentes y tomando una media de 10 determinaciones para cada uno, totalizando 30 lecturas, por si se estuviera cometiendo algún error, pero no ha sido así. En todos los casos el resultado se ha mantenido semejante, dando por hecho que los valores obtenidos son correctos.

 

Según se nos ha informado, la máxima protección que ofrece comercialmente la cosmética es el factor 50+. Según parece, en estos momentos, las autoridades competentes en materia de legislación cosmética están tratando de unificar criterios de manera que todos los fabricantes de cremas (geles, filtros, pantallas, etc., como los quieran llamar) empleen la misma terminología, habida cuenta de que por encima del factor 50 el grado de protección es el mismo con lo cual, expresiones como: Protección total, filtro total, filtro máximo, factor 65, factor 90, etc., aunque todavía algunos fabricantes sigan distribuyendo productos con dichos calificativos, la tendencia es a eliminarlas para evitar confusiones.

 

Sería aconsejable realizar este mismo experimento con mayor cantidad de cremas de diversos fabricantes, diferentes composiciones y diferentes grados de protección. También con diferentes temperaturas y grados de humedad. Factores que estamos seguros influirán sustancialmente en el resultado final, sobre todo en lo que a temperatura se refiere, ya que cuanto mayor es la temperatura, mayor es la dilatación, el poro se abrirá y en principio mayor será la facilidad para la penetración de las radiaciones, además de la influencia de la temperatura en las características físicas del producto tales como variación de viscosidad, índice de fluidez, reducción de la concentración del agente protector por aumento de volumen, etc.

 

Por otra parte, la geometría de la superficie de la piel, por su irregularidad bien apreciable al microscopio, hace mucho más factible la penetración de la radiaciones que si se aplica sobre la superficie lisa del vidrio de cuarzo óptico, cuestión que debe ser aun peor. Dado que el procedimiento de aplicación de la crema, con los dedos o la mano hace que la película aplicada sea irregular (mayor espesor en unos lugares que en otros), lo que se ha hecho ha sido tomar el valor medio de tres determinaciones, en tres diferentes áreas, de la superficie de crema aplicada, con el fin de reducir el error por espesor.


Llegado a este punto, es importante recordar el significado de factor de protección. Se trata de un factor multiplicativo de tiempo que permite determinar el tiempo que una persona puede permanecer al sol sin quemarse (en teoría). Por ejemplo, si una persona puede estar al Sol 10 minutos sin quemarse y se aplica una crema de factor 50, representa que podría estar al Sol durante 500 minutos (8 horas y 20 minutos) sin quemarse. Esto, por supuesto bajo una base teórica y en condiciones óptimas (sin sudor, sin mojarse, sin roces que desprendan la película protectora, etc.). Evidentemente, no es igual la radiación del Sol en el Ecuador a las 12 del mediodía (máxima radiación recibida en la superficie de la Tierra, a nivel del mar), que en el hemisferio norte en Diciembre a las 3 de la tarde, días nublados, etc., o a diferentes altitudes, teniendo en cuenta que por cada 100 metros de altitud, las radiaciones se incrementan un 4%.

 

También tenemos que destacar, que los valores que hemos obtenido en las tablas precedentes, se corresponden con valores puntuales, es decir, dosis en 1 segundo, porque en realidad estamos estudiando únicamente la cantidad de radiación ultravioleta que se transmite en dicho tiempo. Quiere ello decir que como los efectos nocivos de las radiaciones han de cuantificarse bajo el concepto de dosis, el tiempo de exposición cuenta de una manera muy importante. Por ejemplo: Una piel expuesta al Sol durante 2 horas, con una radiación puntual de 9,51 W/m2 por segundo, habrá recibido una dosis, al cabo de dos horas de 68,5 KW/m2. Dato a tener en cuenta por los dermatólogos.

 

Por tanto, a expensas de la opinión de los dermatólogos expertos, entendemos que el decir que se puede estar 3 horas al Sol sin quemarse, esto no es un motivo de despreocupación, porque si se está transmitiendo radiación ultravioleta en dosis constantes y elevadas a través de la piel, aun con la inexistencia del eritema, etc., el peligro entiendo que debe seguir existiendo, cuestión que habría de tenerse en cuenta, aunque, como hemos dicho, es una cuestión que el dermatólogo habrá de confirmar.

 

Lo que sí nosotros podemos asegurar, después de 30 años de ejercicio de nuestra profesión en el estudio del envejecimiento de los materiales orgánicos (plásticos, tejidos, pinturas, etc.), es que, aunque todo el espectro de emisión radiante del Sol representa una energía traducible en calor, en ausencia de radiación infrarroja, que es la máxima responsable de la tostación por calor de la materia orgánica (como colocarla dentro del horno de la cocina), el mayor responsable del deterioro fotoquímico es la radiación ultravioleta y dentro de esta, la de longitud de onda más baja, aunque exista en menor proporción. A este respecto nos llama la atención el que ninguno de los fabricantes que se han tenido en cuenta hacen mención alguna a las radiaciones UVC. Nos gustaría saber el motivo.

 

Si la experiencia adquirida en el deterioro fotoquímico de los materiales de origen orgánico empleados en la industria fuera extrapolable a la piel humana, entonces habría que ampliar la investigación no solo al eritema, porque una quemadura solo por calor (como por ejemplo quemaduras con la plancha, la vitrocerámica, el horno, etc.), no tenemos noticia de que suponga un riesgo de cáncer de piel. Es decir, el verdadero riesgo estaría realmente en la radiación ultravioleta.

 

Lo que sí debería ocurrir es que, en el supuesto de que una quemadura solar (eritema), que puede llegar a ser de segundo grado, que produzca ampollas y desprendimiento de la epidermis haga más vulnerable a la piel para que le afecte en mayor grado la radiación ultravioleta peligrosa, la quemadura habrá de ser evitada, pero independientemente, consideramos que mientras a la piel le siga llegando radiación ultravioleta, aunque no exista quemadura, esta circunstancia quizás debería ser tenida en cuenta, para utilizar las protecciones más adecuadas, basadas en la formulación de productos capaces de minimizar la transmisión de las radiaciones UVC, UVB y UVA.


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