Circuito de perfusion de quimioterapia intraperitoneal con hipertermia en carcinomatosis peritoneal
Autor: R. Cuenca Zamorano | Publicado:  21/10/2008 | Enfermeria , Oncologia , Cirugia General y Digestiva , Imagenes de Enfermeria , Imagenes de Oncologia , Imagenes de Cirugia General y Digestiva | |
Circuito de perfusion de quimioterapia intraperitoneal con hipertermia. Carcinomatosis peritoneal.2

 

quimioterapia_intraperitoneal_hipertermia/cirugia_carcinomatosis_peritoneal

 

Fotografía 3.

 

 

Debido a la barrera peritoneal-plasmática, las sustancias de alto peso molecular como mitocinac, 5-fluorouracilo, cisplatino o doxorrubicina, permanecen largo tiempo dentro del abdomen, antes de su eliminación a través de la sangre, lo que las hace especialmente indicadas en este tratamiento.

 

En el manejo terapéutico de la carcinomatosis peritoneal, como destaco, Sugarbaker, existen varios principios fundamentales:

 

               El clínico debe seleccionar a los pacientes con enfermedad aislada en abdomen y pelvis. Los pacientes que tienen la enfermedad persistente en otros sitios se aprovecharan poco o nada del tratamiento quirúrgico radical.

               En esta enfermedad debe conseguirse reducción de masa tumoral al máximo, de forma que solo la enfermedad microscópica residual permanezca.

               La quimioterapia intraperitoneal y sistémica son utilizadas para erradicar la enfermedad de la superficie peritoneal, así como para controlar el tumor primario recurrente.

               La citorreducción obtenida tras la cirugía se considera completada cuando no hay implantes residuales macroscópicos.

 

Aunque fue Weisberger, en 1955, el primero en utilizar la quimioterapia intraperitoneal (mostaza nitrogenada), no fue hasta 1980, cuando Spratt notifico el uso clínico de la quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (QIPH) en un paciente con pseudomixoma peritoneal, y en 1982 cuando Sugarbaker planteó la diseminación de determinados canceres abdominales como estadio locorregional de la enfermedad, estableciendo la necesidad de utilizar localmente y a altas dosis, la quimioterapia con hipertermia , para eliminar la enfermedad microscópica residual; administrando la quimioterapia inmediatamente tras la cirugía de citorreducción radical y en el mismo acto operatorio, con el fin de interrumpir, la implantación de células tumorales, que se produce durante la disección quirúrgica en las superficies intraabdominal y pélvica.


 

 

Técnica de Perfusión hipertérmica de Citostáticos por vía Intraperitoneal

 

Una vez concluida la citorreducción quirúrgica es montado el separador de Thompson, según la técnica del Coliseo, y se suspende el abdomen del separador con dos suturas a la piel de la incisión abdominal, e infunden la solución que tiene el citostático en la cavidad abdominal. Mediante la cobertura con un plástico se aísla la cavidad, con un cierre en forma de campana, en cuyo interior se coloca un aspirador de humos que cogerá los vapores generados durante la perfusión con el quimioterápico.

 

La perfusión se hace durante 90 minutos, el flujo de perfusión oscila entre 500 y 1000 ml/min., con una solución de Dextrosa al 1,5% (entre 3 y 5 litros), a los que se añade el citostático. Diseñamos un circuito cerrado, utilizando dos tubos de ¼ montados en sendos rodillos, uno de entrada, y otro de salida peritoneal, que estaban conectados a su vez a un circuito de perfusión de cardioplegia modificado, creando un circuito cerrado. (Fotografía, 4,5).

 

 

quimioterapia_intraperitoneal_hipertermia/circulacion_extracorporea_perfusion

 

Fotografía 4.

 

 

El circuito pasa por un intercambiador de calor para conseguir una temperatura intraperitoneal de 42-43ºC, registrado mediante control de temperatura intraperitoneal con un termómetro dentro de la cavidad peritoneal. Temperaturas superiores aumentan el riesgo de necrosis de intestino delgado, y temperaturas inferiores hacen que cada grado de temperatura perdido disminuyan a la mitad las ventajas obtenidas con la hipertermia.

 

Este sistema nos permitió utilizar el intercambiador de calor del sistema del circuito de cardioplegia modificado, y así mantener la temperatura del fluido que se infunde a 44-46ºC de manera que el líquido peritoneal se mantenga a la temperatura deseada. A través de un evacuador de humo se extrae el aire bajo la cubierta de plástico que aísla la cavidad en forma de campana, evitando así cualquier posible contaminación del aire del quirófano por aerosoles citostáticos. Cuando se termina la perfusión intraoperatoria se aspira todo el líquido del abdomen y se pasa a la fase reconstructiva de la cirugía.

 

Durante todo el procedimiento debe haber un especial control y monitorización de las constantes del paciente, manteniendo especial atención a la temperatura general del paciente.

 

 

quimioterapia_intraperitoneal_hipertermia/circuito_perfusion_cardioplegia

 

 


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