Tecnociencia y conciencia. Reflexion de un cirujano pediatra
Autor: Dra. Jessica Tweeboom Marisela | Publicado:  13/08/2009 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria , Cirugia Pediatrica , Pediatria y Neonatologia | |
Tecnociencia y conciencia. Reflexion de un cirujano pediatra.2

Casi de forma simultánea, numerosas actuaciones perioperatorias clásicas, muchas de ellas consideradas “tabú” a lo largo de decenios, han sido puestas en cuestión y modificadas a la luz de diversos estudios que han demostrado su ineficacia cuando no su potencial peligrosidad: drenajes innecesarios, excesivos tiempos de permanencia de catéteres y sondas, inmovilización prolongada, estancias hospitalarias desmedidas, etc.

 

La proliferación de técnicas operatorias “mínimamente invasivas” en el seno de las distintas especialidades quirúrgicas, constituye una aportación esencial en la consecución de los objetivos finales de la filosofía de mínima agresión: reducir el dolor, disminuir el riesgo quirúrgico y acelerar la recuperación y reincorporación del paciente a su actividad habitual.

 

Por otra parte, la innegable contribución de dichas técnicas a la “simplificación” del período postoperatorio, ha tenido a su vez un impacto decisivo en la mejora de los cuidados peri operatoria de la cirugía convencional. Fruto de esta actitud de “mínima invasión” ha sido una reducción de las necesidades hospitalarias en materia de camas y la generalización de programas y unidades de corta estancia y cirugía mayor ambulatoria.

 

Sin embargo estos avances han dado poder al hombre, pero, llevándolo muchas veces a la deshumanización y la cirugía pediátrica no se escapa de ello. No tomando en cuente al paciente como un ser que necesita ayuda sino como un medio de ingreso para nuestro bienestar social y económico y en otros una mayor habilidad manual para ser reconocido sin importar el enfermo como un ser. Y además de esto la cirugía aparta la relación medico paciente, solo tenemos contacto con él, al momento al hacer el diagnostico, en quirófano y al salir, para el egreso.

 

Pero no le damos importancia como ser humano, que tiene un problema, porque esta realidad no nos trae ningún beneficios, decimos, ¿Problemas del yo interno?, que los solucione un psicólogo, sin darnos cuenta que esto también afecta nuestro propio yo. Porque pasamos a ser, independientes del sentido de la humanidad, del amor que Dios nos enseño: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

 

En este sentido, la deshumanización en la cirugía pediátrica es aun mayor, ya que no sólo se trata de un paciente que amerita una intervención quirúrgica, sino que el está inmerso en un ambiente familiar que lo rodea y están muy pendiente de lo que pasa a su alrededor y.es con ellos con quien tenemos contacto de manera más directa, que nos explican circunstancias médicas del paciente; esto nos aleja más del niño enfermo, como sujeto mismo y lo tomamos en cuanta como objeto.

 

Ahora bien, una vez culminado mi aprendizaje de filosofía, me doy cuenta que falta humanizarnos. Que para entender el enfermo hay que acercarse verdaderamente al paciente, comenzando mucho antes de la intervención, inclusive desde ese primer contacto, indagando la vida misma de sus padres y parentescos, los antecedentes emocionales que pudieron haber alterado a ese pequeño, hoy enfermo. Como ven ellos a este niño enfermo, como lo sienten ahora que saben que debe ser operado. Me pregunto: ¿será que su relación se verá afectada por su enfermedad?, ¿Sentirán sentimiento de culpa?, ¿Cambió su felicidad por ese acontecimiento?, ¿Le verán igual después de la cirugía?, ¿lo aceptarán de igual forma que antes?

 

Pienso que se sienten solos en este aspecto, que no tienen de parte del cirujano un amigo para compartir sus sentimientos, sus frustraciones, sus necesidades personales ante una situación que los ha llevado a ser impotentes e inertes, por que las circunstancias así se lo dicta. La vida les tocó de esa manera e irremediablemente deben asumir una actitud pasiva por que el médico cerca de ellos también la asume.

 

Mi papel era el del técnico médico que mediante el procedimiento más actualizado y la técnica sofisticada a la mano hacer la corrección quirúrgica de la mejor manera y en el menor tiempo, para lograr reparar efectivamente y con mejor calidad el daño presentado y así reunir prontamente el paciente con sus familiares.

 

Por otra parte, ese niño, que también es hijo, debí verlo como una madre, sin dejar en ningún momento, mi perspectiva de cirujano, fue entregado para llevarlo a una habitación quirúrgica, aislado de su familia, a mi cuidado. Esos momentos de pertenencia, no sólo debió ser un paciente, sino una persona, un ser, un hijo, necesitado de amor, de compañía, protección, de calor humano, parte de uno mismo.

 

Tratando de comprender su miedo, su soledad, su incertidumbre de un presente y un futuro que no entiende. Hay que sondear su yo interno inmerso en una enfermedad que se va a corregir y que no le devolverá jamás su integridad física con la que nació.

 

En este orden de ideas, me doy cuenta que mi paciente tiene una capacidad de asombro ante una técnica que para mí es habitual y no me asombra su aplicación pero para él es algo muy novedoso y se enfrentará por primera vez con todas sus características individuales y propias a una situación que cambiará su ser y me sorprendo al saber que lo cotidiano, por más moderno que sea, no puede jamás ocupar el lugar de una vivencia particular con experiencias que le acompañarán toda su vida.

 

 

III. Síntesis del tema

 

¿Porque el avance de la ciencia a casi a anulado la conciencia?

 

Porque el hombre dedica la mayor parte de su tiempo creando una explicación y buscando una verdad en la ciencia tratando de buscar su felicidad en la comodidad, en los avances Tecnológicos tratando de llegar a un fin sin importar los medios. (Marx, Carlos).

 

El hombre busca la conquista del mundo material a costa de su propio mundo, títere de la circunstancia, que había contribuido a crear el hombre, es decir ser libre y concreto, para volverse tan determinado y abstracto como sus instrumentos. En esta caída del ser, ganó el mundo, pero se perdió asimismo.

 

El hombre carente de conciencia acerca del lugar al que pertenece, y carente de amar su propio yo, ha desarrollado mucha tecnología para generar bienes materiales provocando un desequilibrio en el sistema que los alberga (Tecnec).

 

Podemos ver el mundo exterior al hombre, como un ser vivo, como la misma unidad que el hombre, pero con diferente forma, pero que depende de su cuidado, el hombre ignorando esta realidad ha tomado ese “ser vivo” como materia prima para su consumo indiscriminado y en beneficio propio. Trayendo como consecuencia un gran desequilibrio.

 

La modernidad en muchos aspectos se han dejado llevar por el exceso de la tecnología y esta conformando a generaciones de hombres sin valores, sin principios, en fin sin identidad.

 

Esta explosión Tecnología aparta al hombre de su propia identidad y de sus verdaderos valores, es cuando vemos nuevamente que la ciencia remplaza la conciencia.

 

Se puede ver como el mundo del ser humano está pasando a ser el mundo de las maquinas, como las computadoras que son actualmente el cerebro del hombre las cuales superan incesante e inexorablemente las habilidades tanto físicas como intelectuales del ser humano, sin embargo, lo que todavía nos mantiene vivos, es la conciencia por la que debemos luchar, porque las máquinas jamás experimentaran emoción alguna.


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