Consideraciones generales sobre la enfermedad diarreica aguda. Revision bibliografica
Autor: Dra. Liem Gómez Marrero | Publicado:  10/10/2009 | Gastroenterologia | |
Consideraciones generales sobre la enfermedad diarreica aguda. Revision bibliografica.5

No se recomienda agregar bicarbonato extra al lactato de Ringer, ni corregir la acidosis rápidamente. Aunque el bicarbonato corrige la acidosis, al mismo tiempo hace que el potasio pase al interior de las células al ser intercambiado por ion hidrógeno. Esto provoca la caída brusca del potasio sérico, produciendo hipokalemia que puede causar la muerte del paciente. La forma más segura de corregir la acidosis, es aumentando el volumen sanguíneo con la hidratación oral o intravenosa rápida. (31)

 

La solución salina normal (también llamada solución salina isotónica al 0.9% o fisiológica), se encuentra disponible en la mayoría de los servicios de salud. No reemplaza las pérdidas de potasio, pero expande el espacio extracelular. Se le puede agregar bicarbonato de sodio y cloruro de potasio, pero esto exige calcular las cantidades con mucho cuidado y hace difícil vigilar la velocidad de administración. (22)

 

No deben emplearse soluciones glucosadas, ya que sólo proporcionan agua y glucosa, no tienen electrolitos y por lo tanto no corrigen sus pérdidas, ni la acidosis, ni expanden el espacio intravascular. (22)

 

Es consenso general en las sociedades científicas que en los cuadros de diarrea aguda no es necesario el uso de antibiótico, ya que el uso indiscriminado de los mismos ha provocado el aumento de resistencia de los microorganismos, mínimo beneficio clínico y una prolongación del estado de portador. (38,39)

 

Dentro de los patógenos en los cuales se hace probablemente necesaria el uso de terapia antimicrobiana se incluyen Vibrio cholerae, Shigella, Clostridium difficile, Giardia lamblia, incorporándose Salmonella, Escherichia coli entero toxigénico y Ameba histolítica. (39)

 

En la gastroenteritis producido por el Escherichia coli 0157:H7 las evidencias muestran un fracaso del uso de antibióticos en prevenir el síndrome urémico hemolítico. (40,41)

 

El tratamiento empírico de la diarrea con antibióticos puede ser apropiado para ciertos pacientes con riesgo de infecciones invasivas, o en aquellos que se presuma Cólera o Shigella no obstante el tratamiento con antibiótico supone un dilema terapéutico. (38,39)

 

En un paciente con mal estado general, febril, con diarrea invasiva (disentérica), se debe considerar, el tratamiento antibiótico previo al resultado del cultivo. El tratamiento deberá ajustarse a los patrones de sensibilidad del lugar donde ocurre la enfermedad. (39,40)

 

La Academia Americana de Pediatría, junto con otras sociedades científicas no recomiendan el uso de loperamida, agentes anticolinérgicos, bismuto y otros en el tratamiento de la diarrea aguda del niño. (42)

 

Realimentación.

 

Después de un episodio diarreico debe considerarse la realimentación como elemento fundamental ya que en condiciones adversas los lactantes son vulnerables a permanecer dentro de un círculo vicioso en el cual la infección gastrointestinal predispone a la deshidratación y mal nutrición, y este último a un sistema inmune debilitado. (13)

 

Se ha comprobado que la lactancia materna previene o atenúa la gravedad de la enfermedad diarreica provocada por microorganismos entéricos como: Rotavirus, Giardia lamblia, Salmonella, Shigella, Campylobacter y Escherichia coli entero toxigénico. Productos de la leche materna como lisozimas, caseína, glucoconjugados y sustancias lipídicas inhiben el crecimiento bacteriano. (8, 15,43)

 

La Sociedad Europea de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica (2) proponen que la alimentación con la leche materna debe indicarse en todo momento y que el uso de leche libre de lactosa solo se justifica si se comprueba una disminución del pH en materia fecal.

 

La Organización Mundial de la Salud (5,36), declara que es muy importante mantener una buena alimentación durante el episodio de diarrea aguda, que la alimentación con leche materna es lo más óptimo y muy bien tolerada, de no disponer de la misma se debe indicar la alimentación habitual.

 

Pocos niños durante el cuadro de la diarrea aguda muestran intolerancia a la leche de vaca, en caso de presentarse esta tiene como característica el aumento del volumen y frecuencia de las deposiciones y desmejoramiento de las condiciones clínicas en cuyo caso se debe indicar yogur o leche libre de lactosa. (5,34)

 

Eximan Z y col 58 propone para el control de la desnutrición secundaria a la diarrea aguda, una alimentación completa durante el curso de dicha enfermedad, menciona que la Academia Americana de Pediatría sugiere el uso de fórmula sin lactosa como alimento de elección durante el cuadro de diarrea aguda cuando los lactantes no son amamantados.

 

Probióticos: Algunas publicaciones (44,45) hacen referencia al uso de probióticos durante el curso de la diarrea aguda.

 

Johnston y col (45) muestran el buen resultado usando bifidobacterium que reduce la severidad de la diarrea aguda asociada a rotavirus y E. coli a través de un mecanismo de protección inmune y establece que la alimentación con yogur disminuye la frecuencia y duración de la diarrea. Algunos autores (44,45) informan que los Probióticos son efectivos en la diarrea aguda al estimular las reacciones inmunológicas, e inducen uniones con ciertos componentes o estructuras en competencia con patógenos dentro del tracto intestinal.

 

Los posibles modos de acción de los probióticos (44,45) incluyen:

 

  • Síntesis de sustancias microbianas saprófitas.
  • Competencia con patógenos por los nutrientes.
  • Inhibición de la adhesión de patógenos.
  • Estimulación de la respuesta inmune.

 

Prevención:

 

Vacunas:

 

Se han presentado diversos estudios de vacunas contra los principales agentes etiológicos de la diarrea aguda. Una de las principales es la vacuna contra el rotavirus. Las producidas contra la cápside proteica 1-2-3-4 parecen ser las más efectivas, 21 sin embargo todavía no se ha autorizado su uso.

Otros autores (46,47) infieren que se han presentado vacunas contra el rotavirus denominadas RRV, cepa de rotavirus Rhesus, induce anticuerpos antirrotavirus. Sin embargo se han mencionado algunos efectos indeseables como fiebre, irritabilidad, disminución del apetito y sobre todo es que no produce inmunidad completa.

 

En un estudio donde se realiza la correlatividad entre la protección inducida por la vacuna contra el rotavirus, (48) en los pacientes que se usaron las vacunas los niveles de IgA e IgE se relacionaron con la resistencia a la infección natural, más que con la producida por la vacuna.

 

La Academia Americana de Pediatría (46) realiza un informe de voluntarios vacunados contra rotavirus en 1999 y que su uso aumentó el riesgo de invaginación intestinal después de recibir la vacuna, especialmente entre 1 a 2 semanas de recibir la inmunización. En dicho estudio se vacunaron 463277 pacientes, los investigadores calcularon que la invaginación intestinal ocurrió en uno de cada 11073 pacientes.

 

La Academia Americana de Pediatría y el Comité de Enfermedades Infecciosas 61 concluyen que ninguna vacuna anti rotavirus es recomendable hasta el momento debiendo continuar las investigaciones.


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