Interaccion familiar como factor protector de consumo de drogas en adolescentes
Autor: Lic. Yeisy C. Guarate C. | Publicado:  29/12/2009 | Psicologia , Otras Especialidades , Pediatria y Neonatologia | |
Interaccion familiar como factor protector de consumo de drogas en adolescentes .3

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El cuadro N° 5 se refiere a la distribución de los adolescentes encuestados según niveles de ocurrencia de los factores protectores personales. Se puede evidenciar que la mayor frecuencia de los adolescentes entrevistados ubicó sus respuestas en un nivel de alta ocurrencia con un 80.2%, en un 61.4% y un 80% para el nivel de ocurrencia intermedia.

 

Estos resultados reflejan los adolescentes poseen factores protectores para el consumo de drogas; esto podría deberse a que el grupo familiar le ayuda a sentar las bases para el desarrollo de la personalidad permitiéndoles desarrollar la capacidad para comunicarse, para quererse a sí mismo, valorarse y tener seguridad, aspectos que forman parte de la autoestima del adolescente la cual favorece la presencia de factores protectores personales para el consumo de drogas. En tal sentido, la autoestima se refiere a la forma de definirse cada persona, es decir, su manera de verse; la forma de quererse, de expresarse y de relacionarse con el mundo; el valorarse positivamente, tener buen concepto de sí mimo, pensar que es el mejor en todo, capaz de enfrentarse a las dificultades con entereza; tener seguridad en si mismo para aprender, trabajar y crear. (5)

 

Así mismo, el adolescente es capaz de enfrentarse a situaciones de riesgo pudiendo salir airoso de las mismas, aspectos que forman parte de la resiliencia. Los individuos resilientes son aquellos que a pesar de estar insertos en una situación de adversidad tienen la capacidad de utilizar aquellos factores protectores para sobreponerse, crecer y desarrollarse adecuadamente, llegando a madurar como seres adultos competentes, pese a los pronósticos desfavorables.(6)

 

Por otra parte, (7) la constitución del hogar y del grupo familiar es fundamental para que en los adolescentes se creen hábitos de consumo o de prevención; siendo que la adquisición de conocimientos en materia de prevención se realiza en la escuela y en los hogares.

 

Otro aspecto importante es la responsabilidad como factor protector, la cual se refiere a la capacidad para decidir apropiadamente y para asumir obligaciones y ejecutarlas con eficacia. Si un adolescente tiene sentido de la responsabilidad tendrá más éxito en la realización de sus tareas, se sentirá bien y aumentará la seguridad en sí mismo.

 

interaccion_familiar_drogas/factores_protectores_sociales

 

En el gráfico N° 6 se encuentra la distribución de los adolescentes investigados según niveles de ocurrencia de los factores protectores sociales. Se puede observar que la mayoría se percibió en un nivel de baja ocurrencia con un 47.9%, 47% Y 43.8%. 

 

Estos resultados reflejan que no hay la presencia de factores protectores sociales de consumo de drogas en los adolescentes; esto podría deberse a que dichos factores se refieren a las condiciones que brinda la sociedad para hacer frente a la problemática de las drogas. Dentro de estos factores se pueden citar: Poca disponibilidad de drogas, normas sociales rígidas y el establecimiento de vínculos sociales estables; los cuales dependen fundamentalmente de la comunidad y de la estructura político-económica de la sociedad, la cual puede favorecer o no la aparición del fenómeno de las drogas, su tráfico y consumo. Los factores protectores a nivel de la comunidad deben ser orientados a la implementación de políticas sociales que privilegien la salud del individuo y el desarrollo de sistemas de servicios de salud para disminuir los problemas emergentes. (8)

 

Por otro lado, (9) el consumo de las drogas en los adolescentes puede ser influenciado por la presencia de factores externos, como la presencia de amigos usuarios de las drogas, siendo éste uno de los factores de riesgo social que es necesario transformar en protector de consumo de drogas.

 

Cuando resulta muy difícil obtener ciertas drogas, el número de consumidores tiende a ser escaso, sin embargo, son muchas las personas que a pesar de disponer fácilmente de drogas, no las consumen o lo hacen moderadamente. La dificultad para la obtención de la droga viene dado por tres aspectos fundamentales en la comunidad; la preparación, refiriéndose a la oportunidad que se puede presentar en la comunidad de que existan grupos dedicados a preparar drogas de uso ilícito, por ejemplo, en forma de “pitos y cebollitas”; la distribución, se refiere a grupos encargados de asignar, disponer o repartir las diferentes drogas para el consumo en la comunidad y, la venta, referido a la presencia de grupos organizados para el expendio de drogas lícitas como alcohol, cigarrillo o ilícitas como marihuana, cocaína, etc. Mientras mayor sea la presencia de grupos dedicados a preparar, distribuir y vender drogas, mayor será el riesgo de consumo.

 

Por otro lado, la estructura político-económica de esta sociedad puede favorecer o no la aparición del fenómeno de las drogas (su tráfico y consumo). El relajamiento del control social en zona de influencia perniciosa, aunado a la disponibilidad de drogas, son factores predisponentes que pueden incidir en el consumo. Es por ello que la presencia de normas y políticas para abordar y castigar el uso de drogas podría ser fundamental en la sociedad.

 

A tal efecto, se estudia el modelo de prevención ético jurídico en el cual se considera a la droga como un agente activo, y, tanto los traficantes como los consumidores son considerados delincuentes. La responsabilidad en este modelo es totalmente individual. Por lo tanto, no rebasa el orden público. Las tareas preventivas para este modelo, deben estar a cargo del Ministerio del Interior, el Poder Judicial y los Organismos de Seguridad del Estado. Sus actividades preventivas se elaboran alrededor de la censura pública contra el uso indebido de drogas y la represión. La prevención de este modelo señala que el individuo consumidor de drogas se expone a las consecuencias, especialmente de tipo legal, siendo penado, considerándose como un delito grave. Las normas y políticas públicas deben apoyar el no uso de la droga entre la juventud.

 

Sin embargo, aún cuando las tareas preventivas estarían a cargo del Ministerio del Interior, el Poder Judicial y los Organismos de Seguridad del Estado, el rol de la comunidad frente al problema de las drogas debe ser orientado hacia la búsqueda de alternativas que trabajen sobre las causas que originan el fenómeno. A tal efecto, (4) la participación de la comunidad puede ser clave en la promoción de iniciativas de salud y bienestar para niños y adolescentes.

 

En conclusión, de lo que se trata es de armonizar las fuerzas y recursos de la comunidad con los esfuerzos y apoyos institucionales en un proceso que permita mejorar el bienestar de la población. Esto requiere que exista una coordinación entre las organizaciones comunales entre sí y entre éstas y los órganos institucionales encargados de la prevención. Por otro lado, la relación entre los miembros de la familia, entre padres e hijos, juega un papel fundamental en la prevención del consumo de drogas, buscando alternativas novedosas para superar los problemas que se puedan presentar. A tal efecto, (10) se hace énfasis en la interacción del grupo familiar; donde un miembro influye sobre los otros y genera cambios, produciéndose a su vez nuevos cambios en el miembro original. En consecuencia, los problemas familiares no radican en los miembros aislados, sino en el tipo de interacciones propias de la familia. En tal sentido, la teoría de interacción familiar, se centra en la forma en que los miembros se relacionan unos con otros. (10)


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