Cuidado humano o cuidado transpersonal. Reflexionando más alla de la teoria y la practica
Autor: Msc. Rosa del Valle Rondón de Gómez | Publicado:  27/03/2010 | Enfermeria | |
Cuidado humano o cuidado transpersonal. Reflexionando más alla de la teoria y la practica .4

2.- Factores caritativos.

Los diez factores caritativos sirven como una guía y son el núcleo (en contraste al entorno) de la enfermería. El núcleo se refiere a aquellos aspectos de la enfermería que potencian los actuales procesos de sanación terapéutica tanto para el que cuida como para el que es cuidado. Los factores caritativos son como una guía filosófica y conceptual dirigida hacia un modelo del cuidado de enfermería, los cuales en su nueva versión, descrita en la Evolución de la Teoría, en el portal del Centro de Cuidado Humano, Internet (9) y en McGraw (10) son:

  1. Practicar el amor, la amabilidad y la ecuanimidad dentro de un contexto de un cuidado consciente.
  2. Ser auténtico, estar presente, ser capaz de practicar y mantener un sistema profundo de creencias, y un mundo subjetivo de vida de sí y del ser cuidado.
  3. Cultivar tus propias prácticas espirituales y transpersonales de ser, más allá de tu propio ego; abierto a otros con sensibilidad y compasión.
  4. Desarrollar y mantener una auténtica relación de cuidado, de ayuda y confianza.
  5. Estar presente y dar apoyo en la expresión de sentimientos positivos y negativos, como una conexión profunda con el espíritu del ser y de un ser que cuida por otro.
  6. Uso creativo de ser, de todas las formas de conocimientos, como parte del proceso de cuidado para comprometerse artísticamente con las prácticas de Cuidado y sanación.
  7. Comprometerse de manera genuina en una experiencia práctica de enseñanza y aprendizaje que atienda la unidad del ser y su significado estando dentro del esquema de referencia del otro.
  8. Crear un ambiente de sanación a todos los niveles, un ambiente sutil de energía donde se potencie y se esté consciente del todo, la belleza, el confort, la dignidad y la paz.
  9. Asistir las necesidades humanas con un cuidado consciente administrando cuidado humano esencial, el cual potencia la alianza mente, cuerpo, espíritu, la totalidad y la unidad del ser en todos los aspectos del cuidado y
  10. Estar abierto y atento a los misterios espirituales y a la dimensión existencial de su propia vida – muerte, el cuidado del espíritu de ser y del ser que cuida por otros.

Comprender los diez factores ha sido una acción intencional de constante conferencias sobre lo mismo. Sin parar hasta que sentí que lo expresaba y lo sentía. En los cursos también nos enfocamos para que los participantes se apropien del corazón de la teoría. La guía del viaje espiritual de Montgomery (11) sobre la sanación ha servido de fundamento para practicar el amor, la amabilidad y la ecuanimidad; descubrir y practicar la presencia significativamente; incrementar nuestro sistema de creencias espirituales; curioseamos y admiramos todas las formas de conocimiento, centrado en el otro operamos nuestro rol de enseñanza y aprendizaje.

También, en este viaje espiritual, comprendemos el compromiso de practicarle y crear ambientes de cuidado a todos los niveles, donde se está consciente de la belleza, el confort, la dignidad y la paz. En este viaje espiritual involucramos y reconocemos la ocasión y el momento de cuidado. Con la plena intensión de estar juntos con nuestras historias concretadas en los portafolios individuales y narrados por sus autores. Lo que permite comprender el sentido de lo real otorgado por la descripción fenomenológica a los fenómenos entre las enfermeras, donde nos remitimos con mucha sacralidad, a la conciencia de ambos para admirar el sentido de la ocasión de cuidado.

El venir junto en un momento dado llega a ser un punto focal en el espacio y el tiempo. Experiencia y percepción toman lugar, lo que lo otorga a la ocasión de cuidado un campo mayor como una propiedad sinérgica.

El proceso va más allá de sí mismo, aun se eleva a partir de aspectos del sí mismo que llegan a ser parte de la historia de vida de cada persona, tan bien como, parte de algún patrón de vida más grande, más profundo, más complejo. La actual ocasión del cuidado, o momento del cuidado, involucra acción y selección para la enfermera y para el otro. El momento de venir juntos nos presenta la oportunidad de decidir cómo y qué hacer con la relación y con el momento de cuidado.

Si el momento del cuidado es transpersonal o espiritual, donde sentimos la conexión con el otro, y nuestros espíritus crean una apertura para entrelazarse unos a otros. La ocasión entonces tiene la habilidad para expandir el campo de posibilidades y el sentido de estar conectado con la experiencia de otro ser humano. El sinergismo espiritual entre dos seres crea la perfección de la ocasión de cuidado.

Todo lo anterior conjugado con la conciencia del cuidado, se entiende como la dinámica holográfica del cuidado transpersonal, dentro de un momento del cuidado y la manifestación de la misma, dentro de un campo de conciencia mutua. Las dimensiones transpersonales de una ocasión del cuidado es afectada por la conciencia de la enfermera en el momento del cuidado, lo cual afecta al campo dinámico de la transacción. Esto es descrito por Watson (3) cuando señala que la conciencia total del cuidar – sanar está contenida dentro de un momento del cuidado simple, único e intransferible.

Cada momento y ocasión de cuidado entre la enfermera docente, asistente, gerente e investigadora, por muy simple que parezca, si es intencional es un momento de cuidado y por ende un momento sagrado y trascendente. Al respecto Watson (3) señala que la conciencia del cuidar – sanar de la enfermera está comunicada a la del que es cuidado.

Finalmente, se puede decir que el poder del pensamiento a través de la conciencia queda evidenciado cuando Watson (3) expresa que la conciencia del cuidar – sanar existe de un lado y del otro y trasciende al tiempo y al espacio, y puede ser dominante sobre la enfermedad física. Dentro del contexto holográfico para el cuidado y curación transpersonal, está reconocido que el proceso es relacional y conectado; transciende al yo, al tiempo, al espacio y al dominio físico; y es intersubjetivo con posibilidades transcendentes, que van más allá de la ocasión dada del cuidado.

El surgir, los roles de la conciencia, salud y bienestar han resultado de la física quántica y los novedosos modelos de la ciencia, para utilizarlo nos apegamos a Zukav (12) quien nos ayuda a considerar el significado de la conciencia (cuidar – sanar) de uno con respecto a los profesionales del cuidado y los aspectos de la salud, integridad y armonía de la mente-cuerpo-espíritu. La intuición y la creación, para todos los actos humanos y para el cuidado están en su idea de que “un pensamiento es energía, o luz, que ha sido moldeada por la conciencia.

El cuidado transpersonal tiene la capacidad de expandir la conciencia humana, trascender el momento, potenciar la curación y proporcionar un sentido del bienestar una sensación de estar reintegrado, más conectado, más completo.

La teoría, requiere de apropiación y de la aplicación. Esto en virtud de que la apropiación involucra interactuar y vivir lo que se está leyendo, enseñando o escribiendo. También, requiere de un desarrollo personal y profesional para practicar filosófica e intelectualmente el Cuidado Humano. Este desarrollo debe enfocarse en una nueva forma de ser y de pensar, para poder considerar las acciones de cuidado como posibles, concretas y tangibles.

El desarrollo y crecimiento personal debe ser continuo, para poder engranar en las necesidades éticas, emocionales, de conocimiento y con la sabiduría e intenciones que requiere la teoría y así, las enfermeras podrán lidiar con la fragilidad y las amenazas, por requerir de las personas un compromiso social, moral y espiritual.

La trascendencia del acto de cuidar sanar, considera la necesidad de estudiar y vivenciar el humanismo y la metafísica, utilizando todas las fuentes del conocimiento, para registrar y mostrar la coparticipación de la enfermera en los aspectos éticos, empíricos, estéticos y personales de la disciplina, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad.

Por lo antes expuesto, se resalta que la teoría del Cuidado Humano requiere de una práctica de enfermería y una administración centrada en el humanismo y todo lo que esto conlleva, para poder diferenciar una intervención técnica, constante y rutinaria de enfermería, tendente a la eficacia del recurso de una relación humana integral, donde la competencia técnica está en equilibrio con las competencias humanas, las competencias de conocimiento y con las competencias ontológicas.


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