Consentimiento informado
Autor: Prof. Dr. Orestes Díaz Hernández | Publicado:  27/04/2010 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria , Medicina Forense y Legal | |
Consentimiento informado .2

DESARROLLO.

Se cuenta que en la historia de la medicina aparecen innumerables códigos éticos para los médicos y ninguno para los pacientes. Los códigos éticos para los enfermos aparecieron hace escasamente 20 años. A principios de 1970 comienza a interpretarse y definirse la importancia de la relación médico-paciente.

Los propios enfermos comenzaron la reivindicación de este tipo de trato, exigiendo que se les respetase un conjunto de derechos. En esta relación el profesional tiene la información técnica y el paciente adulto la capacidad de consentir o decidir.

Ninguno de los dos puede hacer nada sin el otro. Ambos son necesarios y todo acto médico consiste en un proceso de negociación o entendimiento entre las dos partes. Igual sucede en los demás aspectos de la vida humana, en las relaciones de pareja, en la familia, en la vida social, política, laboral y otras. De manera, que estas relaciones verticales u obligatorias pasaron a ser horizontales o participativas. (Simpson, B. 2001)

La Medicina no puede ser la excepción y las relaciones ganan en madurez y en complejidad y más conflictivas. Se desprende de todo esto que el equilibrio humano es siempre inestable y precisa de un continuo proceso de arreglo y mejoría.

Para llevar a cabo este proceso se hizo necesario crear una nueva disciplina conocida como bioética. La bioética sale a la luz en el año 1970 de manos de Potter cuyos objetos de estudio lo constituyeron los problemas éticos. Estos problemas surgen de las ciencias de la salud o medicina (Gracia, GD. 1995).

La bioética se conoce como la parte de la ética que intenta poner a punto métodos de análisis y procedimientos de resolución de los problemas éticos planteados por las ciencias médicas. Sin embargo, el propio Potter (Potter, VR. 1970) la define como el estudio de la moralidad de los comportamientos humanos en el campo de las ciencias de la vida.

Los requisitos que deben cumplirse en esta disciplina son los siguientes:

1er requisito: La bioética médica ha de ser una ética civil o secular, no directamente religiosa. Ha de ser, además, una ética pluralista.

2do requisito: Debe aceptar la diversidad de enfoques y posturas e intente conjugarlos en una unidad superior.

3er requisito: La bioética actual ha de ser autónoma. Heterónomos son los sistemas morales en los que las normas le son impuestas al individuo desde fuera, en tanto que autónomos son los sistemas que parten del carácter auto-legislador del ser humano.

De todo esto se desprende que la ética médica tiene que ser racional.

Finalmente, la moderna ética médica aspira a ser universal y por tanto, a ir más allá de los puros convencionalismos morales. Todos los sistemas bioéticos cumplen con estas heterónomas que pueden ser del tipo naturalista donde el criterio de bondad lo constituye el orden de la naturaleza.

En la ética del tipo sociológica el criterio de moralidad se basa en las normas y convenciones propias de cada sociedad. En la del tipo teológica, los criterios sólo se encuentran en los libros revelados. La ética autónoma considera que el criterio de moralidad es el propio ser humano, constituyendo la conciencia y la voz de la conciencia.

Con respecto a lo racional, este no es sinónimo de racionalista. En la cultura occidental perduró durante mucho tiempo la interpretación de la racionalidad pero hoy resulta por completo inaceptable. La tesis del racionalismo plantea que la razón puede conocer a priori el todo de la realidad y que, por tanto, es posible construir un sistema de principios éticos para deducir todas las consecuencias posibles.

La racionalidad humana tiene siempre un carácter abierto con un momento a priori o principalista y otro a posteriori o consecuencialista. La razón ética debe desarrollarse siempre a este doble nivel por no constituir una excepción a esta regla. Nacida para resolver situaciones particulares y, por tanto, con vocación de convertirse en un procedimiento de toma de decisiones (Gracia, GD. 1992).

Este procedimiento consta de varios pasos y a partir de ellos se elabora un método analítico para cuestiones éticas en la práctica clínica.

PROCEDIMIENTO DE TOMA DE DECISIONES EN ÉTICA MÉDICA.-

1.- Sistema de Referencia Moral.-

Premisa Ontológica: El hombre es persona, tiene dignidad y no precio.
Premisa Ética: Todos los hombres son iguales y merecen igual consideración y respeto.

2.- Momento Deontológico del Juicio Moral.-

Nivel 1: No-maleficencia y Justicia.
Nivel 2: Autonomía y Beneficencia.

3.- Momento Teológico del Juicio Moral.-

Evaluación de las consecuencias objetivas o de nivel 1.
Evaluación de las consecuencias subjetivas o de nivel 2.

4.- Juicio Moral.-

Contraste del caso con la “regla”, como se encuentra expresada en el punto 2.
Evaluación de las consecuencias del acto, para determinar si es necesario hacer una “excepción a la regla”, de acuerdo con el punto 3.
Contraste de la decisión tomada con el sistema de referencia en el punto 1.

5.- Toma de Decisión Final.

Para ello aconsejamos utilizar la historia clínica por problemas (Gracia, GD. 1995). Primero se realiza el estudio clínico del caso y luego el problema ético.

Por ejemplo, para un trasplante cardiaco se precisa la muerte clínica y cerebral y después se decide la toma de los órganos. Recordamos que en toda historia clínica se identifican no sólo los problemas biológicos, sino también los éticos.

Cada problema moral debe someterse al mismo proceso analítico. Primero hay que constatar el caso con los principios deontológicos, tanto de nivel 1 como de nivel 2. La relación clínica es siempre y por principio de nivel 2.

El principio ético que hace presente el enfermo en la relación es el de autonomía, y el del médico es el de beneficencia. Lo que ambos quieren es llegar a un acuerdo privado, en el que converjan la autonomía del paciente con la beneficencia técnica del médico. El modo de lograrlo es mediante la puesta en práctica del consentimiento informado. Si el paciente no es competente para decidir entonces deberán hacerlo en su lugar sus familiares y en último caso el juez. A continuación presento el modelo de evaluación de competencia propuesto por Gracia en 1992 (Gracia, GD. 1992).


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