Alteraciones Ecocardiograficas y electrocardiograficas en pacientes hipertensos
Autor: Dr. Argelio Díaz Ortiz | Publicado:  27/04/2010 | Cardiologia | |
Alteraciones Ecocardiograficas y electrocardiograficas en pacientes hipertensos .3

En la tabla 5 señala la distribución de los pacientes hipertensos según la repercusión de la enfermedad sobre la función diastólica ventricular, donde se puede observar que sólo el 28,4% de los mismos no tenía afectación de la misma, estando presente en el 71,6% de los estudiados.

Cuando se revisa la literatura se aprecia que se han realizado diversos estudios, que a medida que avanza el desarrollo tecnológico el ecocardiograma se hace cada vez más importante a la hora de definir la presencia o no de alteración de la función diastólica ventricular.

Plana describe en su estudio que la Prevalencia de disfunción diastólica en los pacientes hipertensos de nuevo diagnóstico es de 60% (24) Igualmente de la Serna (25), destaca la importancia capital que representa un diagnostico precoz de la presencia de disfunción diastólica para el manejo adecuado del paciente hipertenso.

Recientemente el estudio realizado por el grupo de Mayo Clinic (26) resalta el papel que juega la diástole en la preservación de la función cardiaca normal.

Resultados similares obtenidos por otros autores como Reitburd, Montaner Negrín y Beat (22,27) demuestran cuán importante es el profundizar en el estudio de esta problemática que tan estrechamente relacionada se encuentra con el desarrollo de la complicaciones fatales y disminución de la calidad de vida del paciente hipertenso, a lo cual se suma que la mayoría de estos pacientes tiene preservada la función sistólica y no así la diastólica, la similitud con que se pueden presentar cuadros agudos de insuficiencia cardiaca y las diferencias en cuanto al manejo de ambas.

Tabla 6. Distribución de los pacientes hipertensos según alteraciones ecocardiográficas y tiempo de evolución de la enfermedad.

ecografia_EEG_HTA/hipertension_tiempo_evolucion

La tabla 6 muestra la distribución de los pacientes hipertensos según alteraciones ecocardiográficas y tiempo de evolución de la enfermedad. En ella se aprecia como a medida que avanza el tiempo que lleva el paciente padeciendo Hipertensión Arterial se incrementa también el número de afectaciones cardíacas demostrables por ecocardiografía. Aparecen entre los sujetos que llevan menos de cinco años como hipertensos diagnosticados el mayor número sin alteraciones cardiacas(18,02%) y la menor frecuencia de complicaciones, ya que sólo un 6,69% presentó Hipertrofia ventricular izquierda y el 12,97% disfunción diastólica, en este grupo no se observaron pacientes con disfunción sistólica. Resultados opuestos mostraron los grupos de 10 a 14 años y de 15 años y más, en los cuales disminuyó progresivamente el porcentaje de casos negativos y donde se agruparon la mayoría de las complicaciones, llegando representar en orden de frecuencia la disfunción diastólica un 43,09%, la Hipertrofia ventricular izquierda un 37,23% y casi la totalidad de los casos que presentaron afectación de la función sistólica.

Estos resultados se explican teniendo en cuenta que en la historia natural de la enfermedad hipertensiva la disfunción diastólica precede a la hipertrofia miocárdica y ambas a su vez a la disfunción sistólica. (27)

Resultados que obtuvieron otros investigadores llaman a la reflexión acerca de lo importante que resulta un correcto manejo del hipertenso y la actuación sobre los factores de riesgo modificables, tales como Pérez Fernández (36), quien encontró que la afectación cardiovascular precoz ya está presente desde los comienzos de la enfermedad en su estudio con adolescentes hipertensos, de los cuales un 34,6% presentaba algún patrón de disfunción diastólica y un 15,8% hipertrofia ventricular izquierda ligera.

Borges (28), Kauffmann (29) y otros autores también hacen hincapié acerca de que La disfunción diastólica es la primera de estas modificaciones demostrable por ecocardiografía doppler, seguida de las demás complicaciones ya referidas fundamentalmente.

Tabla 7. Alteraciones electrocardiográficas.

ecografia_EEG_HTA/alteraciones_electrocardiograficas_hipertension

La hipertrofia Ventricular Izquierda es la alteración electrocardiográfica más frecuente en el grupo de pacientes estudiados con 88 casos (36.8%). Bottini detectó HVI en el 38% de los pacientes hipertensos. (30) La presencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) aumenta la morbimortalidad cardiovascular, siendo el riesgo proporcional al índice de masa del VI. En el estudio Framingham la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) fue un factor de riesgo cardiovascular, independiente de las cifras de presión arterial, edad, sexo, tabaquismo y colesterol, con una incidencia de eventos cardiovasculares y muerte a los 4,8 años tres veces superior. (31) Existe una significativa aunque no estrecha correlación entre el Índice de masa ventricular izquierda (IMVI) y el grado de hipertensión arterial (HTA), sugiriendo la existencia de otros factores implicados. En el estudio Framingham el Índice de masa ventricular izquierda se relacionó con el nivel de la tensión arterial sistólica (r = 0,27 para hombres y 0,31 para mujeres). (32) La masa ventricular izquierda tiene una relación lineal con el aumento del riesgo cardiovascular y la prevalencia de hipertrofia ventricular izquierda afecta algo más del 60% en hipertensos moderados no complicados. (33)

Le sigue como alteración electrocardiográfica la isquemia miocárdica crónica con 42 pacientes (17.5%) El propio aumento de la masa del VI, así como los cambios estructurales que tienen lugar a nivel del miocardio y de los vasos coronarios pueden desencadenar episodios de cardiopatía isquémica. La isquemia miocárdica juega un importante papel en la fisiopatología de la cardiopatía hipertensiva, de hecho el estudio Framingham (31), encontró una relación entre hipertensión arterial (HTA) y un mayor riesgo de presentar cardiopatía isquémica, mayor aún en presencia de Hipertrofia ventricular izquierda.

La American Heart Association en su último Task Force (34) establece que la afectación cardiaca de la hipertensión arterial (HTA) se localiza fundamentalmente a cuatro niveles: Hipertrofia ventricular izquierda, Insuficiencia cardiaca, Isquemia miocárdica y aparición de Arritmias, siendo las tres últimas complicaciones consecuencia directa de la primera.

Los trastornos de la conducción intraventricular con 41 casos representaron el 17.1%. Las Arritmias supraventriculares fueron 27 (11.2%), las arritmias ventriculares nueve (3.7%). Los Trastornos de Conducción Auriculoventricular fueron cinco (2%). La presencia de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) parece favorecer la dispersión de la duración del potencial de acción y período refractario de la fibra miocárdica, favoreciendo la aparición de arritmias y aunque el estudio Framingham demostró una disminución en la morbilidad y mortalidad cardiovascular con la reducción de la hipertrofia ventricular izquierda (HVI) (31), no está demostrada su relación directa con la disminución de las arritmias.


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