Diagnostico Clinico Microbiologico de Vaginitis y Vaginosis bacteriana en pacientes con leucorrea
Autor: Dra. Bárbara Teresa Calderón Badia | Publicado:  24/05/2010 | Microbiologia y Parasitologia , Enfermedades Infecciosas , Ginecologia y Obstetricia | |
Diagnostico Clinico Microbiologico de Vaginitis y Vaginosis bacteriana en pacientes con leucorrea .4

La mayor parte de mujeres que presentaron infecciones vaginales son en su mayoría jóvenes en edad reproductiva lo cual concuerda con otros autores (20, 22, 23, 25). Estos resultados pueden estar dados por el incremento de las relaciones sexuales en este grupo de edad, ya que la ocurrencia de estas infecciones se ha relacionado de manera directamente proporcional con esta actividad. Smart S. (24) asocia la Vaginosis Bacteriana y otras infecciones vaginales con la conducta sexual: el inicio de vida sexual a temprana edad y el número de parejas sexuales. Se sabe que una de las tendencias actuales en Cuba y en el mundo es el adelanto del inicio de las relaciones sexuales. Cambios en la conducta sexual favorecidas por el desarrollo de las sociedades, entre las que pueden mencionarse la desmitificación de la virginidad, no serían nocivos si fueran acompañados de valores como la responsabilidad, la honestidad y la noción de lo duradero, pero sobre todo, si fueran acompañados de una oportuna sabiduría legada por la familia.

En nuestro país el alto nivel educativo que han alcanzado los jóvenes, ha destruido mitos y tabúes que veían al sexo como algo pecaminoso; además, la participación conjunta de hembras y varones en actividades sociales y escolares ha facilitado el acercamiento de los jóvenes o adolescentes en una etapa de fuertes impulsos sexuales, factores todos que llevan a un incremento de las enfermedades de transmisión sexual en general. A pesar de ello es bastante conocido que el nivel de educación de las mujeres influye directamente en sus actitudes y prácticas relacionadas con la salud, comportamiento reproductivo, tamaño ideal de la familia y conocimiento práctico de la planificación familiar (20, 22).

El uso de DIU favorece la aparición de Vaginosis Bacteriana en relación con el hecho ya conocido de que cuerpos extraños tienden a potenciar la capacidad de los organismos de baja virulencia para colonizar e infectar (3, 17, 25), tal como se evidencia en una investigación realizada por Bermúdez y colaboradores (26) en la cual se encontró una alta asociación entre los casos de Vaginosis Bacteriana y el uso de DIU. Actuar como cuerpo extraño es también la posible relación que se establece entre este factor predisponente y la Candidiasis vaginal recurrente (27).

En la literatura encontramos que el cuadro clínico de Vaginosis Bacteriana está representado por leucorrea maloliente, lo que constituye un criterio diagnóstico (Anexo 2). Los síntomas irritativos como sensibilidad vaginal, prurito y ardor pueden estar ausentes en casi la mitad de las pacientes por el limitado compromiso inflamatorio de esta enfermedad infecciosa (3, 20, 25).

El cuadro clínico de la vulvovaginitis candidiásica depende de la intensidad y ubicación de la infección. El prurito como síntoma más frecuente, caracteriza a esta entidad, a mayor tiempo de enfermedad se presenta dispareunia, mal olor y disuria (7, 17, 23,27).

La infección causada por Trichomonas vaginalis puede comprometer cérvix, vagina y vulva. La sintomatología en estas pacientes puede variar dependiendo de la severidad de la respuesta inflamatoria. En la mayoría de los casos, la descarga vaginal suele ser el único síntoma, conforme progresa la respuesta inflamatoria y el volumen del flujo aumenta presentándose aumento de la sensibilidad vaginal, prurito y dispareunia. Algunas pacientes con esta infección pueden referir dolor pélvico o dolor abdominal bajo, se percibe generalmente mal olor de la secreción cuando se diagnostica como agente causal único y mucho más acentuado cuando se diagnostica asociado a otros microorganismos (7, 8, 19, 23).

En un caso típico de Vaginosis Bacteriana se espera encontrar secreción vaginal homogénea, fétida, color blanquecino y cantidad moderada o abundante (11, 19). En este estudio, la ausencia de signos inflamatorios en vagina, el flujo vaginal fundamentalmente grisáceo, aminado y fétido estuvieron presentes en las pacientes, hallazgo que está en concordancia con lo que se describe en la literatura (3, 20, 25). La Candidiasis vaginal se describe clínicamente por presentar escasa leucorrea, de color blanquecino y consistencia grumosa. El olor cuando se percibe es mínimo y no fétido. Los síntomas de prurito, demás signos de vulvovaginitis así como las características del flujo vaginal encontradas en nuestro estudio concuerda con lo revisado en la bibliografía (7, 17, 23). En la Trichomonosis vaginal la apariencia del flujo es variable con relación a la respuesta inflamatoria, aunque puede ser asintomática, suele haber flujo abundante, espumoso, maloliente y amarillo-verdoso (19). En este estudio las características antes mencionadas estuvieron presentes; datos similares se describen en la literatura (7, 8, 23)

Estos datos enfatizan la necesidad de que se realice la investigación de laboratorio desde que la paciente comienza con la descarga vaginal o leucorrea para un tratamiento efectivo con agentes específicos (20, 22, 23, 25).

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