Experiencia en la Blefaroplastia inferior por abordaje transconjuntival en Cirugia Plastica
Autor: Dra. Romy Lorenzo Manzanas | Publicado:  7/06/2010 | Cirugia Plastica Estetica y Reparadora | |
Experiencia en la Blefaroplastia inferior por abordaje transconjuntival en Cirugia Plastica .1

Experiencia en la Blefaroplastia inferior por abordaje transconjuntival en Cirugía Plástica. Villa Clara 2006-2008

Dra. Romy Lorenzo Manzanas. Especialista de primer Grado en MGI. Especialista de 1er. Grado en Cirugía Plástica y Caumatología. Profesor Instructor. Dirección: Cuba, 463 entre Estrada Palma y Misionero, Santa Clara.
Dr. Julio César Gálvez Chávez. Especialista de 2º Grado en Cirugía Plástica y Caumatología. Profesor Auxiliar.

Hospital Clínico Quirúrgico Docente: “Arnaldo Milián Castro”. Santa Clara, Villa Clara


RESUMEN

Se realizó un estudio descriptivo, prospectivo para caracterizar los resultados estéticos obtenidos utilizando la técnica de blefaroplastia inferior por abordaje transconjuntival en pacientes que acudieron a consulta de Cirugía Plástica del Hospital Clínico Quirúrgico Docente “Arnaldo Milián Castro”, por presentar bolsas palpebrales inferiores evidentes, desde el 1º de julio de 2006 hasta el 31 de julio de 2008. La muestra quedó conformada por 15 pacientes, que cumplieron con los criterios de inclusión y exclusión, a los que se les llenó una ficha, que incluía variables como: color de la piel, sexo, edad, grado de corrección de las bolsas palpebrales, grado de acomodación de la piel, complicaciones, resultado estético y estado de satisfacción.

En los pacientes predominó el color de piel blanco, el sexo femenino, y las edades entre 31 y 40 años. Se realizó en todos los pacientes corrección de las bolsas grasas, la mayoría con corrección total. Se logró acomodación de la piel en todos los casos. Las complicaciones fueron mínimas y no afectaron el resultado final de la operación. Todos los pacientes mostraron satisfacción con los resultados obtenidos. Se hacen recomendaciones.

Palabras clave: Blefaroplastia inferior por abordaje transconjuntival.

INTRODUCCIÓN

La cirugía cosmética de los párpados constituye un tema fundamental en el arte de la restauración estética de la cara.

El aspecto general de la expresión y forma de los ojos siempre ha constituido una causa de preocupación para una gran parte de los seres humanos en algún momento de la vida, en particular la presencia de las bolsas grasas del párpado inferior. Estas bolsas no son más que la protrusión de la grasa retroorbitaria a manera de pseudoherniación (1), que se origina por dos mecanismos: el aumento de tamaño de las bolsas, que ocurre por la edad o que obedece a una condición heredo-familiar, aún en personas jóvenes y, también, porque los tejidos que retienen las bolsas en su sitio se relajan y las bolsas se comportan como verdaderas hernias de grasa (2). Estas constituyen la causa más importante de deformidad palpebral por la que consultan los pacientes (3), que se presentan generalmente a partir de los 35 años, aunque existen individuos con susceptibilidad familiar en los que puede desarrollarse más precozmente, y suele ser habitual hasta los 40 ó 50 años, de ahí que uno de los aspectos abordados con mayor frecuencia por todos los cirujanos plásticos es precisamente el relacionado con las deformidades estéticas de los párpados, característica que hace de la blefaroplastia el tratamiento más solicitado en la cirugía estética facial. Se hace objetivo primordial para el cirujano plástico el velar que sus pacientes presenten un mínimo posible de cicatrices, marcas o estigmas que delaten o hagan visible la presencia de una cirugía plástica (4).

Tradicionalmente la técnica empleada con mayor frecuencia para la corrección de las bolsas palpebrales ha sido la vía transcutánea (5). Sin embargo, en la práctica actual la blefaroplastia transconjuntival se ha convertido en la técnica favorita y más utilizada en la gran mayoría de los casos.
Históricamente, fue J. Bourquet (6) quien describió por primera vez este abordaje (7) en 1924, pero esta técnica cayó en el olvido por muchos años, por causas desconocidas (posiblemente por lesiones del músculo oblicuo inferior o lesiones de córnea), y en 1953 se empezó a utilizar nuevamente esta vía de abordaje por Tessier (8), a partir de ahí varios autores reportan sus experiencias con la blefaroplastia estética vía transconjuntival, con buenos resultados estéticos y una significativa disminución de las complicaciones posoperatorias (9) , por lo que esta técnica quirúrgica sigue ganando adeptos dentro de los cirujanos plásticos (1,5) y más del 60% de los pacientes a los que se les ha realizado blefaroplastia han sido tratados por este método.

En la sociedad cosmética actual, la blefaroplastia inferior mediante la vía transconjuntival ha tomado un lugar importante en el arsenal del cirujano estético. La mejor indicación para esta técnica es en pacientes jóvenes con bolsas palpebrales evidentes y poco o ningún exceso de piel (9), También está indicada en la blefaroplastia secundaria y en pacientes que se presentan con un riesgo cicatrizal; aunque también pueden emplearse conjuntamente con la vía transcutánea (5,10) Hospital Clínico Quirúrgico Docente: “Arnaldo Milián Castro”. Santa Clara, Villa Clara
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La cirugía estética más moderna trata de aportar soluciones sencillas, con el mínimo de cicatrices y con el menor trastorno para el paciente, referido fundamentalmente a un posoperatorio corto y el retorno a las actividades laborales y sociales lo antes posible, por lo que se imponen las técnicas más seguras, dentro de las que se encuentra la blefaroplastia transconjuntival (11), de la cual la experiencia es poca en nuestro medio. Es por ello que decidimos realizar este trabajo con el objetivo de caracterizar los resultados estéticos obtenidos utilizando dicha técnica como tratamiento del envejecimiento palpebral.

MÉTODO

Se realizó un estudio descriptivo, prospectivo en un universo de pacientes que acudieron a la consulta externa del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Clínico Quirúrgico Docente Arnaldo Milián Castro (HAMC), de la ciudad de Santa Clara, por presentar bolsas palpebrales inferiores evidentes, en el período comprendido del 1º de julio de 2006 hasta el 31 de julio de 2008; se tomó como muestra 15 pacientes que cumplieron con los siguientes criterios de inclusión: hernia anterior de grasa, sin redundancia cutánea y/o muscular, con edades entre 25 y 50 años, buen estado de salud, con estabilidad psicológica y sean realistas en sus expectativas, con riesgo de cicatrices discrómicas o hipertróficas, blefaroplastia secundaria con resección inadecuada de grasa, y riesgo de retracción del párpado inferior posoperatorio.

Se excluyeron aquellos pacientes con enfermedades previas a nivel palpebral, problemas oftalmológicos, uso de antiinflamatorios no esteroideos y vitamina E en los 15 días previos a la cirugía, pacientes con enfermedades cardiovasculares, metabólicas y discrasias sanguíneas. Las variables del estudio fueron: sexo, edad, color de la piel, grado de corrección de las bolsas palpebrales, grado de acomodación de la piel palpebral, resultado estético, complicaciones y grado de satisfacción del paciente. Para la recogida de la información se utilizó una hoja de registro. A todos se les realizó asepsia y antisepsia de la región facial con hibitane acuoso 1% y/o yodo y solución salina, colocación de campos quirúrgicos.

El cirujano se sitúa a la cabecera del paciente, se aplican gotas de lidocaína en el fondo de saco conjuntival para disminuir sensibilidad de la mucosa conjuntival, se procede a la infiltración con Lidocaína al 0.5% y una dilución de la epinefrina de 1 en 100000 UI a lo largo de la conjuntiva del párpado inferior entre el tarso y fondo de saco, previo bloqueo del nervio infraorbitario e infiltración de las bolsas, luego se espera aproximadamente 10 minutos para que se efectúe vasoconstricción propia de la epinefrina; el ayudante debe mantener hacia arriba un retractor para desviar el párpado inferior, se incide la conjuntiva con un bisturí número 15, a 4 – 5 mm del borde tarsal, paralela al fondo de saco conjuntival inferior, se coloca un separador tipo Desmarres que tracciona el extremo inferior conjuntival (distal), se introducen las ramas de la tijera a través de la incisión central para disecar de forma roma el espacio subconjuntival en dirección nasal y temporal, para exponer bien los tejidos y se aplica una sutura de seda o assufil 5-0 ó 6-0 a través de la conjuntiva de manera que el extremo superior (proximal) pueda ser retraída hacia arriba del globo ocular, para protección y mayor exposición de los retractores, y pondremos en tensión al septum orbitario haciendo más aparentes los paquetes adiposos.


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