Diabetes mellitus
Autor: Yenier Jiménez Hernández | Publicado:  10/06/2010 | Endocrinologia y Nutricion | |
Diabetes mellitus .1

Diabetes mellitus

Yenier Jiménez Hernández.
Liuvan Guzmán Becerra.
Yanet Pintado Machado.
Anabel Monzón Rosado.

Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos “Dr. Raúl Dorticós Torrado”

RESUMEN:

Se realizó una revisión bibliográfica a cerca de la relación que tiene la Hipertensión Arterial y la Diabetes Mellitus. La Hipertensión Arterial es una complicación de la diabetes en todas las poblaciones y ocurre con frecuencia creciente con la edad. Ambas enfermedades son potentes factores de riesgo independientes para la enfermedad cardiovascular, renal, cerebral y la enfermedad vascular ateroesclerótica periférica. La reducción de la prevalencia y mortalidad por hipertensión arterial y diabetes mellitus implica inducir cambios en los estilos de vida, sin dejar de lado su detección oportuna y tratamiento adecuados, sobre todo en función de que su tendencia es creciente en la edad productiva.

Palabras clave: Diabetes Mellitus; complicaciones; hipertensión arterial.

INTRODUCCIÓN:

La diabetes mellitus constituye actualmente un problema global de salud, que afecta ya al menos 30.000.000 de personas, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Las cifras anteriormente expuestas representan un estimado conservador, pues la misma se incrementa constantemente, a medida que asciende el promedio de vida en el hombre, como resultado del control de las enfermedades infecto contagiosas y el desarrollo de los servicios de Salud Pública. Entre las complicaciones que con mayor frecuencia se desencadenan en estos pacientes están las lesiones vasculares. (1) (5) (6)

En España la prevalencia de microalbuminuria (excreción urinaria de albúmina = 20-200 µg/min), macroalbuminuria (excreción urinaria de albúmina > 200 µg/min) e insuficiencia renal (creatinina plasmática > 1,5 mg/dl), es del 23,1%, 4,6% y 7,5%, respectivamente. Los datos proceden de un estudio multicéntrico transversal realizado en siete provincias (Asturias, Córdoba, Las Palmas, Navarra, Santander, Vizcaya y Zaragoza), sobre una muestra de 1.636 pacientes. (7)

Se estima que en Cuba la prevalencia de esa enfermedad es de 25,3 por cada mil habitantes, por ello los especialistas insisten en la necesidad de evitar los factores de riesgo, como la obesidad, el tabaquismo y controlar la hipertensión arterial. (4) (7)

En la provincia de Matanzas la macroangiopatía diabética de los miembros inferiores constituye la primera causa de amputaciones en los Servicios de Angiología y Cirugía Vascular, correspondiéndose con los reportes estadísticos del resto del país y de países desarrollados. Estudios clínicos y epidemiológicos han evidenciado una alta frecuencia de hipertensión arterial, cardiopatía isquémica y enfermedad cerebrovascular en la población diabética. (2-5). La asociación de lesiones vasculares en diferentes sectores del organismo ha sido uno de los terrenos más investigados dentro de la diabetes mellitus y los párrafos anteriores brindan una buena muestra de esta afirmación. Una asociación de lesiones vasculares diferente o diferenciada dentro de diferentes subpoblaciones de pacientes diabéticos que abarque más allá de la clásica división entre tipo I y tipo II, es una interrogante aún no contestada y evidentemente lógica a la luz de los diferentes tipos de lesiones vasculares definidos. (1) (4) (7)

La diabetes Mellitus constituye la primera causa de muerte por enfermedades cardiovasculares (infarto en el miocardio y accidentes cerebrovasculares), así como también la ceguera, es el motivo más común de amputación y el principal de fallo renal en los países desarrollados. (4)

DESARROLLO:

Con el término de diabetes se engloban unas series de situaciones de tipo crónico, caracterizadas por unas cifras de glucosa en sangre superiores a 126 mg/dl, en dos determinaciones distintas. Las células de nuestro organismo necesitan como fuente de energía para llevar a cabo los procesos vitales un azúcar, la glucosa, proveniente de los alimentos. Esta es transportada por la sangre y para que pueda llegar hasta la célula necesita la acción de una hormona que produce el páncreas, la insulina. En la diabetes, el páncreas produce poca insulina o hay problemas con su aprovechamiento, en cualquier caso, el resultado es que la glucosa no puede de ser utilizada por la célula y se queda en la sangre. (2) (3) (10)

Tipos de diabetes: Diabetes mellitus insulindependiente, tipo 1 o infantojuvenil, aparece en general en personas de menos de 30 años. Se produce un déficit importante en la producción de insulina por el páncreas por lo que es necesario administrarla de por vida. El 10-15% de los diabéticos pertenecen a este grupo. (2) (3) (6) (10)

Diabetes mellitus no insulindependiente, tipo II o diabetes del adulto, tiene lugar generalmente en personas de más de 40 años. El páncreas produce insulina pero de una manera insuficiente o hay problemas para su aprovechamiento. Va asociada a menudo a obesidad, hipertensión o alteraciones de las grasas en sangre. Puede o no ser tratada con dieta solo o con dieta y pastillas antidiabéticas. Es el grupo mayoritario y representa más del 85%. (3) (6)

Diabetes secundaria, puede estar producida por una enfermedad o por una medicación que sea capaz de elevar las cifras de glucosa en sangre, a diferencia de las anteriores cuando desaparece la causa pueden normalizarse las cifras de glucosa y desaparecer la enfermedad. (3)

Diabetes gestacional, se produce durante el embarazo y suele desaparecer después del mismo. Tiene importancia por el efecto que sobre el feto y la fertilidad pude tener, además de la posibilidad de que posteriormente esa madre tenga tendencia a iniciar una diabetes tipo II. (3)

La hipertensión arterial empeora y acelera el daño que la diabetes ejerce sobre las arterias, lo que da lugar a que las personas hipertensas y diabéticas sufran con mayor frecuencia que las que únicamente padecen diabetes y mucho más que las sanas, infarto de miocardio, insuficiencia renal, accidentes vasculares cerebrales (trombosis), enfermedad vascular periférica, etc., que incluso puede llegar a ocasionar la muerte del paciente. Tanto la hipertensión como la diabetes en general no se pueden curar, aunque mediante el control adecuado de las cifras de glucosa en sangre y de presión arterial se puede evitar o por lo menos retrasar el daño que produce en el organismo. (3) (7)

La Hipertensión arterial es más prevalente en hombres diabéticos que en mujeres diabéticas en menores de 50 años, con franco predominio en la mujer después de esa edad. (6)

Los pacientes diabéticos hipertensos difieren de aquellos no diabéticos en una mayor predisposición a la retención sódica por mayor reabsorción de Na+ a nivel tubular renal y a un incremento de las respuestas presoras a niveles incrementados de norepinefrina. (6)

Las indicaciones de la intervención farmacológica de la hipertensión arterial no se hace mención expresa de la edad, sería aconsejable seguir las sugerencias de Mogensen, quien preconiza iniciar tratamiento farmacológico en pacientes menores de 60 años con cifras iguales o superiores a 140/90 mmHg, mientras que en diabéticos mayores de 60 años, sería procedente hacerlo con cifras de presión arterial algo más elevadas (160/90 mmHg), sobre todo en estadíos iniciales de la nefropatía. (7)

Sólo el 35-50% de los diabéticos tipo 1 y entre el 15-60% de los pertenecientes al tipo 2, van a desarrollar una nefropatía manifiesta, es lógico pensar que tanto en la diabetes tipo 1 como también en la tipo 2, pueda existir una susceptibilidad genética. La frecuente asociación de nefropatía e hipertensión arterial, ha llevado a los investigadores a buscar el papel que pueden jugar ciertos genes (p.ej. el gen ACE) en la susceptibilidad genética para el padecimiento de ambos procesos. (7) (8)

La hipertensión se puede considerar no sólo como una causa de la enfermedad renal sino como resultado del daño ocasionado por la misma. A medida que la enfermedad renal avanza, los cambios físicos de los riñones provocan un aumento de la tensión arterial. De esta manera se crea una espiral peligrosa, en la que se combinan la hipertensión y los factores que la producen. La detección y el tratamiento precoces de la hipertensión, incluso de los casos leves, son de suma importancia para las personas diabéticas. (8)

Según Luque, los pacientes con hipertensión arterial (HTA) y diabetes son los más difíciles de controlar, ya que el diabético hipertenso suele presentar hipertensión arterial (HTA) sistólica, la de más difícil control y la que se asocia a mayores eventos cardiovasculares. Le siguen en importancia la obesidad, la hipertrofia ventricular izquierda y la microalbuminuria. "En enfermos diabéticos hay que lograr presiones inferiores a 130/80 milímetros de mercurio, por lo que deben emplearse y combinarse muchos fármacos. (9)


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