Perspectiva Historico-Filosofica del Cuidado de Enfermería en el area Mental
Autor: Lic. Norely Mendoza | Publicado:  8/09/2010 | Historia de la Medicina y la Enfermeria , Enfermeria , Psiquiatria | |
Perspectiva Historico-Filosofica del Cuidado de Enfermería en el area Mental .2

Este punto de vista dio origen a la Teoría Humoral de la enfermedad. Por otra parte, Platón quien consideraba que la vida era un equilibrio dinámico mantenido por el alma; la cual estaba constituida por un alma racional que residía en la cabeza y un alma irracional localizada en el corazón y el abdomen. Cuando el alma racional pasaba a ser incapaz de controlar la parte irracional se producía la enfermedad mental

A partir de la Edad Media las iglesias pasan a ser asilos de los enfermos y posteriormente se convierten en hospitales. Las iglesias se convierten en instituciones poderosas que estaban al frente de los servicios de salud. La enfermedad pasa a ser el resultado de una posesión diabólica, de la brujería y era el castigo por los pecados cometidos. (7) La salud estaba en manos de los sacerdotes quienes practicaban atención espiritual a los enfermos mentales, realizando así exorcismos demoníacos con flagelaciones y en los casos extremos los enfermos eran quemados en la hoguera.
Las enfermeras en esta época eran las jóvenes puras y castas o las viudas que habían ofrecido su alma a Dios brindando el cuidado enfermero basándose en un concepto de ayuda que podría denominarse vocacional-cristiano-caritativo. (8)

La iglesia proclamaba que el hombre era el centro del universo, y al estar una persona afectada en su mente, se creía que era consecuencia de la influencia de un cuerpo celeste, como la luna, de allí surge el término “lunatismo” o trastorno causado por un cuerpo lunar. (9) Por las características del enfermo mental se hizo necesario sacarlo del contexto familiar, llevándolo a centros donde se minimizara su peligrosidad, se aplicaran medidas de restricción especiales, se aislaran, necesitándose entonces de personas masculinas con vigor y fuerza que pudieran restringirlos fácilmente

En este período de la historia a principios del siglo XIV no se podría hablar de cuidados para este tipo de enfermos, pues no se consideraban seres humanos, solo eran seres poseídos que una vez ingresados en estos sitios dejaban de existir para sus familias y su entorno social, por eso eran tratados como bestias, encadenando a los más violentos a la pared, mientras que los menos violentos se les obligaba a llevar brazaletes metálicos de identificación y deambular mendigando por las calles

Para el siglo XVI con el Renacimiento y el descubrimiento del ser humano como un individuo real de carne y hueso, empiezan a surgir las evidencias de la conformación del cuerpo humano a través de las labores de exploración anatómica. Se reconoce la enfermedad mental y se empiezan a identificar en forma correcta comportamientos de melancolía (depresión), manía, y personalidades psicopáticas, llevando así a clasificar las diferentes conductas anómalas.

Sin embargo, los enfermos mentales seguían tratándose en forma inhumana durante este siglo y el siguiente, pues los médicos en su afán de evidenciar las causas físicas de los trastornos mentales les sometían a prácticas tales como sangrías, inanición hasta causarles la muerte, golpearles y purgarlos hasta hacerlos sumisos.

En este periodo se expresa en el campo de la salud lo característico del pensamiento del hombre de la época donde según Foucault el estudio del hombre no conoce al hombre más que lo que él da a conocer (10), puesto que la manera de conocerlo en conjunto era conociéndolo separadamente en cada una de sus unidades anatómicas y funcionales

Durante la segunda parte del siglo XVIII se desarrolla la psiquiatría como una rama separada de la medicina, se cuestionó el tratamiento infrahumano y las prácticas crueles a los enfermos mentales. Así en París, Philippe Pinel proclamó la aceptación del enfermo mental como ser humano que requería atención médica y cuidados de enfermería y servicios sociales. (11) Se inician las colonias para los enfermos mentales, pero se seguían los tratamientos crueles como la terapia insulínica y los confinamientos, pues la enfermedad era considerada irreversible.

El cambio de atención sanitaria en el área mental durante este periodo tiene relación con los cambios surgidos en la percepción del hombre, dejando de ser una sustancia metafísica o una suma de movimientos, para ser simultáneamente un ser natural y una estructura finita de conocimiento (10) Las practicas medicas son una clara muestra de la objetivación del hombre.

Para el siglo XX cambia el panorama en la Psiquiatría al poder Freud explicar el comportamiento humano en términos psicológicos y demostrar que la conducta puede cambiar si las circunstancias son apropiadas; (9) surgiendo así la Teoría del Psicoanálisis. A partir de este momento se comienzan a evidenciar muestras de subjetivismo en el área de la salud, visualizándose además la presencia del observador y el observado en relación reciproca.

Así también, se comienzan las diferentes terapias como la psicoterapia, la terapia electro convulsiva para sacar a las personas de las depresiones graves y la lobotomía (intervención quirúrgica para la separación de los lóbulos frontales cerebrales del tálamo) para eliminar los comportamientos violentos cuando se hacía inefectiva la contención mecánica por medio de la camisa de fuerza.

Otro aspecto importante lo constituye el inicio del uso de los psicofármacos alrededor de la década de los 50 que fue lo que revolucionó la terapéutica psiquiátrica, pues permitía controlar la conducta de los pacientes permitiéndoles participar en la vida cotidiana casi sin problemas lo que trajo como consecuencia permitir pensar en des institucionalizar al paciente psiquiátrico, reflejando el carácter reversible de la enfermedad mental.

A partir de este avance se hace posible comenzar a pensar que las personas con trastornos mentales podían vivir en su comunidad y continuar la labor terapéutica en forma ambulatoria, por lo que se requiere de la infraestructura de los centros de salud mental comunitarios. En nuestro país, especialmente en Carabobo, a partir del 1990 se comienza la reforma de las colonias psiquiátricas, la aparición de los hospitales psiquiátricos y los centros de salud mental, luego de haberse tomado como prioridad la salud mental.

No obstante, la evolución presentada dentro del área de la salud mental, las personas parece no haberse beneficiado con los cambios y el desarrollo del mundo moderno, al contrario, la miseria, la criminalidad y la destrucción ambiental vienen tomando porciones crecientes en los últimos años.

Existe una paradoja entre las fuerzas del mundo moderno con su tendencia hacia valores como la hostilidad, el odio, la violencia, la deshonestidad, el miedo y las necesidades de una vida con más solidaridad, afectividad, amor, paz, respeto y esperanza. (1) Lo antes expresado es el ejemplo entre los comportamientos de cuidado y de no cuidado; como lo segundo están las tragedias provenientes de las pugnas políticas, los intereses económicos y la búsqueda de poder que terminan produciendo las guerras, los asesinatos masivos, los ataques terroristas, produciendo en la humanidad impotencia para vivir en un ambiente de paz, es decir de cuidado.

La violencia que hemos presenciado en los últimos tiempos no posee linderos, ni civilizaciones, ni culturas, han sido de diversas naturalezas como los percibidos provenientes de la guerra del Medio Oriente, los asesinatos masivos como simples hechos violentos o respondiendo a una ideología religiosa o política, los ocasionados por el trafico de drogas, como consecuencia del consumo de alcohol y las drogas o con fines de obtener bienes materiales sin mucho esfuerzo.

A través de los adelantos tecnológicos y la globalización se han generado agravios a la humanidad, en contrapartida con el incentivo a la propagación del conocimiento y las necesidades de un repensar que valorice el cuidado y la ética para con el ser humano y todo lo que tiene vida. (12)

El fenómeno de la violencia incentiva en el campo enfermero una postura más humana, comprensiva, respetuosa de la persona, que propicie una atmósfera de apoyo y confianza, libre de prejuicios al entrar en contacto tanto con el violento como el agredido, que le permita expresarse libremente. (13)

Desde el punto de vista psicológico, la violencia viene a ser la exaltación de la agresividad, de la pulsión humana que en los animales es denominado instinto; (14) la cual puede ser reproducida por los violentados cuando internalizan todas las represiones, sanciones y prohibiciones como parte de un falso yo, el cual está formado por todos los atributos repudiados, no aceptados o reconocidos por si mismo que luego se transforman en deseos de realizar lo que antes le hicieron, lo cual no es susceptible de control o regulación, pero que puede activarse en situaciones como actualización de lo reprimido. Esto es lo denominado la compulsión a la repetición. (15) la cual se sostiene con la identificación con el agresor, que de distintas maneras se proyecta en los otros o en sí mismo.


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