La violencia desde una perspectiva bioetica
Autor: Lic. Norely Mendoza | Publicado:  13/09/2010 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria | |
La violencia desde una perspectiva bioetica .4

El modelo político económico por el Estado trae hondas repercusiones sobre el proceso de trabajo en enfermería y luego para la atención de las necesidades de salud de los usuarios, en todos los ámbitos de la atención de salud de la población y sobre la dignidad de la vida de las personas, las cuales ejercen la profesión de enfermería, pues se delinea una mayor inestabilidad en relación al vínculo con su empleo; disminución de salarios, por cuenta de la amplia reserva de recursos, vistos como mera mano de obra; el aumento del grado de vulnerabilidad social, la inversión no proporcionada del Estado en el área de la salud, intensificando la falta de recursos humanos y materiales para el desarrollo de una asistencia de enfermería de calidad, lo que conduce al sufrimiento en el trabajo, el aumento del individualismo y de la competencia desenfrenada entre las personas regulada por una sola ética, la ética del mercado, la cual se puede decir es perversa. (14)

La Violencia desde la Bioética

La violencia como problema social multicausal ha sido estudiado por diferentes actores sociales dentro de los segmentos del saber, así ha sido un punto importante para los científicos sociales, para la política pública sin terminar de ser considerada completamente en el ámbito de la bioética. Lo que pudiera originar entonces la interrogante porque abordar este tema desde la bioética, ¿cuando no se constituye una prioridad dentro de este campo? La respuesta sería porque precisamente no es una prioridad, o porque aún no se tiene claro cuál es la importancia de la bioética y lo que pudiera ofrecer en cuanto a la violencia. O ¿será que la multicausalidad hace difícil su abordaje?

La salud es un aspecto básico a considerar, pues su concepción orienta la intervención y el marco de acción de los trabajadores de la salud. Se debiese comenzar por definirlo como un proceso, en vez de un estado, donde no solo es la ausencia de enfermedad si no la búsqueda de ese bienestar biopsicosocial que hace más amplio el panorama pues abarca el contexto donde se halle la persona, las características de éste con la existencia de bienes primarios como condiciones de vida que garanticen la salud, la oportunidad de alimentación, habitación, educación, centros de trabajo, seguridad social, protección ambiental y de grupos humanos vulnerables, entre otros.

Todos estos aspectos forman parte de la agenda de salud pública la cual es considerada dentro de los Derechos Humanos. (15) La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, en su artículo 25 muestra los puntos en común con la salud pública: "Todos los seres humanos tienen derecho a un nivel adecuado para su salud y bienestar propio y de su familia, incluyendo alimentación, vestido, habitación y atención médica, así como los servicios sociales necesarios y o directos a la seguridad en caso de desempleo, enfermedad, discapacidad, viudez u otra escasez en su vida debido a circunstancias fuera de su control".(16)

Sin embargo, el proceso científico que supuestamente debe tender a dar respuesta a los problemas del mundo, deja de lado los problemas relacionados con las mejoras de las condiciones de salud de las poblaciones y la vida humana global. Por lo que se hace necesaria una agenda amplia donde se considere la promoción de los derechos y deberes humanos, la solidaridad y la comprensión de la interdependencia como condición en la búsqueda de la salud.

Por otro lado, la situación es diferente en los países de acuerdo a su desarrollo económico y social. Así, para los países con mayor desarrollo donde la tecnología aumenta a pasos agigantados, con mayor disponibilidad de recursos humanos y financieros, poseen mayores problemas de contaminación ambiental derivados de la producción industrial, problemas de salud por exceso de alimentos o calidad de los productos ingeridos, abuso de tabaco, alcohol y drogas y la sedentaridad.

Mientras que para los países menos desarrollados como Venezuela la problemática es diferente, lo que amerita que sean planificadas nuevas políticas y reorientar las estrategias ya existentes.

Se han hecho propuestas de bioética de protección para hacer frente a las necesidades colectivas en Latinoamérica como la de Schramm y Kottow en la cual se afirma la aceptación del principio de protección implica la justificación de someter la autonomía individual a los intereses del bien común. De modo que la legitimidad de las acciones sanitarias es la inevitable restricción de autonomía individual constituyen características de los actos protectores, donde la protección es una forma de poder sui generis que avala el principio de responsabilidad y es caracterizado por la postergación de las obligaciones frente al individuo. De tal manera que la justicia sanitaria prevalece sobre la autonomía individual.

El abordaje de la violencia desde la bioética está justificado por la calidad de vida, que causa dolor y muerte (17). Si también se interpreta a la violencia como una forma de relación humana donde se produce con la intención de dañar (principio de maleficencia), del mismo modo que se lesiona la autonomía de otro, esto demuestra la apertura de la bioética en esta problemática. (18) Especialmente debiera ser campo de bioética si se considera la violencia como una inequidad o falta de justicia. De esta forma se podría mostrar la relación entre la violencia y los derechos humanos, y a su vez como un aspecto importante a considerar dentro de la salud pública.

Resultando contradictorio el despertar en cuanto a la tenencia de derechos en el momento que esos derechos son violados. Así se hace cada vez más frecuente la existencia de niños maltratados dentro del hogar, en la escuela; las mujeres violentadas psicológicamente, físicamente y sexualmente; los jóvenes pierden la vida, don invalorable, solo para obtener una prenda de vestir, un aparato telefónico; los adultos mayores maltratados en la forma más dolorosa, dejando de ser personas para convertirse en cosas acumuladas en cualquier rincón de sus hogares, en los mejores de los casos. Todos estos grupos representan los diferentes estadios de crecimiento más vulnerables a la violencia.

La violencia debe preparar al hombre a enfrentar la violencia, esto no debe ser una utopía; la bioética debe contemplar tanto los niveles de bienestar, de amor y satisfacción como su reverso, las diferentes formas de violencia a que se está expuesto. Por consiguiente, lo propio de la bioética es que intente develar y dilucidar en forma rigurosa todos los problemas del hombre, de los que por otra parte, no puede zafarse ni eludirlos. (19)

La dimensión ética de la profesión de enfermería, el fin de su acción profesional no es otro que ese bien moral que es lo que personalmente lo hace eficiente: contribuir con todas las herramientas de conocimientos, habilidades y destrezas así como la experiencia profesional a que la persona desarrolle habilidades de resiliencia: pueda seguir manteniendo la esperanza, creer en un futuro mejor y conservar energía con ganas de vivir en armonía y paz. Con lo cual no se busca que renuncie a la convivencia armónica con paz y tolerancia, o que acepte las formas de violencia como situaciones válidas de vida sino que continúe buscando formas viables para no reproducirlas y lograr alcanzar una vida armónica, pacífica y tolerante.

Se necesita el esfuerzo ético de ser felices conviviendo en paz, sin que sea visto como un esfuerzo penoso quedando solo en el deber ser, si no en el esfuerzo gustoso del ser.

Referencias Bibliográficas

1. OPS. Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud. Resumen. Publicado en Español. Washington. 2002
2. Cely G. Gilberto. Bioética. Humanismo científico emergente. Colección Bioética. Colombia. 2005
3. Brites,G; Múller,M. Prevenir la violencia. Convivir en la diversidad. Editorial Bonum. Argentina 2005
4. Gamboa, S. Juegos por la no violencia. Diversas propuestas para resolver conflictos. Editorial Bonum. 2006
5. Rebraca, L. Enfermería Psiquiátrica y de Salud Mental. Conceptos Básicos. McGraw-Hill Interamericana. Sexta Edición. España. 2005
6. Vásquez, A. Filosofia da praxis. Río de Janeiro. Paz e terra, 1977. p.374.
7. Lorenz,K. Sobre la agresión: el pretendido mal. Siglo XXI Editores. México. 1971.
8. Morrison, M. Fundamentos de Enfermería en salud Mental. Harcourt Brace Publishers Internacional. España. 1999.
9. López, Y. ¿Por qué se maltrata al más íntimo? Una Perspectiva Psicoanalítica del Maltrato Infantil. Universidad Nacional de Colombia. 2002.
10. CECODAP Estadísticas de Violencia en Niños, Niñas y Adolescentes durante el año 2005-2006. Disponible en:http://www. cecodap.org.ve.


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