La exclusion social en el escolar
Autor: Lic. Yralí Valentina Palacios Flores | Publicado:  11/10/2010 | Medicina Preventiva y Salud Publica | |
La exclusion social en el escolar .2

Dentro de los factores de riesgo la familia y el análisis de esta como estructura celular asumen un rol protagónico, sin embargo es su estructura la cual puede describir la configuración social de los miembros.

Cabe considerar por otra parte que From, E., construyó un modelo que permite diferenciar diversos tipos según sea la constitución, su conformación y funcionamiento, refiriéndose a la familia conyugal o monogámica y por otro lado a la familia extensa y consanguínea, en la que se incluyen toda clase de parientes y cuyo funcionamiento no está definido claramente por su extensión; ambas de acuerdo a su dinámica y cohesión podrían inferir en el grado de inclusión o exclusión de los miembros que la conforma, sufriendo de grave vulnerabilidad los individuos jóvenes quienes son considerados para algunos como simples individuos aprendices del rol social. (4)

Partiendo de este enfoque surge como nuevo paradigma el modelo sistémico, el cual concibe a la familia como un sistema inmerso en un sistema mayor que en la sociedad desde el punto de vista psicológico, el primer contexto relevante es el sistema relacional en el cual la persona se haya incluida. Concibe los elementos ambientales como el sistema psicosocial o sistema principal en el cual se desarrolla el individuo, generalmente se trata del sistema constituido por una pareja o una familia. (5)

Las relaciones familiares tienen un carácter simbólico cuyo significado se halla en la estructura inconsciente. Relaciones familiares y estructura familiar corresponde a dos niveles lógicos diferentes. Las primeras se refieren a conductas explícitas, como manera de interactuar.

La estructura inconsciente de las relaciones familiares es un conjunto ligado de relaciones entre términos a saber. Como ejemplo las relaciones de alianza entre padres e hijos. Estas relaciones son términos organizados en un modelo transformacional. La estructura familiar inconsciente contiene el significado, el orden, el sentido y es un objeto en sí mismo, distinto a los sujetos que lo conforman

El concepto del doble vínculo es incluido dentro de este modelo, existen varios elementos necesarios para esta construcción: dos o más miembros de la familia; una experiencia repetida, lo que significa que ser un miembro de una familia se encuentra disociado de uno ó más factores sociales, existe mayor probabilidad que un segundo miembro repita y adopte para consigo la conducta psicosocial aprendida; dentro del grupo se manifiesta como un mandato primario negativo, un mandato secundario en conflicto con el primero a un nivel más abstracto; un mandato negativo terciario que prohíbe escapar del campo. Todo este conjunto se convierte en una unidad funcional sistémica repetitiva, por lo cual la emergencia o riesgo de uno sólo de los elementos funciona como un signo del conjunto.

FACTORES DE RIESGO PARA LA EXCLUSIÓN SOCIAL DEL ESCOLAR

Uno de los factores de riesgo a nivel familiar se conoce como la Sobreprotección, esta se define como un estado en que los padres se encuentran llenos de ansiedad y miedo por la seguridad de sus hijos, acto natural que incurre en impedir cualquier actividad en que exista un elemento de peligro.

La actitud del educador sobreprotector en general los padres, en la estructura familiar lo protagoniza la madre y se corresponde a diferentes motivaciones y circunstancias; lo que resulta más evidente son las consecuencias que el niño sufre de tal actuación educativa, lo cierto es que el motivo inmediato más frecuente de la sobreprotección suele consistir en la precisión de evitar riesgos o peligros al niño o adolescente, lo que ocasiona grandes estados de ansiedad para quienes asumen tal factor.

Sucede pues, que al presentarse una educación sobreprotectora, el adolescente se retrasa en la adquisición de los hábitos básicos de autocuidado y autodefensa como mecanismos de resguardo ante factores sociales perturbadores, en virtud de que poco logran desarrollar autonomía, se vuelven temerosos de tomar decisiones o de hacer cosas por sí mismos dificultando su rol como adultos independientes y productivos.

La sobreprotección como elemento de riesgo se manifiesta de una manera ansiosa, sentimiento de culpa o de una manera autoritaria lo que provoca rebeldía y desobediencia. El autoritarismo limita la necesidad de independencia del adolescente y mutila el libre desarrollo de su personalidad, para provocar como respuesta en la mayoría de los casos, rebeldía y enfrentamientos con la figura autoritaria y perdida de la comunicación con los padres.

El rol fundamental en este factor lo asumen los padres; la palabra padre proviene del latín pater patris, que significa patrono, defensor o protector. En la formación cultural de occidente, se ha visto que el padre, es el que determina con más intensidad los patrones morales y las reglas que sirven como base y fundamento de la conducta de sus hijos. (6). El sistema patriarcal en el cual la sociedad se ha desarrollado, sigue imponiendo la obediencia al padre de la familia.

Actualmente los factores familiares no son tan rígidos, exclusivas o privativas, sino que por naturaleza biopsicosocial unas parecen más naturales o propias, del uno o del otro, en distintas circunstancias y por diferentes razones, pero pueden compartirlas (padre-madre) y rechazarlas en forma complementaria. (7)

Desde este sentido, se comprende que la autoridad o disciplina, es una de las aportaciones importantes del padre, hoy en día se habla mucho de la desobediencia de los hijos, pero está muy relacionada con la falta de autoridad de los padres. La función educadora del padre debe estar respaldada por el padre, quien es el que tiene que dar la última palabra ante conflictos serios.

El padre desempeña un papel estabilizador, que va más allá del aspecto financiero y de la provisión que haga para la comodidad de la familia. Cuando el padre se separa de la familia, ya sea física o emocionalmente, los niños o jóvenes muestran serias deficiencias en sus relaciones sociales y morales con su entorno inmediato y aun más el social.

La relación de los padres con sus hijos se identifica a través de tres categorías; Van Pett (1.985) clasificó estos tres estados de paternidad como, autoritarios, permisivos y democráticos. Los padres autoritarios, tratan de colocar el comportamiento y las actitudes de sus hijos y lo hacen ajustarse a un estándar de conducta. Autoritarismo significa imposición inflexible de normas de disciplina, sin tomar en cuenta la edad del niño o adolescente, sus características y circunstancias. Valoran la obediencia incondicional y castigan a sus hijos, por actuar en forma contraria a sus estándares.

El padre que emplea este estilo se caracteriza por ser absorbente y centrar la atención del hijo en sí mismo produciendo individuos dominados por la ley, la autoridad y el orden, reprimiendo en los niños la capacidad de iniciativa y creación.

Caso contrario se presenta en los padres democráticos, estos tratan de dirigir las actividades de sus hijos en forma racional, prestan atención a sus problemas. Son consistentes, exigentes y están dispuestos a aplicar el castigo limitado.

Como conclusión se plantea que los padres autoritarios y permisivos retrasan el desarrollo cognoscitivo y socioemocional de los hijos; en estos últimos se reprimen la capacidad de iniciativa propia y creatividad, convirtiéndose en reprimidos, callados e inseguros. La figura de autoridad (padres) de igual forma se caracteriza por altos niveles de control, exigencia de madurez, poca comunicación y poca afectuosidad. Hacen hincapié en la obediencia a la autoridad y utilizan castigos y disciplinas enérgicas. Los hijos tienden a ser obedientes, ordenados y poco agresivos, pero también tímidos y poco luchadores e irritables.


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