Un programa de educacion para la salud desde la perspectiva de Enfermeria Comunitaria
Autor: MSc. Ester Soto Soto | Publicado:  26/10/2010 | Enfermeria , Medicina Familiar y Atencion Primaria | |
Un programa de educacion para la salud desde la perspectiva de Enfermeria Comunitaria .3

Ello significa promover el aprendizaje, mediante la articulación y estructuración de los contenidos en función de los objetivos que se persiguen, sean estos conceptuales, referidos a las distintas aéreas del conocimiento; procedimentales relacionados con la capacidad operativa; y actitudinales, generadores de pautas de comportamiento; se trata de ordenar los contenidos y las actividades educativas en una secuencia lógica y cronológica, precisando los límites de tiempo en que se han de realizar con arreglo a los criterios propios del aprendizaje – enseñanza que será transmitida a los participantes.

Estrategias de Aprendizaje

Uno de los más importantes desafíos de las estrategias de aprendizaje formuladas en un programa educativo, están direccionadas como lo señala Tyler, citado por Pérez Gómez, A. (1988), “… a promover cambios significativos en las pautas de conducta…” (p. 131); donde el eje de la estrategia se encuentra en la temática, el escenario y el procedimiento de la enseñanza – aprendizaje, orientados a propugnar cambios en tanto que adoptar conocimientos y capacidades necesarios para mantener hábitos y estilos de vida saludables mediante el aprendizaje.

En este sentido, Tyler, R. citado por Castro, C., Carrio, S. Y Ferrante, A. (1992), expresan que:” El aprendizaje se realiza a través de la conducta activa del alumno que aprende mediante lo que él hace y no de que hace el profesor” (p.5). De lo citado, se asume la necesidad de reflexionar sobre la elección de estrategias de aprendizaje para direccionar la enseñanza del que aprende.

Chacin Álvarez. (2000), al tratar el tema curricular, define estrategias educativas como: “El procedimiento por medio del cual se procura encauzar la dirección de un proceso, para darle un rumbo determinado mediante una acción ejercida sobre sus variables” (p.68). Significa entonces, que el profesional de Enfermería en salud comunitaria debe definir estrategias de aprendizaje que den dirección al logro de los objetivos formulados en el programa educativo, para ello, debe seleccionar actividades variadas y adecuadas al nivel de madurez del educando, que estimulen su participación directa en tanto que promuevan un aprendizaje activo, así como aquellas actividades que promuevan el desarrollo de conductas afectivas, la mentalidad cooperativa y la participación social.


Técnicas Didácticas

Todo personal de Enfermería en salud comunitaria en su actuación docente, debe aplicar los principios de la psicología del aprendizaje, puesto que como lo señala Ander - Egg, E. (op.cit), “Lo que se enseña debe adecuarse a los conocimientos previos de los educandos… y a las características del contexto en donde se va a realizar la enseñanza – aprendizaje” (p. 210). De hecho, en educación se considera que la mejor técnica didáctica es la que logra que el alumno aprenda de la mejor manera posible los contenidos de la enseñanza propuesta en el programa educativo.

Las técnicas didácticas en palabras de Isla, P., Lopez, C., Y Caja, C. (1993), dependen de “La interacción del profesor y el alumno, y los resultados a obtener dependen del papel activo o pasivo que adopten ambos” (p.210). En este caso, cuando los profesionales de Enfermería en salud comunitaria imparten enseñanza activa y los participantes la reciben también de forma activa, está utilizando técnicas didácticas referidas a la dramatización o simulación; si enseña de forma activa y los participantes actúan de forma pasiva, utiliza la llamada técnica expositiva.

La efectividad de una técnica didáctica está dada a su vez por el predominio de metodologías directas que como lo indica De la Torre, S. (2000), “Transmiten la información, como resultado formativo, como contenido a comprender y asimilar, como cultura terminal” (p.122). En este sentido, la exposición como técnica aplicada por el profesional de Enfermería en salud comunitaria, constituye un claro ejemplo de dicha concepción. Castro, C., Carrio, S., y Ferrante, A. (op.cit), están de acuerdo en que la exposición es:”una situación de enseñanza – aprendizaje en la que el profesor presenta, analiza y explica en forma oral determinados contenidos” (p.12). Tiene utilidad para el profesional de Enfermería salud comunitaria, dado que los participantes, pueden tener la oportunidad de formular preguntas, para clarificar dudas, en referencia a la temática explicada, requiere a su vez de una efectiva comunicación, para que los participantes demuestren interés por la información ofrecida en consecuencia lógica, la exposición debe estimular retroalimentación permanente con el fin de reafirmar el aprendizaje.

En el contexto de las técnicas didácticas, el profesional de Enfermería en salud comunitaria, aplica también metodologías indirectas, en las que como dice De la Torre, S. (2000), “El docente toma parte activa en la construcción del propio conocimiento” (p.122), mediante la enseñanza creativa, y el uso de juegos como simuladores de experiencias de aprendizaje. Los juegos didácticos son recursos didácticos que conllevan elementos diferenciados tales como la memoria, sopa de letras, crucigramas, damero; en este sentido, dice Borja Sole, M. (2000): “Las actividades lúdicas permiten…la asimilación de conocimientos, de sentimientos y vivencias a partir de la implicación personal y creativa, y la socialización conceptual y procedimental de la temática y situaciones simuladas” (p.134).

De allí, que los juegos didácticos se traduzcan en una acción vivida así como facilitadora de los contenidos del programa educativo, elaborado para que los participantes reflexionen sobre la temática en estudio. El uso de juegos didácticos, como estrategias de aprendizaje, en programas de educación para la salud, implica participación, reflexión, conocimientos, experiencias directas y reproductoras de otras experiencias, en tanto que conlleva una concepción constructivista del aprendizaje.

Recursos

Ejecutar la acción educativa, requiere la utilización de diferentes recursos materiales que muchos expertos reconocen como medios e instrumentos de soporte didáctico, tales como: pizarrón, tiza, borrador, marcador, rotafolio, mesas, sillas, lápiz, papel y aula. Para Ander - Egg, E. (op.cit), “El aula es un entorno físico y humano en el que desarrollan sus actividades un grupo de personas que configura un micro proceso relacional de enseñanza – aprendizaje” (p.227). Desde este punto de vista, se considera fundamental tener un medio ambiente físico apropiado para el desarrollo de las actividades educativas, contando a su vez con los medios e instrumentos específicos en tanto que necesarios para complementar los contenidos planificados.

Evaluación

En términos generales, la evaluación se define como el proceso de relacionar el resultado de las actividades planificadas con sus objetivos. Dentro de una concepción sistémica de la enseñanza para Pérez Gómez, A., McDonald, B. y Gimeno Sacristán, J. (1993), la evaluación “Cumple una función insustituible de control, de análisis y valoración de la calidad de los procesos y resultados de los programas…” (p.6). En este sentido, la evaluación centrada en los procesos de enseñanza – aprendizaje busca capturar la singularidad de las situaciones concretas en tanto que las características del aprendizaje producido en los participantes.

Contrario a ello, Pérez Gómez, A. (1988), afirmo que “El objetivo de la evaluación no se restringe a las conductas manifiestas, ni a los resultados a corto plazo, ni a los efectos previsibles o previsto en los objetivos y en el programa” (p.4). Van mucho más allá, buscando efectos secundarios y a largo plazo que son tanto o más significativos que los inmediatos y planificados.

Así mismo, Barrios Ríos, O., y Bordas Alsina, I. (2000), están de acuerdo en que la evaluación se fundamenta en “Un proceso cíclico que se desarrolla durante todo el proceso de enseñanza – aprendizaje, asumiendo los roles de diagnostico, formativo y sumativo, de acuerdo con las funciones especificas que le corresponde cumplir al inicio, durante y al termino de este” (p.289). Este punto de vista, es compartido por las autoras, puesto que se debe tener claro en el marco de la evaluación de la enseñanza – aprendizaje tanto los objetivos a lograr por los participantes en la acción educativa, como las variables que intervienen en el proceso de aprendizaje y que facilitan el logro de los objetivos educacionales formulados operacionalmente con el fin de obtener las evidencias correspondientes, mediante la observación y el registro de las conductas de los participantes o a través de la aplicación de un instrumento válido y confiable que permite recoger evidencias de los logros esperados del aprendizaje.


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