Aproximacion psicologica en la rehabilitacion del lesionado medular
Autor: Jon Pagazaurtundua Isusi | Publicado:  30/12/2010 | Rehabilitacion y Fisioterapia , Psicologia | |
Aproximacion psicologica en la rehabilitacion del lesionado medular .1

Aproximación psicológica en la rehabilitación del lesionado medular.

Jon Pagazaurtundua Isusi. Fisioterapeuta. Hospital de Cruces
Aritz Monasterio Arana. Fisioterapeuta. Hospital de Cruces
Luis Monasterio Astobiza. Psicólogo.

RESUMEN

Las lesiones medulares ejercen siempre un impacto devastador en la vida de las personas que las sufren, ya que se afecta al unísono un conjunto de funciones biológicas tales como el deambular autónomo, la sensibilidad del propio cuerpo, el control de esfínteres, la sexualidad, la posibilidad de procrear y, a veces, funciones tan básicas como la respiración.

Esta condición enfrenta al paciente de un modo abrupto a una situación de cambio y pérdidas masivas, para las cuales no está preparado y no sabe cómo enfrentar. Este compromiso físico y psicológico genera a su vez influencias significativas, que se retroalimentan, en el vinculo afectivo y sexual con la pareja, en el mundo familiar, social y laboral, a los cuales el paciente también debe responder.

La actitud emocional puede tener efecto decisivo en el resultado de la rehabilitación. Estos factores rigen el éxito o el fracaso de la rehabilitación.

Nuestro sujeto de trabajo, el lesionado medular traumático, constituye el paradigma del ser que en un momento dado pasa de tener unas relaciones yo-cuerpo “normales” a una nueva y conflictiva situación en que su cuerpo es origen de una serie de trastornos físicos necesitados de un complejo y largo tratamiento rehabilitador, todo lo cual desencadena una serie de reacciones emocionales para ajustarse a la nueva situación física, social y psicológicamente.

PALABRAS CLAVE: Rehabilitación, equipo multidisciplinar, etapas psicológicas


Las implicaciones psicológicas de la lesión de la medula espinal son profundas. Algunas de las emociones más comunes que se experimentan inmediatamente tras la lesión incluyen rabia, pena, negación, depresión y apatía. Los factores que se asocian a las reacciones psicológicas de los pacientes incluyen la capacidad de enfrentarse a situaciones, la personalidad premórbida, el apoyo familiar, el abuso de sustancias, la extensión de la parálisis permanente y la situación en el hogar.

La angustia psicológica repercute en la capacidad del paciente para cooperar con los programas de fisioterapia, en especial cuando se acompaña de falta de sueño, de apetito y de energía. En particular, el stress psicológico puede llevar a pasividad, negligencia, baja conducta y motivación, y poca implicación del paciente. No es sorprendente que los pacientes con síntomas depresivos consigan metas más pobres que los pacientes no deprimidos. Sin embargo, el stress psicológico no siempre va asociado a poca implicación. Se puede presentar como una determinación desenfrenada para que los resultados de la fisioterapia sean positivos.

En el plano individual, la experiencia de pasar bruscamente se una situación física normal a una limitación grave de la motricidad debe provocar un conflicto psicológico amplio y profundo.

En el plano familiar, cualquiera que sea el rol que el lesionado medular haya desempeñado con anterioridad en su familia, la situación posterior al trauma requerirá una adaptación por parte de toda la estructura familiar, de tal modo que todos sus miembros deben asumir en parte las dificultades y la limitaciones derivada del cambio en las posibilidades motoras así como las necesidades creadas por la nueva situación.

En el plano sociolaboral, en la mayoría de los casos las secuelas físicas de la lesión impedirán el retorno al anterior puesto de trabajo. Ello implicar un nuevo aprendizaje laboral o, en ciertos casos, la imposibilidad de reintegrarse a la vida laboral, lo que probablemente provocara modificaciones en su contexto social.

Para que el tratamiento sea adecuado es necesario incluir plenamente el conocimiento psicológico en la rehabilitación.

Nuestro objetivo es pues contribuir a unas expectativas y necesidades existentes tanto por parte de profesionales como de pacientes, a través del estudio de las situaciones psicológicas con las que se enfrenta el lesionado medular traumático, desde el momento del accidente hasta su reinserción social.

Familiares y amigos: Los miembros de la familia, en especial los cónyuges, son los que primero dan apoyo físico y emocional. A menudo, la responsabilidad de proporcionar toda una serie de cuidados de apoyo recae sobre los miembros de la familia, lo que puede causarles un stress considerable, agotarles y provocarles resentimiento y depresión.

En los primeros días tras la lesión, los fisioterapeutas pueden proporcionar asistenta a los miembros de la familia y amigos involucrándolos todo lo posible en los programas de los pacientes. Los amigos y familiares agradecen la oportunidad de participar de manera real y tangible. Para conseguirlo, se les pide que ayuden al paciente con las actividades prácticas, los programas de posicionamiento y estiramientos, y que participen en el seguimiento de control de la integridad de la piel, tanto dentro como fuera de las sesiones formales de terapia. Por supuesto, los pacientes deben querer que los amigos y su familia se involucren en este sentido; no hay que dar por sentado el consentimiento del paciente sobre la implicación de la familia.


ETAPAS PSICOLÓGICAS DEL LESIONADO MEDULAR

No existe una personalidad y/o formas de reaccionar únicas del lesionado medular. Es decir, cada individuo reaccionara a su lesión según su personalidad, la cual está en función de su infancia, herencia y medio que le rodea. La lesión rompe el tipo de vida, equilibrio y proyectos que el individuo había establecido, surgiendo la creencia de que la vida, tal como se conoce, no se puede continuar y esto genera

Tristeza y pensamientos de que es mejor morir a estar en esta situación. Las primeras reacciones emocionales son: ansiedad, angustia y miedo, siendo estas reacciones psicológicas normales y esperadas, frente a cualquier lesión grave que implique secuelas.

La persona no tiene expectativas de futuro, no sabe que va hacer de su vida, y tiene miedo a perder a la persona amada, a que no le amen, a la perdida de aprobación por parte de los demás, a perder el trabajo, la autoestima, sentimientos de no valer para nada, de no poder realizar ninguna de las actividades que antes realizaba, sintiéndose desfavorecido ante el mismo y ante los que le rodean.

Otro problema muy importante es la dependencia de otra persona (fundamentalmente en el tetrapléjico) para las actividades de la vida diaria: actividades como el aseo, vestido, trabajos, entre otras, necesitando a esta tanto física como psicológicamente, lo cual le hace sentirse como un niño, que no puede hacer casi nada solo, perdiendo su intimidad e independencia

Todas estas reacciones de los demás provocan en el lesionado sentimientos de inferioridad, injusticia, discriminación, inseguridad, cobardía, miedo, que le llevan a aislarse de la sociedad en incluso de su entorno.

Etapas psicológicas:

Es útil enfocar la rehabilitación psicológica como un proceso dentro del contexto de la adaptación a una perdida; si bien hay que tener muy en cuenta que cada paciente es un caso único por sí mismo, luchando a su manera, para recobrar su perdido equilibrio.

Este proceso consta de varias etapas:

1.1 Etapa de Shock Psicológico:

Después del accidente, pasa un tiempo en el cual el individuo no es consciente de lo que ocurre a su alrededor. El paciente se centra en la perdida de movilidad y la sensibilidad en alunas zonas de su cuerpo, y en el temor a que el dolor persista. La falta de información sobre lo que pasa, también le asustara. Todo esto le producirá ansiedad. Destaca la preocupación del estado orgánico, acompañado de una gran demanda afectiva, con petición reiterada de ver o estar con la familia.

1.2 Etapa de negación

La negación es entendida como una defensa inconsciente de la realidad y constituye una reacción humana muy común ante noticias desagradables (“a mí no”) y es positiva ya que concede tiempo al individuo para similar su nueva situación. La negación da como resultado una distorsión completa o parcial de la realidad de cara a un stress y ansiedad abrumadores. No debe mantenerse mucho tiempo ya que interferirá con la realidad y en consecuencia con la rehabilitación.


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