Injerto Gingival Libre. Presentacion de un caso 3.
Seguidamente y guiándonos por el marcaje procedemos hacer la incisión nítida y de una forma minuciosa logramos cortar nuestro injerto con espesor uniforme (aproximadamente un milímetro), donde esté presente epitelio y tejido conectivo. Figura 9

Figura 8. Marca en la zona donante con bisturí. Seguidamente y guiándonos por el marcaje procedemos hacer la incisión nítida y de una forma minuciosa logramos cortar nuestro injerto con espesor uniforme (aproximadamente un milímetro), donde esté presente epitelio y tejido conectivo. Figura 9 Figura 9. Retirada del injerto de la zona donante. Es importante tener a nuestra a disposición un frasco con suero fisiológico para depositar el injerto rápidamente una vez desprendido el tejido. En caso que quede con un espesor irregular y con tejido graso lo que dificultaría el éxito del tratamiento podemos afinarlo con tijera o bisturí. La herida del paladar duro donde se obtuvo el injerto cicatriza por segunda intención, algunos autores colocan suturas, membranas de fibrina, en ambos casos protegido por una placa de acrílico confeccionado previamente al acto quirúrgico. Otros plantean la utilización de cemento quirúrgico para proteger la herida. Nosotros utilizamos un producto de fabricación nacional llamado Tisoacryl (cianocrilato), como adhesivo tisular con buenos resultados, perfecto como protector de la zona donante, y es llevado a la zona mencionada con una cureta alveolar. Figuras 10 y 11.

Figura 10. Adhesivo tisular de producción nacional.

Figura 11. Zona donante después de aplicado el adhesivo tisular.
Colocación del injerto en lecho receptor:
El injerto es colocado y fijado con el mínimo de manipulación posible mediante puntos de sutura simple en ambos extremos horizontales y su borde superior lo realizamos a la papila gingival (Figura 12) Otros autores abogan por una sutura suspensoria.

Figura 12. Injerto colocado y suturado en el lecho receptor Debe quedar bien adosado al lecho receptor, sin movilidad. Para ello realizamos tracción del labio para comprobar que esta, maniobra no afecta la estabilidad del injerto. Hacemos compresión aproximadamente entre tres y cinco minutos para favorecer la formación de una capa fibrina entre le injerto y el lecho receptor y que la misma sea lo más fina posible. Protegemos el injerto con papel metálico y cemento quirúrgico. Se dan la instrucciones post operatorias. Figura 13

Figura 13. Cemento quirúrgico colocado para proteger el injerto.
En las siguientes figuras se aprecia la evolución del paciente a los siete días, después que realizamos la retirada de cemento y de sutura, tanto de la zona donante como en el lecho receptor. En la primera se observa el tejido de granulación en formación y en la segunda el injerto se mantiene en el lecho receptor con un sangramiento que nos indica la presencia de vasos sanguíneos en el escenario histológico de la zona injertada. Figura 14 y 15

Figura 14 y 15. Evolución a los 7 días de la zona donante y del injerto.