Perfil lipidico en escolares
Autor: Mariam S. Parra | Publicado:  7/11/2011 | Pediatria y Neonatologia , Endocrinologia y Nutricion , Articulos | |
Perfil lipidico en escolares .3

Tabla 4. Indicadores Antropométricos de los escolares de cuarto a sexto grado de la Escuela B.B Batalla de Bomboná, Naguanagua, Estado Carabobo, periodo escolar 2008-2009.

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En la Tabla 4 se observa que el 52% de la población estudiada presentó valores normales para el indicador nutricional Peso/Talla. Así mismo, 58% de los escolares se encontraron dentro de los límites normales para Talla/Edad. Alrededor de un 40% de los escolares tienen Talla/Edad alta. En cuanto al área magra se encontró que el 10% y el 14 % de niñas y niños respectivamente estaban dentro de los límites normales, predominando área magra muy baja en ambos sexos. En cuanto al área grasa el 24 % se encontraban normal y el 54% muy alta, predominando el sexo masculino (86%). El 74 % presentó índice de masa corporal (IMC) normal.

En la tabla 5 se aprecia que el 68% de los escolares presentaron niveles de colesterol dentro de los rangos normales. Los niveles de LDL-C se encontraron aceptables en el 86%; el 10% de las niñas mostraron niveles limítrofes. El 79% de los escolares se encontraban en la categoría de recomendable para niveles de HDL-C. El 93% de los escolares en estudio mostraron niveles de Triglicéridos en la categoría de aceptables. En cuanto a la relación CT/HDL-C y LDL-C/HDL-C el 100% de los escolares en estudio presentaron una relación adecuada.

Tabla Nº 5: Distribución de los niveles de Colesterol, LDL-c, HDL-c y triglicéridos de los escolares de cuarto a sexto grado de la Escuela B.B. Batalla de Bomboná, Naguanagua, Estado Carabobo, periodo escolar 2008-2009.

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DISCUSIÓN

El presente estudio describe la frecuencia de presentación de alteraciones del perfil lipídico sérico en un grupo de escolares, con antecedentes familiares y personales. La evaluación de los factores de riesgo cardiovascular en el grupo de escolares estudiado, permitió constatar que 93% presentó antecedentes familiares de Hipertensión arterial, el 67% presentó antecedentes de Diabetes Mellitus, 31% de obesidad y el 40% de dislipidemias. Álvarez y cols., señalan que la evolución del proceso ateroesclerótico está influenciada por una serie de factores de riesgo no modificables: antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular, como sexo y edad, y otros modificables, tales como: tabaquismo, hipertensión arterial, obesidad, diabetes, estrés y sedentarismo (Álvarez et al, 1995), sobre los cuales se puede y debe ejercer un control en etapas tempranas de la vida. Los valores encontrados en esta población escolar podrían expresar un aumento en el riesgo de sufrir enfermedades crónicas no transmisibles en la vida adulta, y el cual se incrementaría al no modificar las características en el estilo de vida, particularmente patrones alimentarios. Según el estudio de Bogalusa (Berenson et al, 1987; Sathalur et al, 2002) se demostró que hijos de personas con enfermedad coronaria, obesos, presentan mayores alteraciones del perfil lipídico. Lo cual es importante para su prevención y educar para que no aparezcan o se introduzcan los factores modificadores.

En cuanto al nivel socioeconómico del grupo familiar, se encontró que el 62% pertenecían a los estratos IV y V, que son estratos bajos, lo cual coincide con Mahley, Arslan, Pekcan, Pépin, Agaçdiken y Karaagaoglu (2001) al estudiar el impacto del nivel socio-económico y el estado nutricional sobre las concentraciones plasmáticas de Colesterol y de HDL-c en niños de Turquía; encontrando que los niños de nivel socio-económico bajo presentaron concentraciones séricas más bajas de colesterol y de HDL-c que los niños de alto nivel socio-económico.

En cuanto a la evaluación antropométrica cabe destacar, en relación a los indicadores Peso/Talla, Talla/Edad e índice de masa corporal (IMC) el mayor porcentaje de los niños se encontró dentro del rango normal y en segundo lugar en el rango de exceso y talla alta para la edad. Sin embargo, al evaluar la composición corporal se observó que la mayoría de los escolares presentó área magra muy baja tanto en varones como hembras, aunque predominó en estas últimas. En este trabajo también se evidencia que el mayor porcentaje de niños evaluados se encontraron dentro del rango normal para niveles de colesterol, LDL-c, triglicéridos, y en nivel recomendable para HDL-c, con una relación CT/HDL-c y LDL-c/HDL-c adecuada. Si lo comparamos con el estudio de Romero et al (2007) sobre factores de riesgo de dislipidemias en niños y adolescentes con obesidad, se evidenció que ésta condición se asocia a riesgo elevado de presentar dislipidemias, por lo que pudiéramos plantear que una antropometría normal se acompaña de un perfil lipídico normal y que una antropometría con diagnóstico de obesidad aumenta el riesgo de dislipidemias. Por último no se evidenció en ninguna de las variables estudiadas de acuerdo al sexo, diferencias significativas.

Estudios como el Bogalusa (Berenson, et al, 1987; Sathalur et al, 2002) y el Youg Finns Study (MacMahan et al, 2007; Raitakari et al, 2003) han demostrado la relación que existe entre los niveles de colesterol en la edad pediátrica y en la edad adulta. Estos estudios evidencian que los niveles elevados de colesterol total y las lipoproteínas de baja densidad (LDL-c) tienden a mantenerse en un mismo percentil a lo largo del tiempo en el mismo individuo. De aquí, la preocupación de detectar y tratar precozmente a niños con hipercolesterolemia, dado que si se modifican los factores de riesgo en las fases iniciales de la ateroesclerosis, se pudiera experimentar regresión de la placa pre-ateromatosa, o al menos detener el proceso (Merino, 2007).

Considerando que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en nuestro país, es vital la identificación de los factores de riesgo cardiovascular en edades tempranas de la vida, a fin de promover estilos de vida saludables, que contribuyan a la prevención del desarrollo de la ateroesclerosis desde la infancia.

CONCLUSIONES

Es importante destacar la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles en los antecedentes familiares de los escolares en estudio como factor predisponente para el desarrollo de alteraciones en el perfil lipídico. La población se concentró entre los estratos socioeconómicos más bajos. El hecho de poseer escasos recursos económicos condiciona a un difícil acceso a una dieta balanceada y a su vez, aumento de la cifras de obesidad y desnutrición, lo que favorecería las alteraciones en el perfil lipídico. Por lo general, estos estratos poseen un nivel sociocultural en donde existen conocimientos escasos de temas de salud en relación a ésta temática, lo que ocasiona que no pueda hacerse una prevención adecuada, temprana y eficaz de estas patologías en este grupo etáreo.

En este estudio se evidenció que pueden coincidir variables e indicadores de evaluación nutricional dentro de rangos normales que pueden contrastar con resultados de los indicadores de composición corporal, como el área magra y el área grasa, por lo cual todos deben ser considerados. Se debe tomar en cuenta el perfil lipídico en escolares, así se encuentre en el rango normal en el momento de la evaluación, debido a que en este estudio se encontró un porcentaje de niños en valores limítrofes y con modificaciones de composición corporal que deben seguirse en el tiempo para evaluar si persisten dentro del rango normal, o se alteran. En relación al índice de masa corporal (IMC), la mayoría de los escolares poseen valores normales, enfatizando que el diagnóstico nutricional se hace tomando en cuenta varios indicadores y considerando cada caso de manera individual.


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