Dilemas bioeticos en el paciente oncologico en Otorrinolaringologia
Autor: Dra. Gisela de la Caridad Sardiñas López | Publicado:  25/11/2011 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria , Oncologia , Otorrinolaringologia , Articulos | |
Dilemas bioeticos en el paciente oncologico en Otorrinolaringologia .1

Dilemas bioéticos en el paciente oncológico en Otorrinolaringología.

Dra. Gisela de la Caridad Sardiñas López. Especialista de Primer Grado en Otorrinolaringología. Máster en Enfermedades Infectocontagiosas. Audióloga del Área Norte de la Provincia de Ciego de Ávila. Profesor Instructor.

Antonio Álvarez Rojas. Especialista de Primer Grado en Otorrinolaringología. Jefe de Servicio del Departamento de Otorrinolaringología del Hospital Provincial Docente Roberto Rodríguez de Morón, Ciego de Ávila. Profesor Instructor.

Hospital Provincial Docente Roberto Rodríguez

RESUMEN

Se realiza un bosquejo histórico de los orígenes de la Ética, la Ética Médica y los principios que rigen la Bioética así como de los aspectos psicológicos fundamentales de los pacientes portadores de cáncer en otorrinolaringología. Se enfatiza en la importancia de la relación médico paciente en las afecciones oncológicas de esta especialidad. Los avances médicos, especialmente en el tratamiento de enfermedades oncológicas han incrementado significativamente la supervivencia de los pacientes los cuales inevitablemente conducían a la muerte años atrás. Los aspectos éticos involucrados en el manejo, tratamiento y aceptación por parte de los pacientes de su enfermedad que causan estrés emocional en la toma de decisiones son abordados en este trabajo, particularmente en el paciente otorrinolaringológico.

PALABRAS CLAVES: Bioética, Autonomía, Consentimiento Informado.

ABSTRACT

This paper presents a theoretical reflection based on the origen of Ethic,Medical Ethic and the statements that rule Bioethic and the most remarkable psicologycal aspects of the patients with malignant diseases in Otolaryngology.The relation between physician and patient is one of the most important tools in our work especially in the treatment of malignant diseases. Medical advances, especially in the treatment of malignant diseases have significantly increased the survival of patients, who inevitably used to die in recent years. The ethical issues involved that and acceptance of their futility are controversial and cause emotional stress in those involve in decision making, particularly in Otolaryngology.

Keywords: BIOETHICS; AUTHONOMY; INFORMED CONSENT.


INTRODUCCIÓN

En términos prácticos, podemos aceptar que la ética es la disciplina que se ocupa de la moral, de algo que compete a los actos humanos exclusivamente, y que los califica como buenos o malos, a condición de que ellos sean libres, voluntarios, conscientes. Asimismo, puede entenderse como el cumplimiento del deber. Vale decir, relacionarse con lo que uno debe o no debe hacer. (1)

La Ética Médica, por su parte, es ligeramente posterior a Sócrates, Sócrates consideraba que la Medicina era un servicio de los dioses (Medicina teologal). Para los griegos, physis (naturaleza) era lo maduro, lo pleno, lo bello, lo sano. la enfermedad (páthos) era algo contranatural, inmoral. El médico, que tenía la virtud de hacer volver a su cauce la physis, era, en cierta forma, un moralista, pues la enfermedad coloca al hombre en riña con lo bueno y lo bello. Si hay páthos no hay éthos, como que éthos no significaba rigurosamente "ética" sino "orden natural", el "modo o forma de vida". El enfermo (in - firmus, sin firmeza física y moral), colocado en condición de incapacitado, debía ser tratado como un niño pequeño y el médico, en su función de ordenador, desempeñar el papel de padre. Esto explica el paternalismo que caracterizó a la Medicina occidental hasta época reciente.

La Medicina en los tiempos de Sócrates y de Hipócrates no estaba organizada ni reglamentada como profesión. Los conocimientos médicos se heredaban, se transmitían en el grupo familiar. La profesión tenía carácter de secta; era como un sacerdocio profesionalizado, aunque también ejercían curadores empíricos y autodidactas. La sociedad, en general, desconfiaba de los que hacían de médicos. No existían disposiciones que obligaran al practicante a ser responsable de sus actos.

Esta falta de disposiciones reglamentarias del ejercicio médico en Grecia, junto con la natural desconfianza de la sociedad hacia los médicos, indujo a la secta a dictar sus propias normas de conducta, las cuales quedaron consignadas en un documento que pasó a la posteridad con el nombre de "Juramento hipocrático", tenido como un paradigma de ética profesional, de responsabilidad moral e impunidad jurídica. (3)

Con la aparición de Jesús de Galilea y de sus doctrinas humanitarias, la filantropía o amor al prójimo – sobre todo al prójimo minusválido, enfermo – se consolidó como fundamento moral del ejercicio de la Medicina, dándole de nuevo características sacerdotales.

Esa Medicina teologal, manejada desde la "Iglesia Terapeuta", pierde vigencia cuando la enfermedad ya no es negociable con Dios. Se comienza a dudar de su poder cuando las epidemias diezman a las poblaciones, es decir, cuando no pueden detenerse con oraciones ni invocaciones, como ocurrió a lo largo del siglo X en Europa. Ya no se necesitan médicos de almas, sino médicos del cuerpo. Al entregar los sacerdotes a los laicos la responsabilidad de curar, la Medicina se hace mundana. Los hospitales pasan a manos del poder político central y son los reyes y los señores quienes se atribuyen la legitimidad divina para administrar los bienes y la salud.

La Medicina para estas calendas (finales de la Edad Media y principios del Renacimiento) se distancia del orden natural. La ciencia, en general, comienza a cuestionarlo y a revelar lo que antes era tenido como misterioso. El enfermo o paciente continuó siendo tratado como incapacitado mental, sometido al criterio de un déspota ilustrado: el médico. Sustentadas en una profunda confianza en la razón humana, nuevas corrientes del pensamiento, como el Idealismo y la Ilustración fueron imponiéndose. El orden establecido fue perdiendo adeptos, en tanto se fortalecía la causa cuya consigna preconizaba que sólo debía creerse en lo que pudiera ser confirmado por los sentidos.

La Ética Médica no es otra cosa que preguntarse (como médico) frente a un enfermo: "¿estoy haciendo con él lo que me gustaría que hicieran conmigo, de ser yo el paciente?" (2,3).

Un médico, el doctor Van Rensselaer Potter, propuso en los Estados Unidos de Norteamérica, en 1971, crear una nueva disciplina ética, que sirviera de puente entre la ciencia y la conciencia. A esa disciplina le dio el nombre de Bioética.

La explosión tecnológica de las últimas décadas, en el terreno de la biología molecular, ingeniería genética, fertilización asistida y trasplantes de órganos, hace que se pueda crear vida y actuar sobre la muerte. La Bioética se la puede considerar surgida como en un intento por profundizar en la necesaria búsqueda de la verdad, de todo aquello relacionado con el bien integral del paciente, es decir con las esferas psicológicas, biológicas y social de éste y considera al ser humano en su relación estrecha con sus factores ambientales, como naturaleza, cultura, religión, política y sociedad, entre otros. La Bioética no es sólo un código de derechos y obligaciones, sino una imprescindible herramienta que posibilita la ayuda a nuestros semejantes a realizarse a plenitud como personas, sobre la base de las leyes que rigen el movimiento y desarrollo de las ciencias de la salud.

Decidimos analizar en este trabajo los principios de la Bioética aplicados al paciente oncológico dentro de nuestra especialidad Otorrinolaringología pues precisamente el recurrente tema de la “salvación“ de la vida de los pacientes en la esfera oncológica nos obliga a aplicar en la diaria práctica médica los principios elementales de la bioética. ¿Hasta qué punto somos capaces de brindar información al paciente portador de cáncer? ¿Respetamos los derechos de los pacientes? ¿Es ético utilizar la mentira piadosa o debemos ser siempre directos con los pacientes portadores de cáncer? A estas y otras preguntas complejas en las cuales se debe basar el pensamiento médico, sustentadas en la preparación constante que se exige de los profesionales de la salud en nuestro país, trataremos de dar respuesta en nuestro trabajo.

DESARROLLO

El paciente oncológico en otorrinolaringología presenta características particulares. En primer lugar es un paciente que presenta gran posibilidad de ser sometido a radioterapia, a cirugía o a la combinación de ambas. El cáncer es tan arcaico como la antigüedad. Los antiguos griegos lo llamaban “karkinos”, o cangrejos, a causa de las extensiones en forma de garras de algunos cánceres.

El cáncer ha sido asociado durante años a una muerte temible, lenta y dolorosa, sin embargo, el desarrollo científico-técnico alcanzado en nuestros días, y la calidad de nuestro sistema de salud permiten un diagnóstico temprano, lo que unido a los adelantos científico técnicos actuales, han alterado considerablemente su funesto cuadro.

El diagnóstico de un trastorno incurable, desencadena una serie de reacciones en el paciente, la familia, y el médico que afecta directamente a estos individuos, sus mutuas relaciones y sus respectivos papeles. De modo que se necesita conocer algunas nociones básicas que pueden resultar de utilidad a aquellos que, día a día, nos vemos enfrentados a los dilemas éticos que plantea el ejercicio de la Medicina contemporánea. (3)


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