Defecto oseo en fracturas diafisarias de tibia
Autor: Dr. Yovanny Ferrer Lozano | Publicado:  20/12/2011 | Traumatologia , Articulos | |
Defecto oseo en fracturas diafisarias de tibia .1

Defecto óseo en fracturas diafisarias de tibia.

Dr. Yovanny Ferrer Lozano. Especialista Segundo grado Ortopedia y Traumatología. Máster en Urgencias Médicas. Profesor Instructor. Investigador Agregado. Departamento Ortopedia y Traumatología. Hospital Territorial Docente Julio Aristegui Villamil. Cárdenas. Cuba

Dr. Pablo Oquendo Vázquez. Especialista Segundo grado Ortopedia y Traumatología. Máster en Urgencias Médicas. Profesor Asistente. Departamento Ortopedia y Traumatología. Hospital Territorial Docente Julio Aristegui Villamil. Cárdenas. Cuba

Yanett Morejón Trofimova. Estudiante medicina. Departamento Ortopedia y Traumatología. Hospital Territorial Docente Julio Aristegui Villamil. Cárdenas. Cuba

Resumen

Se realiza un estudio experimental, analítico observacional, de corte transversal en pacientes atendidos con el diagnóstico de fractura de tibia en el Servicio de Urgencia de Ortopedia y Traumatología del Hospital Territorial Docente de Cárdenas Dr. Julio M. Aristegui Villamil, en el período de tiempo comprendido entre Enero del 1999 y Diciembre del 2007. La muestra fue predefinida en 100 pacientes asignados aleatoriamente, a través del sistema MEDSTAT.

En la muestra prevalecen los pacientes masculinos (77%) con una razón 3:1 respecto al femenino, blancos (59%), con grupos de edades comprendidos entre los 31 y 45 años (53%; media=36,1) y fracturas diafisarias (62%) provocadas por traumas indirectos (68%) en accidentes del tránsito (68%). De acuerdo al análisis de asociación, las fracturas conminutivas (52%, OR=17,1 (4,542-17,688); p=0,944) tuvieron una oportunidad relativa 17, 1 veces mayor de tener un defecto óseo asociado que el resto de los patrones de fracturas estudiados.

Palabras clave: FRACTURA, TIBIA, DEFECTO ÓSEO, ACCIDENTE TRÁNSITO

Introducción

El hueso, como ente individual, a pesar de estar sometido a numerosas fuerzas externas, tiene la capacidad de absorber energía, cuando esta sobrepasa el rango de elasticidad que posee se produce una solución de continuidad.

La fractura comienza una cascada curativa compleja, similar a la de otros tejidos: hemostasis, inflamación, e infiltración del tejido de granulación, seguido por la formación del callo óseo y su remodelación. El proceso puede influenciarse por factores sistémicos, como la nutrición y el equilibrio del calcio, y factores locales, como el suministro de sangre y la estabilidad mecánica. El tiempo de consolidación dependerá de la extensión del trauma y la energía absorbida, la presencia de una patología previa, la edad del paciente, el tipo de fractura y el número de fragmentos que implique.

El manejo quirúrgico de estas lesiones es práctica habitual en todos los servicios de traumatología. Su objetivo principal es recuperar la función del miembro lesionado, con una técnica operatoria que respete la irrigación sanguínea ósea, controle las inestabilidades axiales o rotacionales, y permita la restauración del mecanismo articular conservando su longitud y ejes mecánicos.

Según un estudio de la Fundación AO se estima que anualmente ocurren alrededor de 492,000 nuevas fracturas, con una prevalencia de 100,000 casos sin consolidar (1). La mayoría por injurias de baja energía (2).

Court Brown (3) realizó un estudio epidemiológico en Gran Bretaña, y encontró que el 76.5% de este tipo de lesiones fueron cerradas.

El tratamiento de fracturas con defecto óseo constituye un problema de salud debido a la dificultad en la reconstrucción y la inestabilidad subsiguiente. El período de inmovilización en estos casos suele ser prolongado con resultados funcionales poco satisfactorios. El fracaso de la consolidación causa invalidez y tiene efectos socio-económicos considerables que son el resultado de la pérdida del trabajo y el incremento del costo del tratamiento.

El objetivo general de nuestro estudio es caracterizar a las fracturas cerradas de tibia con defecto óseo.

Para ello se determinaron los siguientes objetivos específicos:

1- Definir el sexo, raza y grupos de edades donde prevale esta lesión.
2- Determinar el mecanismo de producción y causas etiológicas más frecuentes.
3- Analizar la asociación entre el defecto óseo y la presencia de trazos complejos de fractura.

Material Método

Se realiza un estudio no experimental , analítico observacional, de corte transversal en pacientes atendidos con el diagnóstico de fractura de tibia en el Servicio de Urgencia de Ortopedia y Traumatología del Hospital Territorial Docente de Cárdenas Dr. Julio M. Aristegui Villamil, en el período de tiempo comprendido entre Enero del 1999 y Diciembre del 2007.

En el periodo estudiado un total de 358 pacientes adultos ingresaron, con fractura que involucrara la diáfisis de la tibia, de ellos el 57,2% (n= 205) cumplió los criterios de selección para ser incluidos en el estudio. La muestra fue predefinida en 100 pacientes asignados aleatoriamente, a través del sistema MEDSTAT.

Criterios de inclusión

 Pacientes de ambos sexos entre 16 años y 65 años.
 Con fractura unilateral diafisaria de tibia, inestable, con defecto óseo e indicación de tratamiento quirúrgico según criterios de Müller (4).
Para definir los criterios de estabilidad se aplicaron los requisitos radiológicos propuestos por Schmidt (5)
 Angulación coronal < 5º
 Angulación sagital < 10º
 Rotación < 5º
 Acortamiento < 1 cm
Para la clasificación del defecto óseo se tomaron como referencia los criterios propuestos por la Orthopaedic Trauma Association (6) a los que se añadieron modificaciones del autor para tener en cuenta la localización anatómica (Figura 1). 

defectos_oseos_fracturas/defecto_oseo

Figura 1: Mensuración defecto óseo

Para evitar errores de apreciación en la medición se trazó una línea media a la tibia en ambas vistas radiográficas en sentido cefalocaudal, tomando como referencia la espina tibial anterointerna en la vista anteroposterior. Aquellos defectos óseos que sobrepasasen la línea media se consideraban mayor del 50%. Se suprimieron los defectos óseos que correspondieran a pérdidas del 100% pues en todos los casos esto correspondió a fracturas abiertas.

Para determinar el patrón de fractura se tuvieron en cuenta el número de fragmentos:

- Dos fragmentos de desigual tamaño
- Ala de Mariposa
- Conminutiva
- Bifocal

A cada paciente de la muestra se le confeccionó el Modelo de recolección de datos en el que se recogieron todas las variables estudiadas.

En el análisis estadístico de las variables cuantitativas se determinaron los parámetros estadísticos descriptivos (valor máximo, valor mínimo, media, error estándar de la media y desviación estándar (S). Para cada una de ellas se expresó su valor como media ± S.


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