Terapia no farmacologica en el dolor provocado al recien nacido
Autor: Msc. Tamara Portela Fernández | Publicado:  14/02/2012 | Enfermeria , Pediatria y Neonatologia , Articulos | |
Terapia no farmacologica en el dolor provocado al recien nacido .3

Se utilizará como técnica de recogida de la información la observación realizada por las observadoras que participan en la investigación, la cual permite registrar el comportamiento de las variables en estudio en el instrumento de evaluación del dolor.

El plan de análisis de la información se realizó incorporando los resultados en una base de datos y se procesaron en el software estadístico SPSS 15. Los resultados se muestran en tablas de contingencia y relación de variables expresados en números y porcentajes mediante la utilización de las pruebas de significación estadística.

Para evaluar la representatividad de la muestra respecto a la edad gestacional se utilizó la prueba de Chi cuadrado y se aceptó una p > 0,005 como la no existencia de diferencias significativas entre los grupos estudiados.

Para el resto de las variables se aplicó prueba T y Anova y se aceptó una p<0,005 como la existencia de diferencias significativas. El análisis generó frecuencias absolutas y porcentajes así como promedios, valores mínimos y máximos y comparaciones entre variables conductuales y fisiológicas. Se contó con el apoyo directo del asesor de la investigación y profesional en estadística.

El estudio se realizó respetando los principios médicos de ética y bioética con autorización de la institución y previo consentimiento informado de los familiares.

Las consideraciones éticas que se tuvieron en cuenta fueron:

• La información que fue recolectada es totalmente confidencial, además de relevante para cualificar el cuidado de enfermería en la valoración del dolor neonatal.
• Los pacientes incluidos cumplían los siguientes criterios:

 Que fueran a ser sometidos a los procedimientos que incluye el estudio.
 Que estuvieran en la unidad de cuidados especiales.
 Que los riesgos que corrieran fueran mínimos.

Resultados

Tablas 1 y 2. Muestran la distribución de la edad gestacional y el peso al nacer según los grupos de tratamiento, se observa que no existen diferencias significativas entre ellos, lo que valida la muestra.

Tabla 3. Al agrupar los grupos de intervención suero glucosado y lactancia materna para compararlos con no tratamiento, se observa que la puntuación media obtenida en la escala de dolor para no tratamiento fue de 24,20 puntos, mientras que para tratamientos agrupados la media descendió a 14,48 puntos al realizar los procederes de estudio (P<0,05).

Tabla 4. Al comparar ambos grupos de tratamiento, se aprecia que la puntuación media de la escala de dolor desciende de 15,44 puntos cuando se aplica suero glucosado a 13,74 cuando la intervención es con lactancia materna (P<0,05).

Tabla 5. No se observan diferencias significativas en las puntuaciones medias de escala de dolor al comparar los parámetros conductuales entre ambos grupos de tratamiento

Tabla 6. Los signos fisiológicos comparativos entre ambos tratamientos al ser evaluados por escala de dolor presentaron diferencias significativas entre ambos, descendieron los valores de puntuación del grupo tratado con suero glucosado respecto al que recibió lactancia materna en relación a los parámetros: frecuencia cardíaca que de una puntuación media de 1,96 descendió a 1,42 (P<0,05), tensión arterial sistólica de 1,16 a 1,02 (P<0,05) y saturación de la hemoglobina que descendió la puntuación de 1,62 a 1,22 (P<0,05).

Tabla 7. La puntuación media de la escala de dolor comparativa entre los procederes punción del talón y punción intramuscular al intervenir con lactancia materna descendió de 15,4 a 12,4 (P<0,05). De igual manera, cuando se intervino con suero glucosado entre ambos procederes, se observó una reducción en la puntuación de 18,5 a 14,6 (P<0,05). Sin embargo, cuando con esta misma intervención se comparó punción intramuscular vs. arterial, la puntuación solo descendió de 14,6 a 13,6; no fue significativa la diferencia (P>0,05).

Discusión

Tabla 3. Pensamos que existe suficiente evidencia del efecto analgésico de los métodos, tales como la succión (lactancia materna, pacificadores, soluciones dulces, etc.) (20,22). Sin embargo, parece ser importante también el contacto de la madre con el bebé como factor protector frente al estímulo doloroso.

Nosotros, los profesionales de la enfermería, debemos preguntarnos ¿qué es lo mejor para nuestros pacientes? Y poner en juego toda nuestra sabiduría y juicio crítico con acciones independientes, ya que existen otras intervenciones ambientales y conductuales que pueden reducir de manera indirecta el dolor neonatal y no las practicamos.

Teniendo en cuenta lo antes mencionado, pensamos que es responsabilidad de todos los que día a día protegemos a esas jóvenes vidas impedir el sufrimiento y las complicaciones del dolor en esta etapa, por lo que al ser sometidos a los procedimientos de rutina, es necesario tratarlos con la delicadeza que se debe tener en un ser humano sometido a medidas médicas que le causan dolor, molestia o sufrimiento. De tal manera que, como requisito previo a toda intervención, se debe prevenir o aminorar el dolor y adoptar medidas adecuadas y apropiadas a los niños recién nacidos.

Tabla 4. Estudios anteriores han relacionado el efecto de la sacarosa en la respuesta nociceptiva del neonato hospitalizado. La hipótesis que lo fundamenta es que la leche humana es rica en opioides endógenos, que además de calmar al lactante actúan como inmunomoduladores. El sabor dulce ha dado buenos resultados al realizar punciones venosas, punciones en el talón y retiro de adhesivos o dispositivos pegados a la piel.

Nuestro estudio, al igual que fuera demostrado por 38,39, muestra una gran reducción del dolor frente al estímulo doloroso percibido por el recién nacido durante el proceso de amamantamiento que por sí sólo constituye un componente importante del efecto analgésico descrito. Los hallazgos consiguen demostrar que los mecanismos de protección naturales pueden activarse a través de la acción de amamantar de la madre durante procesos médicos.

Durante el transcurso de la investigación pudimos demostrar que el amamantamiento es beneficioso en los recién nacidos, constituye una intervención efectiva, de fácil implementación y segura para atenuar el dolor neonatal, mantener una mayor y más estable temperatura, al igual que menores variaciones en la frecuencia cardíaca y respiratoria. Del mismo modo, el alto rango de cooperación por parte de las madres y su mejor percepción a la lactancia, sugerimos que este procedimiento puede y debe ser implementado en los distintos ambientes hospitalarios del país.

Tabla 5. Uno de los problemas que limitan la interpretación en el prematuro álgico es la no especificidad de los signos y síntomas. Hay que enfatizar la necesidad de tomar en cuenta el contexto clínico para evitar interpretar como dolor cualquier otra causa de disconfort. Hablamos de dolor cuando están cubiertas todas las necesidades de disconfortabilidad, estas son hambre, sed, sueño, temperatura adecuada, estímulos nociceptivos, inseguridad y no estar mojado o manchado de heces que producen estímulos desagradables en la piel (irritación de la piel). La evaluación del dolor es especialmente difícil en los niños, en quienes el llanto, parámetro frecuentemente usado, puede tener otras causas y soluciones.

Estudios recientes de autores (29,30) coinciden con el nuestro y han demostrado que los prematuros y los niños a término responden cuando son sometidos a procesos dolorosos con flexión y aducción de las extremidades además de llanto y gesticulación. También hemos visto que los procedimientos dolorosos se acompañan de trastornos en los períodos de sueño.

Hoy podemos aceptar que dada la imposibilidad de cualquier tipo de verbalización, la única forma de expresar el dolor pasa por actitudes comportamentales, modalidades de expresión que son muy variables y de interpretación difícil, para ello se han creado instrumentos que permiten su diagnóstico. La resolución de estos signos clínicos tras el tratamiento confirma la utilidad de contar con elementos que nos permitan aproximarnos al diagnóstico del dolor en el neonato.

Tabla 6. Los cambios fisiológicos provocados por el dolor pueden contribuir con el desarrollo de morbilidad en los neonatos. Los estudios clínicos realizados por otros autores (30-36) y el nuestro en el transcurso de esta investigación han mostrado una reducción de los cambios en los parámetros fisiológicos y en las mediciones de las puntuaciones de dolor después de la administración de terapias no farmacológicas preventivas en situaciones donde el neonato presenta dolor o estrés, tales como cargar, cubrir con pañales, lactar, mecer, arrullar, cantar, etc.

En nuestro estudio coincidimos con otros autores, Dr. Gustavo Dávila y sus internos (36), los cuales tienen resultados similares, donde al observar el monitoreo de los parámetros fisiológicos se evidenció la no modificación de la frecuencia respiratoria y cambios en las mediciones como aumento de frecuencia cardíaca y tensión arterial así como caída de la saturación luego del estímulo doloroso en el grupo estudio con suero glucosado, hecho que no es marcado en el grupo de recién nacidos que formaban parte del grupo estudio de lactancia materna.


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