Cancer. Patologia electroionica
Autor: Dr. P. García Férriz | Publicado:  27/03/2012 | Oncologia , Articulos | |
Cancer. Patologia electroionica .2

Todos estos productos actúan excitando principalmente a las espinas dendríticas y a la membrana celular, pero es muy difícil que esta excitación pueda efectuarse en los ventrículos cardíacos, en el diafragma y en el yeyuno e íleon. En estas regiones de nuestro cuerpo no se pueden producir potenciales eléctricos elevados, imprescindibles para la formación tumoral. La radiolisis, radiaciones ionizantes, radicales libres, etcétera, no pueden aparecer en dichas partes orgánicas, salvo rarísima patología. La epidemiología refuerza cuanto acabamos de exponer.

Cociente de Loeb

Es de vital importancia mantener permanentemente el equilibrio electroiónico celular (cociente de Loeb) para evitar graves patologías, entre ellas, el cáncer.

Los componentes iónicos de dicho cociente son el potasio (K+), sodio (Na+), calcio (Ca2+) y magnesio (mg2+)1. si hay exceso de sodio puede producirse una peligrosa hiperexcitabilidad de la membrana celular. En cambio, si hay pobreza de magnesio también pude producirse una excitación neuronal (1). Así pues, se produciría un desequilibrio iónico por cualquiera de estas dos causas. La membrana celular se excita y la intensidad eléctrica será tanto mayor cuanto mayor sea el desequilibrio iónico.

El calcio inhibe la excitabilidad de todos los tejidos (1). La falta brusca de calcio ionizado se produce por hiperexcitabilidad del sistema nervioso (1) y muscular. Luego, al disminuir el magnesio y el calcio, la hiperexcitabilidad celular permanece constantemente.

Este fenómeno biológico real y evidente lo hemos tenido muy en consideración a la hora de ser tratado en mi propia neoplasia de recto, quedando afectado de células malignas todo el recto medio. Quedé totalmente curado en menos de 25 días (4,5).

Tomé calcio + D, magnesio, alimentación mediterránea y abundante agua con pobreza de sodio y abundancia de calcio y magnesio (4,5). Se me prescribió capecitabina y radioterapia. Ésta me la aplicaron con poca intensidad en la creencia de que iba a ser sometido a intervención quirúrgica. Yo me había negado a ella por el motivo de que tenía mucha fe en mi curación total y definitiva. pensé que la quimioterapia y la poca intensidad de radioterapia serían suficientes para frenar el avance de las células cancerosas, como efectivamente así ocurrió: la quimioterapia y radioterapia frenaron eficazmente los efectos. pero había que vencer la causa. Siempre pensé que si conseguía disminuir la excitación neuronal, la intensidad eléctrica se normalizaría. Y ésta se consiguió al restablecerse el equilibrio iónico. Este es mi personal criterio; pero no puedo confirmarlo.

Hemos tratado de demostrar que la curación del cáncer de recto se obtiene neutralizando la hiperexcitabilidad de la membrana celular. Y hemos demostrado que la causa de mi propio caso clínico consistía en la existencia de una hiperexcitabilidad neuronal del recto. Éste es nuestro personal criterio, teniendo muy en consideración el índice o cociente de Loeb, que es el siguiente:

K+ + Na+ / Ca2+ + mg2+ = 1 (equilibrio iónico)

Con lo anteriormente expuesto, suponemos haber demostrado cuál es la causa esencial de todo proceso tumoral de origen endógeno.

Ya he comentado cómo se curó mi propia neoplasia rectal en fase avanzada. Las células malignas desaparecieron totalmente al ser combatidas en sus dos puntos vitales: los efectos y la causa. La quimioterapia y la radioterapia se encargaron de frenar el avance de las células malignas, es decir, los efectos. Ya expuse en trabajos anteriores (“Neoplasia de recto. Mi propio caso clínico” y “Neoplasia de recto. Cómo se ha curado”) la alimentación que mantuve durante 25 días, que son los que se precisaron para el tratamiento anteriormente indicado.

¿Cómo es posible que me haya curado en tan breve espacio de tiempo, con el solo empleo de la quimioterapia y una radioterapia con poca intensidad? No es de extrañar que se den casos de curación total con el actual sistema empleado en todo el planeta tierra, aunque son poco frecuentes, pero yo me traté asumiendo mi propia responsabilidad, empleando la fuerza magnética para erradicar la causa del cáncer de recto. Está demostrado que la fuerza magnética actúa sobre la corriente eléctrica (23). por ejemplo: supongamos que existe un conductor por el que pasa una corriente eléctrica (en este caso concreto, un nervio motor) en presencia de un campo magnético. “El campo magnético ejerce fuerza sobre cada una de las cargas en movimiento que constituyen la corriente eléctrica” (23). Como la corriente magnética afluye a la superficie de nuestro cuerpo, el electroimán aplicado en la zona adecuada atrae a la corriente eléctrica. Con este procedimiento se consigue disminuir o eliminar mucha intensidad eléctrica del nervio correspondiente. En este caso concreto creo haber conseguido frenar la intensidad eléctrica o disminuirla a un nivel reobase; en este nivel la célula maligna muere por los efectos de la quimioterapia y radioterapia aplicada en el tratamiento. Sin electricidad, toda célula deja de ejercer toda acción química: se atrofia, muere.

Considero, pues, que aplicando la fuerza magnética de la forma indicada, la quimioterapia y la radioterapia ejercen una mayor eficacia curativa. Este ha sido mi personal tratamiento. siempre he mantenido que la intervención quirúrgica debe efectuarse como último recurso.

Intensidad eléctrica

De la misma manera que la tensión arterial debe conocerse y tratarse, la tensión eléctrica (hiperexcitabilidad) también debe ser conocida y tratada. Ya hemos dicho que sin electricidad no pueden producirse acciones químicas. por dicha causa pueden producirse muchas patologías como la hemiplejía, paraplejía, etcétera, y en el cerebro de los enfermos de Alzheimer; en el aparato esquelético, por ausencia de corriente electro-motriz iniciada en el cerebro o médula ósea por muy distintas causas. Estos enfermos, parapléjicos y los de Alzheimer, no pueden tener ningún tipo de cáncer en sus extremidades inferiores y cerebro, respectivamente. Ésta es una prueba que nos atrevemos a considerar como irrefutable. En ambos casos, Alzheimer y paraplejía, hay ausencia de fuerza electromotriz (f.e.m.).

Cuando un organismo está desnutrido, la excitabilidad celular se produce con mayor dificultad. Por ello, el cáncer aparece más raramente en los cuerpos débilmente alimentados que en los fuertemente nutridos. La epidemiología lo confirma. En los países donde la desnutrición abunda, el proceso tumoral aparece con mucha escasez. Y en los países con más o menos abundancia de recursos económicos, el cáncer aparece con mayor profusión; y si se alimentan mucho y mal, mayor riesgo de padecer de cáncer.

En la mielina (capa envolvente del axón) de los organismos desnutridos hay disminución de tejido conjuntivo, lipoides, aminoácidos y proteínas (electrones). Disminuye la vitalidad conductora en los nervios motores de estos organismos desnutridos, siendo por tanto mucho más lenta la corriente eléctrica al ser excitada la membrana celular con menor intensidad; y también las espinas dendríticas, que son los puntos esenciales por donde entra principalmente la excitación nerviosa. Pero es que también se ha demostrado en estos cuerpos muy débilmente alimentados la escasez de mitocondrias y de ATP (6), que son de vital importancia para la actividad de la vida celular.

Ventrículos cardíacos, diafragma y yeyuno e íleon

En las regiones de nuestro organismo que están inervadas con potenciales eléctricos débiles, es muy raro que se forme un proceso tumoral maligno primario. Como ejemplo tenemos el corazón, especialmente los ventrículos, el diafragma y el yeyuno e íleon (7), donde la aparición neoplásica se produce con muy acusada rareza.

Como vemos, vamos hilvanando y tejiendo paso a paso todo lo concerniente a la formación de todo tipo de cáncer en cualquier parte de nuestro cuerpo. Y en todo este proceso de investigación aparece siempre como factor principal nuestra propia corriente eléctrica. A continuación vamos a intentar demostrarlo, empezando por el corazón.

Corazón

Está demostrado que la electricidad del miocardio es extracardíaca. Las ondas electromagnéticas que se originan en el nodo sinoauricular sólo invaden las dos aurículas; nunca alcanzan los ventrículos directamente. Y al no recibir esta zona directamente corriente eléctrica se hace prácticamente imposible la formación de un sarcoma primario. No hemos conocido nunca ni un solo caso de tumor en los ventrículos en todo el planeta.

Este es un estudio que siempre hemos considerado como un caso clínico de indudable valor en la investigación sobre la etiopatogenia tumoral.

Los potenciales eléctricos débiles existentes en los dos ventrículos van dirigidos siempre de dentro hacia el exterior. El saco pericárdico carece de terminaciones nerviosas intraendoteliales (8) (Figura 1), por lo tanto, la débil electricidad ventricular sirve esencialmente para mantener de forma constante la contracción de los dos ventrículos, de la misma forma que sucede en el yeyuno e íleon del que más adelante expondremos sus correspondientes características.

Como consecuencia de la debilidad de sus propios potenciales de acción (eléctricos), ni en el corazón ni en el diafragma se produce el proceso electroiónico que normalmente se realiza en la mayor parte del organismo. El potencial de acción consiste en el cambio de potencial eléctrico que ocurre en la membrana de una célula durante el paso de un impulso nervioso.


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