Varices. Cuidados de la atencion primaria de salud
Autor: Dr. Daniel Ramon Gutierrez Rodriguez | Publicado:  22/10/2007 | Medicina Familiar y Atencion Primaria , Cirugia Cardiovascular , Angiologia y Cirugia Vascular | |
Varices. Cuidados de la atencion primaria de salud.


Las varices son la manifestación externa de alteraciones en el aparato circulatorio producidas por el efecto de la bipedestación, es decir, por el hecho de que el hombre camine y permanezca erguido durante el día y a lo largo de su vida. Esta postura obliga al aparato circulatorio a hacer un sobreesfuerzo para conseguir que la sangre vuelva al corazón venciendo la fuerza de la gravedad y la circulación de retorno o venosa es especialmente dificultosa en las piernas.


Si una persona está sometida a largas horas trabajando de pie y en un espacio reducido, acabará, en un 60% de los casos, por presentar algún síntoma de insuficiencia venosa en los miembros inferiores. Es el caso común de las planchadoras, por ejemplo. El sedentarismo y la obesidad, así como la falta de ejercicio habitual dificultan, obviamente, el retorno venoso de las extremidades inferiores. (1)


Clásicamente distinguimos 3 sistemas venosos en los miembros inferiores: el superficial, el comunicante y el profundo. (2)

El paciente puede presentar edemas maleolares vespertinos, pesadez en miembros inferiores, dolores en extremidades inferiores. Además: empeoramiento durante el día, haciéndose más intenso al anochecer, y cede con el reposo y elevación de las extremidades inferiores. Empeora con el calor y mejora con el frío.

Ante todo paciente portador de venas dilatadas en las extremidades inferiores, acompañadas de una sintomatología propia, no hay que conformarse con el diagnóstico de varices, sino que se ha de matizar e intentar localizar qué venas son las afectadas, personalizando en cada caso el diagnóstico.

Varices

Las venas son las encargadas de devolver la sangre al corazón. Para ello cuentan con unas válvulas que, mediante el ejercicio de los músculos, comprimen las venas y hacen que la sangre ascienda hasta el siguiente tramo, en el que la válvula, por el efecto de la fuerza de la sangre, se abre y por el efecto de la gravedad se cierra. En ocasiones este juego no se produce adecuadamente y provoca una alteración de la válvula. Se queda algo abierta por lo que parte de la sangre se escurre y cae al tramo inferior, produciendo una dilatación por hiperpresión en las venas superficiales que es lo que conocemos como varices. Por regla general suele acontecer en las venas más superficiales del organismo. La OMS define las varices como «dilataciones de las venas que con frecuencia son tortuosas».

Las varices secundarias se deben a la existencia de situaciones como: tumores, traumatismos o insuficiencia valvular que impiden el retorno venoso normal

 Se pueden clasificar atendiendo a su etiopatogenia:

·  ­ Por comunicación arteriovenosa.

·  ­ Esenciales, idiomáticas o primitivas.

·  ­ Posflebíticas.

·  ­ Posoperatorias.

·  ­ Por aplasia o agenesia.

Otra clasificación se basa en el tamaño de las varices:

·  ­ Varices tronculares. Propias de la safena interna o externa.

·  ­ Varices reticulares. Cuyo inicio a menudo se localiza en el hueco poplíteo.

·  ­ Varicosidades o varices en filamentos de escoba.

·  ­ Telangiectasias y figuras de pincel que afectan al plexo venoso más externo.

·  ­ Varicosis profunda. Afecta a venas perforantes.

La frecuencia de aparición de las varices varía de unos países a otros. Dentro de un mismo país difiere atendiendo a que los datos se obtengan del departamento de salud correspondiente o a partir de un estudio epidemiológico. Las enfermedades venosas vienen a ser diez veces más frecuentes que las arteriales periféricas. Hay factores de riesgo en los que se aprecia una predisposición superior de presentar varices, como son la edad y el sexo. En el caso de la edad, a mayor edad mayor posibilidad de tener insuficiencia venosa y que ésta esté más agravada. Las varices son cuatro veces más frecuentes y la insuficiencia venosa crónica siete veces más frecuente en el grupo de edad de mayores de 60 años, si se compara con los de más de 20 años. El sexo también influye, puesto que se presenta una incidencia mayor en las mujeres que en los varones, siendo el doble de veces más frecuente la aparición de varices en las primeras que en los segundos. Otros factores que predisponen la aparición de varices son el tipo de trabajo, ya que situaciones en las que se requiere estar largos períodos de pie o sentados aumenta la probabilidad de presentar varices. (3) El tabaco y otros factores tóxicos o el sedentarismo que redundan particularmente en problemas vasculares diversos, son responsables asimismo de la aparición de varices.(1)

Otros factores de riesgo son la obesidad, la exposición prolongada al sol, llevar ropa muy ajustada, el embarazo y paridad, la toma de anticonceptivos, trabajos de riesgo (aquel que se encuentre sometido a un ortostatismo prolongado) y enfermedades que cursan con aumento de glóbulos rojos y/o plaquetas. (3)

Cabe distinguir dos grandes tipos de complicaciones producidas por las varices: las venosas y las dermatológicas. De entre las primeras, se contempla la flebitis varicorragia y la rotura venosa.


La flebitis varicorragia es una tromboflebitis obliterante del cordón varicoso superficial. La evolución suele ser benigna, pero las recidivas son frecuentes. Los síntomas se inician brutalmente, con un dolor a lo largo del cordón venoso indurado.

En la rotura venosa externa, la piel es tan fina que incluso un mínimo traumatismo puede provocar una hemorragia, y en el caso de la interna, el volumen de la pantorrilla aumenta considerablemente, y paralelamente se siente un intenso dolor después de realizar algún tipo de esfuerzo. La impotencia funcional y el hematoma se instalan de inmediato. Las complicaciones dermatológicas, son importantes por su frecuencia y por sus repercusiones funcional, profesional y social. Pueden afectar a todos los tejidos. El factor mecánico esencial que las determina es la estasis, debida a una hiperpresión venosa superficial. (1)  Los trastornos vasculares pueden causar petequias, púrpura y equimosis, pero en raras ocasiones desencadenan una pérdida grave de sangre. (4) Son cuatro las complicaciones dermatológicas que se pueden presentar: la dermatitis, las capilaritis, la esclerosis dermohipodérmica, la úlcera. (1)


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