Epicondilitis. Claves de la enfermedad y manejo
Autor: Enrique Ramón Arbués | Publicado:  11/07/2012 | Enfermeria , Traumatologia , Reumatologia , Articulos , Imagenes de Enfermeria , Imagenes de Reumatologia , Imagenes de Traumatologia , Imagenes | |
Epicondilitis. Claves de la enfermedad y manejo .3

Ultrasonidos

Los ultrasonidos son ondas sonoras de alta frecuencia (de 0,8-1 MHz) mediante la aplicación de un campo eléctrico. Las vibraciones mecánicas producidas son absorbidas y transformadas en calor por los tejidos circundantes. A través de un triple mecanismo compuesto por un factor mecánico, un factor térmico y un factor químico, se producen los efectos biológicos: cambios en la actividad celular, la circulación sanguínea, el tejido nervioso, la capacidad de regeneración de tejidos y el colágeno (40).

Con la aplicación de los ultrasonidos en la epicondilitis se han encontrado resultados significativos, aunque de escasa magnitud, en la mejoría del dolor al compararlos con placebo (41).

Ondas de choque

Las ondas de choque tienen efecto analgésico, de resorción ósea y osteoinductiva. Aunque su aplicación puede ser levemente dolorosa, los efectos colaterales suelen ser leves y transitorios (limitados a enrojecimiento transitorio de la piel, dolor o pequeños hematomas) (42).

Respecto a la aplicación de esta terapia en la epicondilitis existe gran controversia. Se han encontrado resultados significativos en la mejoría del dolor (43,44,45). Por otra parte, otros autores, no han observado ningún efecto positivo (46,47).

Ejercicios

Algunos ensayos clínicos han demostrado la eficacia del tratamiento de la epicondilitis con ejercicios activos al compararlo con otros tipos de tratamientos (48,49,50,51).

Durante las primeras semanas los ejercicios deben limitarse a estiramientos de los músculos extensores del antebrazo (figuras 4 y 5). Posteriormente, después de 4-6 semanas, se inician actividades excéntricas de fortalecimiento (contrarresistencia y cargas progresivas) que deben prolongarse durante meses, incluso tras la desaparición de la sintomatología para evitar las recaídas (50,51). 

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Figuras 4 y 5. Estiramientos para pacientes diagnosticados de epicondilitis.

Masoterapia y técnicas manipulativas

Dentro de las diferentes técnicas de aplicación de masaje, una de las más utilizadas es el masaje transverso de Cyriax. Pese a que la cantidad de la información es todavía escasa, los resultados disponibles son alentadores respecto a la efectividad de esta técnica (52,53,54).

En cuanto a las terapias manipulativas se han encontrado evidencias científicas que avalan su uso en el tratamiento de la epicondilitis (55,56,57).

Iontoforesis

La iontoforesis es una técnica electroterápica basada en la introducción de radicales medicamentosos (iones y moléculas ionizadas) en el organismo por vía transcutánea mediante corriente galvánica.

Según algunos estudios, la ionización con AINES o esteroides parece reducir el dolor en la epicondilitis, aunque no hay suficientes evidencias científicas al respecto (58,59,60).

Acupuntura

La evidencia disponible acerca de la utilidad de la acupuntura es todavía escasa y no definitiva. Sin embargo, algunos estudios han concluido que la acupuntura es eficaz para aliviar el dolor sobre todo a corto plazo (61,62,63). En todo caso, se requiere una mayor investigación antes de recomendar este método (64).

Tratamiento quirúrgico

Suele recurrirse a la cirugía en casos de notable afectación del paciente, con gran limitación de sus actividades cotidianas. Esta situación sucede en menos del 10% de los casos.

Las técnicas quirúrgicas utilizadas son la resección epicondilar, la resección parcial del ligamento anular, la denervación, la descompresión nerviosa o el refuerzo de los tendones implicados con un abordaje abierto, artroscópico o percutáneo (15). En todo caso, el tratamiento quirúrgico presenta un período de recuperación prolongado y no parece acortar el tiempo de evolución de la sintomatología. Por tanto, debería reservarse sólo ante situaciones incoercibles (15).

CONCLUSIONES

 La epicondilitis, como tendinosis que es, es un proceso degenerativo y no inflamatorio, que afecta a los músculos con origen en el epicóndilo.
 El diagnóstico se basa fundamentalmente en la clínica. Ésta se caracteriza por la presencia de dolor en la cara lateral del codo que aumenta con los movimientos de supinación del brazo y de extensión de la muñeca contra resistencia.
 El tratamiento de la epicondilitis es generalmente conservador y se basa en la inmovilización, la farmacoterapia (antiinflamatorios no esteroideos por vía oral o tópica, infiltraciones de corticoides) y la fisioterapia.
 En cuanto al tratamiento fisioterápico, la masoterapia y las manipulaciones son técnicas recomendables a tenor de la evidencia científica recomendada. Aunque los primeros resultados son halagüeños, todavía se necesita una mayor investigación para recomendar el empleo terapéutico de la acupuntura, la iontoforesis, los ultrasonidos o las ondas de choque.
 En estos pacientes son útiles los estiramientos de la musculatura epicondílea. En una segunda fase, resultan de gran utilidad los ejercicios excéntricos de fortalecimiento.
 El tratamiento quirúrgico sólo es necesario en menos de un 10% de los casos donde el dolor y la incapacidad funcional sean muy limitantes para la calidad de vida del paciente.

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