Actualizacion y revision de la brucelosis en nuestro pais
Autor: Damián Muñoz Simarro | Publicado:  14/08/2012 | Enfermedades Infecciosas , Medicina Preventiva y Salud Publica , Articulos | |
Actualizacion y revision de la brucelosis en nuestro pais .2

 Vía digestiva
Este tipo de contagio ocurre cuando se ingieren productos lácteos no higienizados o alimentos crudos que contengan secreciones de animales o incluso regados con aguas infectadas. El agua potabilizada no parece que sea un vehículo de especial consideración en la transmisión de la enfermedad. Esta vía carece de importancia cuando hablamos de contagio profesional de la enfermedad.

 Vía cutáneo-mucosa:
La brucella atraviesa la barrera cutáneo-mucosa, fundamentalmente cuando existe pérdida de solución de continuidad de la piel; la manipulación de productos fetales, contacto con polvo contaminado o el cuidado habitual del ganado pueden producir el contagio en el hombre.

 Vía respiratoria
El contagio por esta vía se produce por inhalación de aerosoles formados en operaciones de limpieza de establos, movimiento de ganado y en general todas las operaciones que puedan movilizar el polvo infectado.

 Inoculación accidental
El contagio por esta vía se produce en profesiones sanitarias ocurriendo en trabajos de laboratorio, vacunaciones, screening, etc. Los vectores no juegan un papel de interés en la transmisión de la enfermedad. Son de alto interés desde el punto de vista de contagio profesional accidental.

MANIFESTACIÓN CLÍNICA

En muchos casos es asintomática, dependiendo fundamentalmente del estado inmunitario del paciente y del tipo de Brucella y en otros casos y más comúnmente de aparición aguda o insidiosa, cursando como norma general con fiebre alta continua, intermitente de 40°C o más con duración variable, sudoración profusa con predominio nocturno, astenia, anorexia, pérdida de peso, cefalea, artralgia y dolor generalizado.

En resumen, la sintomatología general tras periodo de incubación fluctuante de 1 a 3 semanas, podemos describir los siguientes síntomas:

- Fiebre que no sigue ningún patrón determinado.
- Debilidad generalizada.
- Dolores articulares.
- Cefalea.
- Sudoración abundante.
- Pérdida de peso y apetito.
- Hepatoesplenomegalia en un alto porcentaje.

Para su estudio dividimos en tres fases consecutivas de duraciones imprecisas:

 Fase Aguda:

Se pueden presentar manifestaciones como endocarditis, encefalitis, anemia y trastornos de coagulación (gingivorragias, epistaxis, equimosis).

 Fase Subaguda:

Fase de fiebre ondulante de comienzo insidioso y sintomatología anodina (algias generalizadas con mayor incidencia en las articulaciones, astenia, cefalea, náusea y sudoración), la fiebre se eleva hasta los 40 ó 41°C por la tarde y noche y disminuye por la mañana, con sudoración profusa.

En ocasiones, esta fase puede ser asintomática, lo que puede dificultar el diagnóstico.

 Fase Crónica:

Es la forma más frecuente y conocida de la enfermedad:

No tiene unas características definidas, suelen iniciarse con debilidad, astenia importante, apatía, cefalea, irritabilidad, insomnio, dolores variopintos injustificados a priori.

Cuando su localización es espondilítica (reumatismo vertebral) aparecen lesiones en cuerpo y discos vertebrales (diagnósticos por imagen), con dolor dorsolumbar nocturno de intensidad variable, junto con rigidez dorsal matutina, que presenta mejoría notable en posición de flexión o encorvada.

Puede manifestarse también con afectaciones neurológicas, cuadros mielorradiculares o procesos neuríticos de nervios periféricos, con localización cardiovascular con dolor precordial, hipertensión arterial o de valvulopatía asociados a síndrome febril prolongado y por último es frecuente la localización broncopulmonar con afectación bronquial importante e infiltrados neumónicos.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico temprano es clave para el buen pronóstico de la enfermedad y su tratamiento, por ello en un principio los diagnósticos son de sospecha tras anamnesis, hábitos dietético, entorno laboral, socio-cultural y valoración de la clínica, pero el diagnóstico de confirmación es por laboratorio en muestra de sangre, mediante la detección de anticuerpos específicos contra Brucella en sangre por seroaglutinación o por aislamiento del patógeno mediante hemocultivo, también en tejido o secreciones del enfermo.

Existen dos procedimientos diagnósticos de laboratorio:

1. Diagnóstico serológico: Es indirecto, rápido y el más utilizado como screening.

1.1. Seroaglutinación de Wright. (Detectan la presencia de anticuerpos aglutinantes).
1.2. Test de Rosa de Bengala. (Detectan la presencia de anticuerpos aglutinantes).
1.3. La prueba de Coombs. (Cuantifica los anticuerpos no aglutinantes).
1.4. Enzimoinmunoanálisis (Método ELISA, determinación de las inmunoglobulinas específicas frente al lipoproteínas de Brucella.

2. Diagnóstico bacteriológico: Es un hemocultivo que sirve como confirmación aislando el patógeno e incluso identificando el tipo de Brucella. Se considera diagnóstico definitivo. (Medio bifásico de Castañeda).

Existe actualmente otros métodos diagnósticos a través de ADN, (Polymerase Chain Reaction), y de alta especificidad, pero su alto coste la hace poco útil en el diagnóstico.

TRATAMIENTO

Para el tratamiento de la enfermedad se usa una combinación antibiótica simultánea durante varias semanas consecutivas, este efecto sinérgico de los antibióticos hace disminuir las posibilidades de recaídas.

El tratamiento de recomendación por la OMS, es la administración de doxicilina (tetraciclina) en combinación a rifampicina. Aunque tiene un mínimo incremento en recaídas algo mayor que el tratamiento clásico, la OMS la recomienda por su mejor aceptación, comodidad, costes y tolerancia.

Doxiciclina oral (100 mg/12 h) y rifampicina también oral (15 mg/kg/día), ambas mantenidas durante 45 días.
Las tetraciclinas son el grupo antibiótico más efectivo frente contra a la mayoría de cepas de Brucella y debe ser la base de cualquier combinación antibiótica, sin embargo dado que estos fármacos son bacteriostáticos, las recidivas son frecuentes después del tratamiento inicial. La combinación de tetraciclina con estreptomicina o gentamicina ha mostrado ser más eficaces. Las terapias a largo plazo con dosis altas de trimetropim-sulfametoxazol han mostrado ser buena alternativa, y la sinergia con la rifampicina limita los daños en sistema nervioso central.

En la actualidad el tratamiento más habitual o clásico es doxiciclina (100 mg/12 horas) por vía oral durante 6 semanas, y gentamicina (250 mg/24 horas) por vía intramuscular durante 2 semanas.

PREVENCIÓN

Las medidas de prevención la podemos ver desde dos puntos de vista; la prevención de la brucelosis animal (que no es el tema tratado en esta revisión) y la prevención de la brucelosis humana que a su vez la podemos dividir a su vez en prevención colectiva e individual.

 Prevención colectiva

Como norma general la prevención colectiva se impone a la individual y además suele ser más efectiva económica y finalmente dar mejores resultados. En el caso de la Brucelosis, cuando hablamos de Prevención colectiva hablamos de Educación Sanitaria y educación en la población en general y más específicamente en las personas directamente relacionadas con el problema, es decir, la población rural, los trabajadores en contacto con animales, sus excreciones o que realicen el sacrificio o descuartización de los mismos.

Los tres pilares básicos de esta Educación Sanitaria serían:


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