El perfil del profesor y del alumno en las carreras de Licenciatura en Enfermeria y Tecnologia de la Salud
Autor: Dr. Orestes Gonzalez Capdevilla | Publicado:  11/06/2007 | Enfermeria , Formacion en Ciencias de la Salud | |
El perfil del profesor y del alumno en las carreras de Licenciatura en Enfermeria y Tecnologia de la

Desarrollo.

Los docentes de la universidad médica hacia un modelo educativo acorde a las exigencias actuales.

El sistema educativo tradicional ante el empuje del progreso científico, los cambios económicos y sociales, los avances de la pedagogía y la enseñanza médica contemporánea, quebró el viejo molde donde se fraguó por siglos este sistema hoy obsoleto. Nuevos conceptos, teorías, técnicas y prácticas educacionales irrumpieron en la escena educativa y forjaron una nueva educación médica: la educación en salud.

Persisten aún rezagos, no poco importantes, de los viejos patrones educacionales: enseñar, más que educar; teorizar, más que trabajar; decir, más que discutir; memorizar, más que pensar; repetir, más que aprender; calificar, más que evaluar; cuando lo que se busca es tener en nuestras aulas un docente que se convierta en guía, mentor, conductor, facilitador y maestro del aprendizaje.

Es conocida la resistencia sostenida por gran parte de los docentes para introducirse, avanzar y profundizar, hasta la investigación de ser posible, en los aspectos pertinentes de la pedagogía y la Educación Médica. Muchos se niegan a aceptar la necesidad de estos conocimientos científicos y del arte de la educación para aprender medicina; otros la aceptan en teoría, pero se sienten incapaces de compartir su vida profesional entre las ciencias pedagógicas y las ciencias médicas; entre la salud y la educación. (7)

Nuestros centros de Educación Médica Superior insertados en el Nuevo Modelo pedagógico de formación deben preparar a sus docentes para desarrollar una educación centrada en el estudiante que se expresa en el aprender a aprender, el saber pensar, el dominio del método científico y la metodología científica, el método de solución de problemas, la integración de los conocimientos, la educación en el trabajo, el estudio independiente y la autoevaluación así como en otros aspectos de las ciencias cognoscitivas. Todo lo anterior puede conducir al “saber hacer” de nuestros estudiantes que se manifiesta en la acción y la transformación de la realidad en el trabajo; y no como un mero saber intelectual.

La enseñanza, es la interacción entre el profesor y el educando, bajo la responsabilidad y dirección del profesor, tendiente a obtener determinados cambios (esperados) en la conducta de los educandos. (8) Sus objetivos están dirigidos a ayudar a los educandos a:

Adquirir, retener y ser capaces de emplear los conocimientos.
Comprender, analizar, sintetizar y evaluar.
Desarrollar y consolidar habilidades.
Establecer hábitos.
Desarrollar actitudes y compromisos sociales.
Para ello el profesor debe:
Conversar de, con y junto con los educandos.
Mostrarles cómo.
Proporcionarles oportunidades para la práctica independiente.
Supervisarlos, exigirles y retroalimentarlos.

El profesor para lograr el aprendizaje en sus estudiantes debe facilitar un ambiente que estimule al educando a ser activo, enfatice en su naturaleza individual, reconozca el derecho del educando a equivocarse, tolere las imperfecciones, estimule la apertura de pensamiento y de la verdad misma, haga que la personas se sientan respetadas y aceptadas, facilite los descubrimientos, haga énfasis en la autoevaluación y la cooperación y permita a su vez la confrontación de ideas.

Nuestro entorno educativo: una realidad que debe ser perfeccionada.

Con la aparición del Nuevo Modelo Pedagógico se hizo necesario en nuestros CEMS, ampliar el claustro de profesores, muchos de ellos sin experiencia en la docencia por lo que su preparación pedagógica es insuficiente para afrontar este nuevo reto y brindar una docencia de calidad. Se hace necesario establecer un sistema de superación pedagógica que contemple los aspectos metodológicos, científicos, psicológicos, culturales y gerenciales que permitan la formación integral de estos profesores.

El profesor de los albores del nuevo milenio debe estar a tono con las tendencias actuales y comprometido con el desarrollo científico, social, ecológico y humanista de cada comunidad, región o país . No es suficiente con poseer una alta preparación científico técnica, que se traduce en el dominio de los contenidos, sino que éste requiere además, dominar los elementos fundamentales de la comunicación y desarrollar capacidades pedagógicas y psicológicas que le permitan aplicar un modelo comunicativo, donde la utilización del diálogo deviene como elemento esencial de la labor educativa, así como diferentes métodos que contribuyen a estimular la motivación por el aprendizaje de los estudiantes. (9)

La sociedad exige un proceso formativo basado en una concepción flexible y competente, que ofrezca cobertura y satisfaga las necesidades de formación y superación de enfermeros y tecnólogos para suplir las carencias de estos profesionales en las diferentes instituciones de salud de nuestro país, misión en la cual nuestros docentes juegan un rol protagónico. (10)

Constituye una demanda de nuestros tiempos, del nuevo momento histórico, alcanzar la integralidad de nuestros profesores quienes se han convertido en el pilar fundamental para fortalecer los valores y cualidades de nuestros estudiantes, más aun cuando conocemos que las puertas de nuestras universidades están abiertas a todos los jóvenes que han elegido convertirse en profesionales de nuestro sector; por ello está identificado en la misión de nuestra universidad médica egresar a jóvenes revolucionarios, activos, independientes, éticos, humanistas, preparados para ejercer su profesión y altamente comprometidos con la Sociedad. Para lograr esto en nuestras universidades hay que tener en cuenta el presupuesto del profesor universitario (11):

Elevado compromiso moral con los intereses de nuestra revolución
Sólida formación política ideológica.
Desarrollo de la integralidad el profesor en su colectivo.
Convencimiento y responsabilidad de los profesores en el enfrentamiento de esta actividad.
amplia cultura socio humanista.
Alta competencia profesional (científica, técnica, cultural y social)
Profundidad en los conocimientos de Ética, Historia de Cuba y de las Ciencias Médicas.

El docente constituye la piedra angular de este nuevo reto, sin el cual no son posibles estas transformaciones, ni la utilización ejecutiva de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones. Se necesita en nuestras aulas a un profesor que no solo enseñe conocimientos y habilidades, sino que también aprenda de sus alumnos y que sea capaz de transmitir a los futuros profesionales no sólo la fuerza de la ciencia y la técnica, sino los valores éticos y patrióticos que lo comprometan como ente social. (12)

La educación a lo largo de toda la vida exige que el personal docente actualice y mejore las capacidades didácticas y sus métodos de enseñanza (13). Estamos llamados a capacitar a nuestros docentes desde la óptica de desarrollar en ellos las competencias básicas de la profesión, de manera tal que puedan actuar eficazmente ante el nuevo modelo al que se enfrentan (14):

Competencia Pedagógica Didáctica: que les posibilita tomar decisiones para planificar el proceso de instrucción y educación, además dirigir la gestión el aula, evaluar el aprendizaje e incorporar las NTIC al proceso de formación.


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