Carta Abierta a la Doctora Debora Spar, PhD. ¿Es Necesaria una Metafisica, para Enrumbar la Investigacion Cientifica? Clonacion Humana Solucion: Bioetica, Metabioetica o Metafisica.
Autor: Dr. Juan Herrera Salazar | Publicado:  4/12/2007 | Genetica , Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria | |
¿Es Necesaria una Metafisica, para Enrumbar la Investigacion Cientifica?2

Qué se ha hecho, donde están los peligros:

En 1997 se anunció la clonación de la oveja Dolly. Se utilizó un Ovocita sin núcleo al cual se le inyectó el núcleo de una célula somática obtenida de una mamá de oveja adulta de seis años de edad, cultivada en laboratorio. Es decir se realizó una clonación por fusión de un ovocita sin núcleo con una célula somática, se creo así el clon que luego fue transferido a otra oveja adulta, que parió a Dolly. Una oveja dio el huevo, otra oveja el núcleo somático y otra lo llevo en el vientre hasta su nacimiento.


A esto siguieron una serie de condenas morales sobre esta eventualidad, se mandó a a valorar de manera prudente y competente este procedimiento sobre los animales antes de dar un juicio definitivo, se invocaron normas de ley claras y definitivas en relación a la clonación humana.


Desde ese momento en los comunicados de los Organismos Internacionales (UNESCO, Parlamento Europeo, OMS, Consejo de Europa) se notaron expresiones de diversa tonalidad, que ponían efectivamente su acento en la condena general de la clonación humana.


Este acuerdo de condena a la clonación humana emergía sea por: las concepciones antropológicas y éticas, o bien por la ponderación de las posibles consecuencias de tales procedimientos.

 

La Profesora de Harvard agrega un peligro inédito, una propuesta que debemos considerar con mucha cautela: la de llevar al mercado los ovocitas humanos para promover la investigación sobre células madres embrionarias. ¿Cuál es el potencial destructivo de la propuesta de esta científica? ¿Conseguirá miles de mujeres dispuestas a vender sus huevos?, ¿se estimulará el comercio de embriones aprovechando de los adelantos en materia de crío conservación?

En los años sucesivos a la clonación de Dolly, se difundieron en la opinión pública locuciones que pretendían configurar procedimientos particulares con el fin de producir células y tejidos para su uso en medicina experimental y clínica, en la línea del trasplante terapéutico. Se habló de la producción de líneas celulares multipotentes, células madre de origen embrionario (precisamente de células de la masa celular interna de la blastociste), provenientes de embriones humanos producto de la clonación.

 

A la opinión pública se le hizo creer por motivos de comunicación y para ganar más fácilmente su consenso, que se podían obtener células y tejidos, de otras células y tejidos sin considerar, que tal procedimiento implicaría necesariamente la generación de embriones humanos, al estado de blastociste, no destinados a ser transferidos al cuerpo de una madre para su desarrollo ulterior, sino que solo para utilizar las células necesarias y luego destruirlos. Este malentendido indujo a muchos a aceptar tales procedimientos, a juzgarlos positivamente en cuanto a procedimientos terapéuticos, de gran valor para la cura de determinadas enfermedades, y que tales non lesionarían la integridad del individuo humano.

 

La doctora Debora Spar de Harvard , aprovecha la autoridad propia y la de su Universidad , para decir que los procedimientos de generación de embriones deben ser considerados dentro del mercado global de los Estados Unidos, como un nicho de mercado especializado, legitimando la opinión de propiedad del “material de investigación". ¿No es esto manipular la opinión pública sacrificando la verdad?


Creen Uds. que la economista de Boston consideró por un instante que los embriones son seres humanos. Sus consideraciones emergen de su interés particular, el interés particular de la bolsa. Parece que este pensamiento es tan perverso como el que justificó la esclavitud en los Estado Unidos.

 

En Escocia en 1998 se daba la noticia de la disponibilidad del centro que había clonado a Dolly de colaborar con la industria estadounidense para la producción de células de tejido humano a través de procedimientos de clonación y el establecimiento de bancos de tejidos humanos preciosos.

 

La Dra. Debora Spar, parece querer anunciar que pronto se podrá invertir en bancos de tejidos que serán muy rentables. ¿No creen Uds., que esas ideas pueden ser peligrosas?

 

Sigamos con nuestra reflexión y el itinerario histórico que veníamos desarrollando: El Licensing Authority del Reino Unido, se pronunció positivamente en 1988, dió el visto bueno al procedimiento de clonación, se expresó de manera favorable “a una clonación con finalidad terapéutica”, considerada como fruto de una biotecnología de “rostro humano“…

Debemos reflexionar: ¿Cual es la ciencia que nos enseña a reflexionar?

 

Mi pregunta es: ¿Necesitamos una bioética que se limite a ser descriptiva, o necesitamos una bioética normativa o tenemos que ir más allá en busca de una metabioética y que esta última nos muestre     el camino? Sigamos nuestro itinerario, ahora llegamos al dilema: dar o no dar el visto bueno a tal producción “benéfica“, impedir o no la ciencia que se enrumbe hacia la victoria sobre las enfermedades degenerativas (Enfermedad de Parkinson), metabólicas (Diabetes mellitus insulinodependiente), u oncológicas (Leucemia).

 

Examinemos de manera urgente, la esencia de este dilema, examinemos de cerca los términos y la pertinencia de los argumentos: qué deberíamos hacer: la industria biotecnológica realmente pretende realizar a través de este tipo de tecnología una verdadera y propia clonación de seres humanos: no se trata solamente de producir células idénticas a partir de una célula madre (progenitora), como se da en el campo de los cultivos de líneas celulares en vitro, ejemplo de tejidos destinados al implante (trasplante de tejido cartilaginoso, óseo, cutáneo) según procedimientos de “La Ingeniería de Tejidos".

 

Esta técnica utiliza muestras del tejido humano o animal que son capaces de proliferar y generar tejidos en laboratorio, con el objetivo de sustituir tejidos enfermos, dañados del paciente, por ejemplo en una quemadura. Si de esto se tratase no habría ninguna dificultad de admitir lo lícito de esta técnica.

 

De lo que se trata es de usar la biotecnología para producir “los investigadores están muy claros de esto" células y tejidos a partir de embriones humanos clonados, que no terminarán su desarrollo, y que son material “precioso" material biológico para “reparar" órganos y tejidos de un individuo adulto. Es de todos conocido que las células pluripotenciales, con características similares a las células embrionarias antes de la implantación (8 días), células estaminales pluripotentes (células madre) se pueden encontrar en fases sucesivas de desarrollo, que estas tienen capacidad de autorrenovarse y diferenciarse y se puede explotar esa potencialidad con fines terapéuticos y comerciales.

 

Estas células pluripotenciales (madre) se pueden obtener de otros tejidos, no solamente del embrión precoz. Se pueden encontrar en el saco vitelino, en el hígado, médula ósea, en la sangre del cordón umbilical. En el caso que estas células madres se recuperen de abortos espontáneos, del cordón umbilical al momento del parto espontáneo, no presentaría su uso ningún problema ético. Hay que recordar que las células así obtenidas no estarían en grado de diferenciarse de manera tan variada como las células pluripotenciales de origen embrionario y no satisfarían las exigencias del biotecnólogo, que busca numerosas células, vitales y seleccionadas en relación a las necesidades clínicas.

 

Por esto la producción de un organismo humano al estado embrionario de desarrollo, generado por clonación, sería la fuente preferida para obtener esa fuente de células que están disponibles durante mucho tiempo, aprovechando las facilidades de la crioconservación del embrión mismo. Además los tejidos así obtenidos resultarían histocompatibles con el donador del núcleo, el mismo paciente, hecho que evitaría el problema del rechazo en caso de trasplante, con tejidos extraños al paciente. El uso de la clonación en tal sentido permitiría, por lo tanto de tener un producto final específico y abundante, que alimenta las esperanzas de los inversionistas de la actividad bioindustrial y de la bolsa, del US market como analiza la Dra. Debora Spar.

 

La industria estadounidense ha mostrado en los últimos años un gran interés por esta industria potencial, lo anuncia en diversos sitios de internet, hablan de patentes para productos, de la biotecnología. La industria norteamericana ha mostrado mucho interés, habla de la posibilidad de patentar productos para las enfermedades degenerativas relacionadas con la edad, por lo que está dispuesta a financiar la investigación, para producir células pluripotentes, identificar factores de diferenciación celular (factores de crecimiento) con el objetivo de prepararse a las intervenciones de ingeniería genética y de trasplante.

 

¿Cuál debe ser nuestro quehacer, Una Reflexión Bioética…?

 

Una reflexión bioética quiero decir (reflectere, reflejo, como la luz, el pensamiento va y regresa, el pensamiento de ida y de vuelta, para que regrese elaborado y podamos captarlo), eso quiero decir captar con la reflexión el reflejo bioético de estos procedimientos, que se anuncian con tonalidad “humanística", que anuncian curas estrepitosas y que para realizarse lo deben hacer a través de la industria de la clonación.

 

Estos procedimientos tienen su propia gravedad, enormes implicaciones que nos llaman a ser cautelosos, a expresar una valoración apoyada en el conocimiento científico, serena, calma y firme, si queremos mostrar la gravedad moral de ese proyecto, que motive a la comunidad internacional a una condena, a un rechazo que incluya las provocaciones proclamadas por los agentes bursátiles.

 

Se apela a una finalidad humanística, pero esta no es coherente, porque utiliza medios no adecuados: es decir para ayudar a un tercero se manipularía a un ser humano en sus primeros estadíos vitales, para obtener el material biológico necesario para la experimentación de la nueva terapia, matando a este ser indefenso, contradiciendo el principio humanista, valor que quiere defender, (salvar a uno y matar a otro). Esto contradice el principio de igualdad de los seres humanos que la carta que en 1948 subscribieron las Naciones Unidas.

 

El Valor de la Vida Humana es Fuente de Igualdad Entre los Hombres, por este valor el uso instrumental de la existencia, el uso de un similar a nosotros, que es concebido, llamado a la vida, solo para que otro disponga de él como material biológico, es un ilícito moral, no es un acto legitimo.

 

Este desarrollo, (procedimientos biotecnológicos) hacen perder el significado de la procreación, la generación de seres humanos tiene un carácter reproductivo, no un carácter medico experimental comercial, objeto de avaricia de inversionistas que pujan en las bolsas de valores para incrementar el capital de sus acciones. Esta práctica despersonaliza el acto procreativo, la generación de embriones (introducida con la práctica de fecundación extracorpórea) se vuelve un proceso biotecnológico, que transforma al ser humano en objeto, propiedad, regulado como pretenden algunos por las leyes de la propiedad, propiedad de uso, del laboratorio que está en grado de generarlo. Algunas cortes en los estados unidos, ya fallaron según ley de propiedad, en las disputas por los embriones en las que les tocó decidir.

 


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