Evaluacion del tratamiento con antibioticos en niños con diarreas agudas no graves
Autor: Dra. Lourdes Pérez Toledo | Publicado:  4/01/2008 | Pediatria y Neonatologia , Gastroenterologia | |
Evaluacion del tratamiento con antibioticos en niños con diarreas agudas no graves.2

 

Determinar cuáles son los antibióticos de mayor efectividad y que manifestaciones clínicas se han tenido en cuenta para imponer dicho tratamiento a pacientes afectos de diarrea aguda en nuestro Hospital, fue el motivo de esta investigación

 

Material y método.

 

Se realizó un estudio prospectivo observacional en la Sala de Enfermedades Diarreicas Agudas del Hospital Pediátrico Universitario Paquito González Cueto de Cienfuegos, desde julio a diciembre del año 2006. Se incluyeron pacientes desde 1 mes a 2 años de edad cuyo motivo de ingreso fue las diarreas agudas; vírgenes de tratamiento antibiótico previo y en el momento del ingreso, y que no presentaban complicaciones graves

 

A cada paciente se le tomaron 2 muestras de heces fecales para estudio bacteriológico, las que fueron procesadas en el Laboratorio de Microbiología del propio centro. Se conformaron 2 grupos de pacientes según la variable dependiente (tratamiento o no con antibiótico) y se compararon con las variables independientes: edad, síntomas y signos del cuadro clínico, semiología de la diarrea y estado nutricional, buscando diferencias estadísticamente significativas (P< 0,05); utilizándose para el análisis estadístico la prueba no paramétrica de Chi cuadrado. 

 

Por ser los antibióticos más utilizados en el tratamiento de la enfermedad diarreica aguda bacteriana se estudiaron los siguientes:

 

1.- Sulfamidas (Trimetroprim-sulfametoxasol).

2.- Quinolonas (Ácido Nalidíxico).

3.- Aminoglucósidos (Amikacina).

4.- Cefalosporinas de tercera generación (Ceftriaxona).

 

El criterio para el uso fue determinado por el cuadro clínico de cada paciente según las normas de servicio; creándose una tabla aleatoria para la prescripción de los diferentes antibióticos.

 

Se consideró como resultado satisfactorio o supervivencia del tratamiento, si la evolución clínica a las 120 horas (5 días), fue favorable y no hubo que realizar cambios en el tratamiento antimicrobiano. El fracaso del tratamiento se consideró si antes de las 120 horas hubo que cambiar el antimicrobiano. La supervivencia al tratamiento fue determinada por el tiempo en horas desde el momento de iniciado éste hasta el cambio de antibiótico, o a las 120 horas, para lo cual se creó una variable llamada tiempo.

 

Para el análisis de la efectividad de los diferentes antibióticos se utilizaron las curvas de supervivencia, aplicando el método no paramétrico de Kaplan y Meiers para determinar si existieron diferencias estadísticamente significativas (P<0.05), entre los diferentes tratamientos se realizaron los cálculos por el método de Long Rank. Los datos se procesaron en el programa estadístico SPSS 10,0 para Windows. Para la determinación de la relación entre el aislamiento bacteriano y el uso de antibióticos se tomó  el resultado de los coprocultivos y se creó una tabla de 2x2, precisando si existieron diferencias estadísticamente significativas (P<0,05), entre los resultados, utilizando el método no paramétrico de Chi cuadrado para determinar la relación del uso de antibiótico en relación al aislamiento microbiológico. Para el análisis de todos los datos se creó una base de datos en el paquete estadístico SPSS-10,0 para Windows, y para otros análisis utilizamos el Programa Epitable.

 

Resultados.

 

Durante el período de estudio ingresaron en el Servicio de Enfermedades Diarreicas Agudas un total de 542 pacientes, de ellos 183 cumplían con los criterios de inclusión de esta investigación, por lo que esta cifra fue el universo de pacientes con el cual se trabajó.

 

Del total de pacientes estudiados 52 niños (28,4 %), fueron tratados con antibióticos (Tabla 1).

 

Tabla 1: Niños ingresados y usos de antibióticos.

 

Niños ingresados y uso de antibióticos.

 

Niños tratados con antibióticos: 52 (28,42%)

Niños no tratados con antibióticos: 131 (71,58%)

Niños estudiados: 183 (100%)

 

FUENTE: Encuestas realizadas.

 

Los pacientes menores de un año fueron los que más ingresaron, de ellos el grupo de siete a doce meses predominó con el 35,5 %, siguiendo en orden de frecuencia el de cuatro a seis meses, con un 31,7 % (Tabla 2).

           

Tabla 2: Distribución de los pacientes estudiados según grupos de edades

 

antibiotico_diarrea_pediatria/antibioticos_diarreas_infantiles_edad

 

FUENTES: Encuestas realizadas.

 

Al relacionar los grupos de edades con el uso de antibióticos es evidente que en los menores de un año se utilizó con mayor frecuencia el tratamiento antimicrobiano y dentro de los menores de un año en los pacientes de cuatro a seis meses de edad (34,4 %). Sin embargo no se encontró significación estadística entre los diferentes grupos de edades en los menores de un año (P: 0,694), pero al comparar los menores de un año con los niños de uno a dos años de edad se manifestaron estas diferencias que fueron estadísticamente significativas (P:0,05)(Tabla 3).

 

Tabla 3: Edad y uso de antibióticos.

 

antibiotico_diarrea_pediatria/antibioticos_diarreas_uso_edad

 

* x²: 0.731 P: 0.694 (entre los grupos menores de un año).

** x²: 3.799 P: 0.05 (entre los menores de un año y uno a dos años)

 

FUENTE: Encuestas realizadas.

 

Al analizar las características semiológicas de las diarreas y los signos y síntomas acompañantes y  su relación con el uso de antibióticos, se destacó una fuerte asociación entre las diarreas con estrías de sangre, diarreas sanguinolentas, la fiebre de 38 grados o más y la febrícula con el uso de antibióticos durante el ingreso; las cuales tuvieron una elevada significación estadística (P<0,05), sin embargo al analizar riesgo los pacientes que presentaron diarreas sanguinolentas tuvieron 27 veces más probabilidad (IC 95 % 11,64-63.69) de que se les prescribiera tratamiento antibiótico que aquellos que no tuvieron diarreas sanguinolentas.

 

Los pacientes que tenían diarreas con estrías de sangre, tuvieron ocho veces más probabilidades (IC 95 %   3,86-16.25) de recibir tratamiento antimicrobiano que los que no tuvieron. En los pacientes que presentaron fiebre o febrícula la probabilidad de recibir tratamiento antibiótico fue cuatro veces mayor. Los que presentaron prolapso rectal, pujos y deshidratación también tuvieron mayor probabilidad de recibir antimicrobiano en su tratamiento, sin embargo, estadísticamente no fue significativo, consideramos que este resultado está determinado por el escaso número de pacientes con estas manifestaciones clínicas (Tabla 4).


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