Estudio preliminar del umbral alactico- lactico en futbolistas de alta calificacion
Autor: Dr. Eugenio Antonio Rodríguez Leal | Publicado:  25/01/2008 | Medicina del Deporte | |
Estudio preliminar del umbral alactico- lactico en futbolistas de alta calificacion.3


Al realizar el análisis estadístico de la frecuencia cardiaca no se pudo comprobar diferencias significativas por posiciones en ninguna de las distancias recorridas. Las diferencias fueron estadísticamente significativas dentro de cada una de las posiciones correspondientes a cada uno de los tramos de carrera hasta los treinta metros. No existió diferencia estadística en la frecuencia cardiaca en ninguna de las posiciones entre los treinta y cuarenta metros.

 


Discusión

 

Cuando se describe el perfil fisiológico del futbolista en la literatura especializada, se hacen señalamientos acerca del trabajo de explosividad que caracteriza el gesto deportivo de esta disciplina como cuando se realizan acciones a máxima intensidad y menos de 3 segundos de duración (cercanas al 100%) y otras donde la intensidad también resulta importante (95 – 98%) con tiempos que no exceden los 10 segundos.

Durante el juego, estas actividades físicas de carácter explosivo se repiten con mucha frecuencia (hasta 70 veces), cubriendo distancias entre 5 y 15 metros en aceleraciones y marcadas intervenciones de cambios de dirección y sobre todo, con una elevada frecuencia de desaceleraciones, así como bruscas detenciones del movimiento que deben ser efectuadas estimulando al máximo el sistema neuromuscular y de los mecanismos energéticos que abastecen la energía de carácter alactácida pero que, por la frecuencia con que son demandadas podrían  resultar de naturaleza lactácida (8).

 

Las distancias de carreras en las que se requieren imponer un alto nivel de aceleración a determinada masa corporal, se basan fundamentalmente en las posibilidades de potencia anaerobia así como de la energía elástica de pre estiramiento muscular. Y del reforzamiento de la actividad nerviosa (9).

 

Los datos experimentales que se presentan en nuestro trabajo soportan claramente la idea de una activación de la glicólisis anaeróbica después de los primeros segundos del esfuerzo con un incremento rápido del lactato a partir de una duración de carrera de 3 a 4 segundos en dependencia de la posición de juego que se corresponde con una distancia de 20 a 30 metros, donde se producen incrementos de las cifras de lactato superiores a 1mML, con relación al valor alcanzado en la distancia precedente.

 

Nuestros resultados son inferiores a los encontrados por Rodríguez y col (10) en carreras de 100 metros en las cuales éste incremento ocurrió a partir de los 5 ó 6 segundos, correspondiéndose con una distancia aproximada de 40 a 50 metros y con una velocidad que osciló entre 8,1 y 8,2 metros por segundos.

 

Estas diferencias son el reflejo de las características fisiológicas del deporte conjugadas con la dirección y profundidad de los métodos de entrenamiento desarrollados por cada una de estas disciplinas que son disímiles entre sí.

 

Como se había señalado previamente, el futbolista se ve obligado a realizar sus esfuerzos durante el entrenamiento y competencias en distintas esferas funcionales que demandan energía de los diferentes sistemas energéticos según sea la duración e intensidad de la actividad realizada y no solamente energizados por el metabolismo de los fosfágenos como ocurre en los velocistas (corredor de 100 metros) (11).

 

Aún cuando no existen en la literatura revisada aparecen muy pocas publicaciones en las que se estudie la transición metabólica aláctica – láctica (25,26,27,28,29) con frecuencia los entrenadores acuden a métodos de entrenamiento en los que se emplea  ejercicios de sprints en tramos cortos entre 10 y 30 metros con varias repeticiones en las que se intercalan periodos de completa recuperación (3 minutos), utilizando varias series (2-3) con pausas de al menos 8 minutos entre cada una. Este tipo de entrenamiento que está dirigido a la hidrólisis enzimática del ATP y del creatin fosfato (8).

 

Los medio campistas y defensas, que presentaron los mayores incrementos de ácido láctico (umbral aláctico) entre los 20 y los 30 metros, correspondiéndose con un tiempo de 3 a 4 segundos aproximadamente, mostraron un mayor cambio en la velocidad, por otro lado los porteros y delanteros presentan su mayor incremento entre las distancias de 30 y 40 metros, correspondiéndose de un tiempo de  4-5 segundos, sin embargo es estos jugadores no ocurrió un incremento notable en las velocidades de carreras entre estas distancias. Esto hace pensar que no existe relación entre la aparición del umbral y las velocidades de carrera

 

En ningún trabajo se han encontrado referencias acerca del comportamiento de variables fisiológicas en el estudio del umbral aláctico-láctico. (12)

 

En el caso de la transición aerobia-anaerobia, la frecuencia cardiaca ha desempeñado un rol importantísimo ya que Conconi y otros autores han hecho referencias al comportamiento de éste indicador en relación con el momento de aparición del umbral, coincidente con el valor del lactato en el umbral aerobio-anaerobio (13).

 

Podría considerarse que con esfuerzos de duración tan breve, resulta difícil lograr una máxima respuesta del aparato cardiorrespiratorio ante este tipo de demanda energética. Sin embargo, se pudo observar una cierta tendencia a menores incrementos de frecuencia cardiaca a partir de los 30 metros en los casos estudiados, independientemente de la posición ocupada durante el partido.


Como se pudo observar en la velocidad de carrera la frecuencia cardiaca de porteros y delanteros mantuvo en el momento de aparición del umbral aláctico-láctico, una tendencia a la estabilidad en sus valores entre 30 y 40 metros. En las posiciones de medio campistas y defensas este comportamiento no fue constatado ya que en el momento del umbral aláctico presentaron incrementos notables de frecuencia cardiaca y luego una estabilización de estos valores entre las distancias de 30 y 40 m.

 


Estos resultados explican el por qué no encontramos asociación entre los indicadores biomédicos empleados para la detección del umbral aláctico-láctico y las velocidades desarrolladas en las carreras o los cambios de frecuencia cardiaca. Otras de las posibles causas pueden estar relacionadas con el pequeño tamaño de la muestra (75 mediciones) para la frecuencia cardiaca e igual valor para el ácido láctico.

Cuando se analizó la curva lactato-velocidad, se pudo observar que es en el grupo de los medio campista donde se produce más tempranamente un incremento abrupto del valor del lactato entre los 10 y los 20 metros en relación con el resto del grupo, siendo en los delanteros en lo que se presenta este momento más tardíamente y con una mayor velocidad en metros por segundo lo que nos indica sobre las mayores posibilidades de estos deportistas en sus posibilidades anaerobias alácticas. En los porteros el punto donde supuestamente podría estar el umbral aláctico-láctico también se produce entre los 30 y 40 metros similar a lo ocurrido con los delanteros pero desplegando una velocidad de carrera inferior. En los deportistas que ocupan la posición de defensa se pudo constatar que el mismo ocurre en el mismo momento que los medio campistas  pero a una mayor velocidad de carrera.


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