La estimulación cardiaca permanente constituye una terapia ampliamente reconocida en el tratamiento de varios tipos de bradicardia, fundamentalmente en el bloqueo aurículo-ventricular y la enfermedad del nodo sinusal.
El aumento en la incidencia de trastornos del ritmo cardiaco ha disparado el implante de dispositivos artificiales de estimulación (marcapasos cardiaco), hecho que obliga a conocer de forma clara el funcionamiento preciso del sistema eléctrico y, por ende, la búsqueda de un dispositivo con mayores similitudes al sistema eléctrico funcional nativo.
Se realizó un estudio descriptivo, con el fundamental propósito de describir el comportamiento de la infección por implantación de marcapasos y la respuesta a la terapéutica aplicada, en el Centro de Atención Cardiovascular de Camagüey desde enero 2007 hasta enero 2012.