Los avances en biotecnología hacen posible extender indefinidamente el momento de la muerte. La muerte no siempre es un punto final, a veces se transforma en un proceso interminable que podemos manejar a voluntad. Haremos un breve recorrido sobre las diversas maneras de definir, desde el punto de vista biológico, el fin de la vida humana y luego veremos la definición de muerte encefálica dada por el Comité Ad Hoc de la Escuela de Medicina de Harvard en 1968, que equipara la muerte encefálica con el estado de coma irreversible. Veremos algunas consideraciones que desde hace 40 años han surgido no sólo desde la comunidad médica sino también de las personas involucradas con los pacientes con enfermedad terminal. Resaltaremos la necesidad de considerar todas las dimensiones, no sólo la biológica, al momento de reflexionar sobre la muerte.