La importancia de la vitamina C o ácido ascórbico es tal que la mayoría de los mamíferos son capaces de sintetizarla, pero algunas especies, entre ellas el hombre, dependen de fuentes exógenas para obtenerla. El humano adquiere, de forma natural, vitamina C de los alimentos, el cuerpo no la almacena; por tanto la biodisponibilidad sérica del ácido ascórbico esta ceñida por la interacción entre absorción intestinal y excreción renal. El objetivo de esta revisión es exponer los hallazgos científicos respecto, entre otros aspectos, a las aplicaciones e implicaciones funcionales de la vitamina C. Al respecto, las propiedades del ácido ascórbico son variadas y complejas referidas la mayoría de ellas al papel como antioxidante de las especies de oxígeno reactivas que se generan durante la respiración mitocondrial, que afecta irremediablemente al sistema inmunitario, circulatorio y respiratorio, visión, metabolismo, piel y si se quiere a todas las células del organismo. De la complejidad funcional de la vitamina C deriva la necesidad de mantener al día lo que se conoce de este nutriente.