¿Desde dónde escuchamos?

Generalmente escuchamos desde uno de los 5 niveles de comunicación:

• La que ignora completamente a la otra persona y así lo hacemos saber.

• Escucha fingida, hacemos ver que escuchamos moviendo la cabeza o haciendo moho una mirada atenta, pero no atendemos a lo que nos dicen.

• Escucha selectiva, escuchamos solo las partes que nos interesan.

• Escucha atenta, ponemos la energía necesaria para atender lo que nos quieren transmitir.

• La escucha empática, que es la escucha más elevada ya que nos permite ponernos en la piel del otro.

Muchos pensamos que escuchar es importante, pero, ¿cuántos de nosotros lo hacemos bien?.

Muchas veces sin darnos cuenta es cuchamos más con la intención de replicar que la de entender. Si en una coversación estamos esperando un hueco para hablar nosotros no estamos escuchando, solo estamos pendientes en que momento podemos hablar y no atendemos lo que nos están diciendo. Esto también es importante que lo tengamos en cuenta cuando estamos en una discusión, ser consciente de si estás escuchando o estas esperando tu turno para poder hablar..

Todo cambia si mostramos interés en la conversación de la persona que nos está hablando,

se elevará su autoestima, y será más positivo para la comunicación y estamos aportando para que la otra persona nos trate de la misma manera y consideración.

Si sabemos escuchar, aprendemos de forma indirecta, nos podemos beneficiar de los mensajes de los demás.



Entre las razones principales por las que la mayoría no escuchamos con atención a los demás están:

• Temor a ser influidos.

• Pensar que somos los dueños de la verdad.

• Considerar que el otro está equivocado.

• Sentir que cuando uno habla puede ejercer más influencia que cuando escucha.

También todos tendemos a ser selectivos, es decir, escuchamos las opiniones que coinciden con las nuestras, además de que entendemos lo que nos dicen según el modo que nos conviene.



Algunas costumbres que no nos ayudan cuando se escucha y que nos afectarán directamente en la comunicación:

1. Falta de interés sobre el tema. (No existen asuntos sin interés, sino personas no interesadas).

2. Fijarse demasiado en el exterior y descuidar el contenido.

3. Interrumpir al que habla.

4. Concentrarse en los detalles y perderse lo principal.

5. Adaptarlo todo a una idea que nosotros tenemos (es decir, ausencia de empatía).

6. Mostrar una actitud corporal pasiva.

7. Crear o permitirte distracciones…

8. Pensar en otra cosa, en lugar de concentrarse en lo que se escucha



Cosas que nos molestan cuando queremos que se nos escuche y que nosotros también tenemos que evitar al escuchar:

*La típica“bromita” puede que la intención sea la de relajar la conversación…pero en realidad la persona que hace la bromita no soporta las conversaciones con un alto nivel de emotividad. Pero sus “buenas intenciones” consiguen lo contrario: cortan la comunicación. En esos momentos nos invade un profundo malestar.

*Cuando casi nunca puedes contar algo hasta el final cuentes lo que cuentes, da la casualidad de que a la otra personal le ha pasado lo mismo pero multiplicado por diez -te interrumpe- eso no es nada comparado con lo que me ha pasado a mí...’,

Cuando estamos en una discusión nos preparamos para responder, sin detenernos a reflexionar sobre lo que la otra persona intenta comunicarnos.

Escuchar bien, por tanto, no es algo natural, sino que se trata de una destreza que como cualquier otra, puede practicarse y mejorarse.

Ser escuchado es vital para nuestro entusiasmo por la vida. Y también lo es escuchar.
Escuchar no es una necesidad que tenemos, es un regalo que ofrecemos.
www.imaginayoga.com
Sonia Campos Magallanes