Hola, mi nombre es Pablo y tengo 49 años. Mi pregunta no tiene quizás ya demasiado sentido ya que es sobre la enfermedad de la que finalmente falleció mi mujer hace ahora dos años. Quizás ya no sirva de nada volver a algo que ya no tiene solución, pero después de dos años de su muerte, sigo dándole vueltas a aquel asunto que para mi no quedó en ningún momento claro y que cuantas mas vueltas le doy, mas convencido estoy de que hubo mala práxis o mala profesionalidad médica en todo momento. Mi mujer, tenia 46 años y trabajaba en unos grandes almacenes, y un buen dia, una compañera le apreció un bulto en la base del cuello. Enseguida se fué al medico de cabecera de un seguro privado que tenemos, y este la remitió a un cirujano, al que tenia que presentarse con una ecografia de cuello y una placa de torax, asi como un analisis de sangre. El cirujano examinó los resultados y simplemente le dijo que se fuese tranquila, que aunque en la ecografia figuraba que habia un nodulo tiroideo de 1.5 cm, no era alarmante ya que la mayoria de mujeres a su edad al parecer lo padecen la mayoria sin saberlo, y sobre el bulto del cuello se limitó a decirle que era un bulto de grasa. No contenta con aquello, se fue a un endocrino para comprobar el funcionamiento del tiroides, y los resultados fueron al parecer normales, aunque sobre el bulto le dijo que podria tratarse de un principio de Sindrome de Cushing. Esto ocurrió sobre el mes de mayo de 2009, y casi olvidado el caso, en diciembre notó que en el cuello de pronto se apreciaba un pequeño bultito a la altura de la laringe. Alarmada y ya no fiandose del cirujano que la habia visto, se fué al medico de cabecera de la Seg. Social, y este enseguida la remitió a otro cirujano, el cual tras hacerle una PAAF de cuello, diagnosticó enseguida que era un tumor indiferenciado de tiroides, remitiendola a oncologia, donde el pesimismo sobre el diagnostico era tal que en palabras de uno de los oncólogos, la esperanza estimada de vida no iba mas allá de un año ya que en una posterior revisión el Tac reveló que además había una posible metástasis en el cerebro y un nódulo pulmonar en el lóbulo superior izquierdo, que previsiblemente y a falta de una punción o brocoscopia pulmonar eran ambas metástasis del tumor primario de tiroides. Estabamos en el mes de febrero de 2010 y en ese momento el horror se apoderó de repente de nuestra vida y desde ese momento empezó un cúmulo de despropósitos y aunque acudí a amigos médicos para asesorarnos, y a la clínica oncológica Anderson de Madrid, donde nos aconsejaron llevarla, aunque dado el diagnostico inicial y el pesimismo con el que lo vieron, no tomamos inicialmente ninguna decisión al respecto. La mandaron para casa con tratamiento de Dexametasona y le aplicaron varias sesiones de radioterapia cerebral, a consecuencia de lo cual se le cayó todo el pelo. Al cabo de unos dias, estando en pleno debate sobre ir o no a Madrid, me llama uno de los oncologos para decirme que en una reunión de su equipo y en vista de que era un caso un poco controvertido y ya que se trataba de una persona joven, habian decidido practicarle una tiroidectomía con vaciamiento ganglionar cervical,(pues el bulto del cuello que el primer cirujano diagnosticó a ojo que era de grasa, ahora era una adenopatía supraclavicular, que se manifiesta al parecer bastante comunmente en ciertos tumores). Fué operada y tras unos dias de postoperatorio enviada para casa, siguiendo administrandosele la dexametasona, y sin administración de hormona tiroidea, para crear una hipotiroidismo y administrarle al cabo de un mes Iodo radiactivo, lo cual hicieron, pero en ese tiempo se le produjo un acusado Sindrome de Cushing. Ese tiempo de permanencia en el domicilio y sin ninguna supervisión, un buen dia se levantó totalmente desorientada y al llamar al cirujano que era quien la habia visto por ultima vez, nos dijo que la llevaramos a urgencias donde apreciaron que tenía una Hiperglucemia cercana al coma, no explicándose la oncólogo de turno el porque de aquel cuadro, cuadro que posteriormente un endocrino diagnosticó como normal dada la propensión que ella tenia a la diabetes, y por tanto a la subida de glucosa. A todo esto los informes médicos seguian poniendo a bombo y platillo que el cáncer que padecía era un carcinoma (ahora pobremente diferenciado de tiroides), pero en el periodo que estuvo ingresada y habiendo pedido yo los cristales del tiroides para que los examinaran en la clinica Anderson, me contestaron que los habian enviado a un experto en analisis de tiroides de Santiago, el cual habia diagnosticado que no se trataba de un cancer de tiroides sino un adenocarcinoma pulmonar, y que existía una mutación del AGFR en el Exon 20 para lo cual se le prescribía Tarceva, que es un inhibidor celular. De nuevo la mandaron para casa y decidieron que previamente a ese tratamiento empezaría al cabo de un mes con radioterapia en el pulmón, mas de 30 sesiones, que tuvieron que ser interrumpidas porque cuando estaba concluyendolas el radiologo le detectó que se le habia producido una embolia pulmonar, tras lo cual tuvo que administrarse eparina desde ese momento. A todo esto en ese momento transcurridos apenas 5 meses del inicio del proceso, mi mujer estaba ya en un estado lamentable y su esperanza de curación era ya tan nula que uno de los oncologos me comentó que llegados a este punto habia que ir esperándose lo peor. En el periodo de estancia en el domicilio empezó con problemas de respiración, cosa hasta ese momento que no habia dado síntomas y de nuevo fue ingresada diagnosticándose un taponamiento pericardico, para lo cual le hicieron una intervención donde le abrieron lo que se llama una ventana pericárdica, dejando un drenaje durante 15 dias tras los cuales fue reenviada al domicilio. En ese periodo que no recuerdo exactamente de cuanto tiempo fue, pero breve en todo caso, en una de las revisiones se le apreció que presentaba metástasis oseas en la columna vertebral, y a partir de ese momento los problemas fueron múltiples, ya apenas comia y los problemas respiratorios fueron a mayores,incluso perdió la voz, porque tenia afectadas las cuerdas vocales, Hasta que un buen dia que respiraba muy mal, decidimos llamar a urgecias para que la llevaran y hacerle una punción para vaciarle el liquido pleural y pericárdico que oprimia ya su corazón y sus pulmones. Inicialmente en urgencias decidieron hacerselo, pero al verla el cardiologo, decidió que no era conveniente, a pesar de que ella queria que se lo hicieran a riesgo de lo que fuera, pero su decisión fue que al dia siguiente que era lunes la viesen los oncologos y ellos decidieran. Y alli quedó toda la noche en una sala de observación de urgencias, y al dia siguiente fui a verla junto a su hermano, a primera hora y ella estaba completamente lúcida y esperando que hiciesen algo por lo que ella todavia creía que era su vida. Y esa fue la última vez que la vi con vida. Nos fuimos un rato, y al cabo de un par de horas me llamaron del hospital para que acudiese enseguida, y al llegar la oncologo me dijo que no me asustara pero que la iba a encontrar mucho peor, que no se que le habian administrado y que estaba peor, asi que me acerqué a su cama y lo único que vi fueron sus últimos suspiros. Le di muchas vueltas a como y donde ocurriría el fatal desenlace que tenia claro que en algún momento iba a ocurrir, y al final no pudo darse peor lugar que aquella diáfana y fria sala de urgencias, donde apenas tuvieron la deferencia de poner un miserable biombo para que quienes visitaban a pacientes de al lado no viesen el horrible cuadro de una mujer joven agonizando. Y asi se marchó para siempre, un ser increible, sin hacer apenas ruido. Emfín, quien lea todo esto espero sepa perdonarme que me haya estirado tanto, quizás todo esto no es aqui donde tenia que exponerlo, pero me quedan cosas muy poco claras sobre su proceso y la práctioa médica utilizada, de la que tengo que decir que fué victima. En todo caso, me quedan muchas preguntas que hacer, como por ejemplo, de que sirve torturar a una persona como lo hicieron con ella hasta debilitarla de tal forma que al mes de empezar el proceso ya no era ni la sombra de lo que era en enero, Porqué no son sensatos y nos dicen desde el principio que no están seguros del diagnostico y no se lanzan a hacer una operación de tiroides con todo lo que conlleva la ablación tiroidea, si al final no es un cáncer de tiroides. Espero entiendan que para mi desde entonces la clase médica, o al menos los especialistas en oncologia, no son mas que la antesala de la muerte, seres que acostumbrados a que se les mueran la mayoria de pacientes no tienen ni un ápìce ya de humanidad y se ponen una dura coraza cada dia que acuden a trabajar para no ver ni padecer nada de lo que ocurre a su alrededor a pacientes que tienen una vida como la de ellos,y que acuden a ellos porque les ha tocado la loteria de tener un cáncer, y que sólo esperan que al menos no los hagan sufrir inutilmente.
Enfín de nuevo pido perdón por mis palabras, al final ni siquiera se porque les escribo. Creo que mas que una consulta es una reflexión mia sobre algo terrible que he tenido que vivir y que después de dos años de que ocurrió, todavia le sigo dando vueltas.
Muchas gracias por atenderme.
Un saludo.