Gracias amigo por leer mi historia, y sobre todo por tus palabras de aliento, y por reconocer lo que yo y toda mi familia tenemos muy claro, que es la mala suerte que tuvimos cayendo en manos de unos malos profesionales. Como te decía lo que he contado ya no sirve de nada, y quizás dándole vueltas solo consiga reconcomerme la mente pensando que deberíamos haber acudido a otro lugar donde lo tuviesen al menos mas claro desde el principio, y donde no anduviesen dando agresivos palos de ciego sin miramientos sobre la vida de un ser humano que tienen en sus manos. Aquello sucedió hace tan solo dos años, y aunque un cáncer es ante todo una enfermedad potencialmente mortal, lo que yo aprecié en ese mundillo de la oncologia, es que la humanidad de esos médicos está totalmente reñida con su profesionalidad, que en este caso también fué nula, aplicando sin miramientos su protocolo médico, aún no teniendo nada claro cual era el verdadero diagnóstico. Porque aunque aquello era un cáncer, como se puede afirmar a bombo y platillo en todos los informes desde el mes de febrero al de mayo que se trataba de un carcinoma indiferenciado de tiroides, y aplicarle todo el protocolo que indica un cáncer de tiroides hasta debilitarla de tal forma que al mes de empezar ya no era ni la sombra de la mujer joven, guapa y llena de vida que era un mes antes. Enfín, como decía ya no sirve de nada darle vueltas, pero a mi me quedaron muy marcadas aquellas caras de unos seres que allí dentro son como dioses, en los que los enfermos depositan su vida, y que para ellos la vida de las personas es solo un número que añadir o restar a la lista de éxitos o fracasos profesionales. Y si se equivocan como fue el caso de mi mujer, lo consideran normal, al fin y al cabo que más da, se trataba de un cáncer y el cáncer es ante todo una enfermedad donde la curación es casi una utopía. Un médico es un ser humano y como tal se puede equivocar, pero hay profesiones donde un error significa una vida, y el caso de mi mujer fue un cúmulo de despropósitos, donde no dieron ni una, desde el primer cirujano al que visitó un año antes hasta todo el cuadro de oncologia,pasando por el cirujano que la operó, y el equipo de patologia, solo le aceleraron su muerte de forma rapidísima y con un sufrimiento inútil, y ellos alli siguen ejerciendo su profesión, leyendo todos los dias su veredicto a quienes están condenados por el desconocimiento de la ciencia o por su mala práctica a que a su vida le quedan dias. Enfín, siento mis palabras, pero no me queda otra que verlo asi, porque asi lo he vivido. Gracias por la atención. Un saludo.