Hola, el pasado 9 de octubre sufrí un trauma acústico como consecuencia de una agresión recibida con un petardo en una manifestación autorizada por la administración competente y convocada por una organización sindical. A partir de esa fecha han sido numerosas las crisis de vértigos padecidas y he sido diagnosticada por el servicio de otorrinolaringología de Blast ocasionado por la explosión de un petardado, padeciendo graves y persistentes cuadros de vértigo como consecuencia de dicho blast. Refiere, el especialista, en el último informe de fecha de enero de 2013 que “es preciso continuar con la reeducación vestibular, aunque los episodios de inestabilidad y vértigos pueden persistir durante meses e incluso años, no siendo posible en estos momentos realizar una predicción de las secuelas”, por lo que me ofrece una cita de revisión para el mes de julio de 2013. Mi situación no ha variado mucho, continúo sufriendo crisis de vértigo y me condiciona el normal desarrollo de las actividades de la vida diaria, ya que hay movimientos de cabeza que no puedo realizar sin que surja de inmediato un nuevo episodio de vértigo (por ello no puedo conducir), al igual que no debo modificar la postura de pernoctar del lado izquierdo sin generar también dichas crisis de vértigo. Y cuando éstas crisis de vértigo aparecen, quedo totalmente incapacitada para toda actividad, incluso para el desempeño de mis propias actividades básicas de aseo, comer, deambular, acudir al baño, etc… con todo lo que ello conlleva, ya que dispongo de cargas familiares (marido e hijo pequeño) que requieren de mis atenciones y en esos momentos no me es posible.

Dada la situación que soporto durante casi 10 meses ya, me han aconsejado denunciar a la administración que autorizó la manifestación y a la organización sindical convocante, para exigir la correspondiente indemnización por responsabilidad civil. Es por ello que le solicito asesoramiento sobre el caso, y le agradecería que me informara sobre cómo se valorarían mis daños corporales y la cuantía que supondría dicha valoración.

Realmente es una situación desesperante, ya que las crisis son persistentes y me afectan ya a mi estado de ánimo, puesto que no me es posible recuperar la normalidad en mis actividades habituales (practicar deporte, conducir, cuidar de mi familia y de mi hogar, etc…) de mi vida anterior a la fecha de la agresión.

Gracias de antemano por su asesoramiento.
Saludos.