Estoy asustado con la actitud de mi padre. Es un fumador desde la adolescencia, ahora tiene sobre los 62. Hasta hace poco no respetaba si tenia alguien al lado o no para fumar, ahora lo tiene algo en cuenta pero tampoco mucho (pero eso es otro tema) El caso es que no puede ni siquiera dormir del tirón por el enganche que tiene, se despierta y se tiene que fumar un cigarro mínimo para volverse a ir a la cama. Hay veces que es imposible entrar al baño después por la cantidad de humo que deja, el techo de color blanco tiene manchas amarillentas del tabaco. Pongamos que se va a dormir a las 22h... a las 24 se despierta a fumar, también suele hacerlo más avanzada la noche hacia las 3 o las 4 de la madrugada. Desde hace 2-3 años la tos le ha ido a más, ahora es crónica, tose a cada minuto (le impide coger el sueño muchas veces), carraspea continuamente entre frases, tiene que hacerlo para poder acabar de hablar. Después de comer fuma 3 cigarros mínimo junto con el café, fuma y luego come y al revés. Fuma un cigarro tras otro sin descansar entre medias, un cigarro no le sacia lo suficiente, es un hábito que ha desarrollado despues de tantos años. Yo creo que en muchas ocasiones fuma por inercia, por mecánica. Desde hace 2 años aprox es jubilado y claro, con el tiempo libre es peor, no tiene una afición que le haga dejar de hacerlo, el hábito es pasar el rato durmiendo, fumando y poco más.Para colmo le ha salido una enfermedad que le ataca a los músculos y apenas puede andar en condiciones, así que no va a cambiar y dedicarse a andar por el campo o hacer otra actividad que le aleje del tabaco.