Hola, te escribo desde Panamá, el caso de mi hija, fue similar al de tu hijo, y en efecto, un encefalograma reveló que padecía de ausencias. Llevamos dos años con medicación (ácido valproico)y las mismas, gracias a Dios, se han detenido. La neuróloga tiene pensado disminuir el medicamento a partir del otro año si todo sigue así. No te desesperes, al ser Yo católica, le he confiado mi pequeña a la Virgen. Desconozco qué religión profesas, no obstante, te puedo decir que si no le hubiera dado la medicina a mi hija, no hubiese podido seguir la escuela, ni socializar con nadie, se quedaba ausente (no escuchan nada y al caminar se detenía mirando al cielo, Mi esposo y yo la regañámabos y le pegámos pensando que era una malcriadez)cada vez con más frecuencia y por más tiempo. El medicamento la ha ayudada a dotarse de la sustancia necesaria para que el cerebro funcione en su totalidad. Estaba en primer grado cuando la maestra notó que la niña, no la escuchaba y sus ojos parpadeaban. Hoy va al tercer grado y ha mantenido su rendimiento académico, en nada le ha perjudicado su intelecto.
Dios te bendiga y te dé la fuerza para seguir adelante. No es fácil verlos cuando están así, pero hay que ser optimistas y trasmitirles seguridad para que no se sientan menos o enfermos, pues no lo son. Los medicamentos funcionan según cada individuo, Dios guie a tu neuropediatra para que le recete a tu pequeño, el medicamento apropiado.
Bendiciones.