Como queda reflejado en anteriores aportaciones , la realidad de la aplicación de esquemas de restricción y condicionamiento a la práctica asistencial , conllevó a un grado de discusión en estructuras sanitarias tipo salud gestionada , que indicaban el punto de saturación al que se llegó en aquellos medios , fruto de la evolución interna de estas organizaciones.

Más reflexiones al respecto nos indican que el paso de lo que era un sistema de tipo fee-for -service a un modo de gestión en reacción a los movimientos de mercado , afectó a los profesionales de forma que las respuestas se dirigieron hacia la organización en mercados específicos .

La teoría que se situaba en el trasfondo de los problemas asistenciales , era que para mejorar el poder sobre la asistencia , los compradores o los proveedores debían buscar el aumento de la concentración del producto que la industria ( en este caso , el sistema general sanitario ) vendía o compraba.

La problemática del profesional se derivó a maniobras tales como la desvinculación de los circuitos de aseguramiento , la inserción en los servicios del managed-care o la salida de labores de gestión o económicas del grupo asistencial hacia empresas de procesos financieros , con lo que la limitación a la actividad asistencial creció exponencialmente.