II Carta al Presidente del Gobierno Español Jose Luis Rodriguez Zapatero y a las Autoridades Politicas de America Latina. Reflexiones Desde Una Perspectiva Bioetica Personalista, Sobre la Declaracion de Zaragoza y La Convencion de los Derechos del Niño
Autor: Dr. Juan Herrera Salazar | Publicado:  3/01/2010 | Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria | |
Perspectiva Bioetica Sobre Declaracion de Zaragoza y La Convencion de los Derechos del Niño .1

II Carta al Presidente del Gobierno Español José Luis Rodríguez Zapatero y a las Autoridades Políticas de América Latina. Reflexiones Desde Una Perspectiva Bioética Personalista, Sobre la Declaración de Zaragoza y La Convención de los Derechos del Niño.

Dr. Juan Herrera Salazar. Appointed Director del Proyecto del Centro de Bioética de la Universidad Juan Pablo II, Managua, Nicaragua. 

Excelentísimo Sr. Presidente del Gobierno Español, Secretario General del Partido Socialista Español:

En la primera carta que le dirigí, como miembro de la sociedad civil y política, solicitaba la intervención de su Excelencia a raíz del lanzamiento público del 2 de noviembre del 2009, respecto al video propagandístico

Súmate al cero. Cero embarazos no deseados. Cero abortos, por JSE (Juventudes Socialistas de España) a favor de la Ley del aborto.

En esa ocasión me permití hacerle algunas interrogantes para tratar de saber, cual es su posición en relación a los derechos humanos, a la exaltación de la libertad, al binomio libertad- responsabilidad y su posición frente a la conciencia humana vista como “anamnesis” (2) profunda del hombre y de la cultura.

En esa carta me despedí de Ud. regocijado al sentir que compartimos el reconocimiento del valor de la vida humana, valor único, irrepetible en el universo, y el respeto de la persona humana, por su dignidad y trascendencia, manifestado por su Excelencia al firmar el MANIFIESTO DIA INTERNACIONAL ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD el 2 de diciembre del 2005:

“El proyecto de Alianza de Civilizaciones, introducido en la agenda mundial por nuestro Presidente y Secretario General, José Luis Rodríguez Zapatero, y apoyado por Koffi Annan, está marcando las pautas a seguir, el respeto por los derechos humanos, la defensa de la paz, el respeto por la vida y por la integridad de las personas”.

Ahora los miembros del Grupo de Estudio de la Bioética “En Defensa de La Vida”, la sociedad civil, política y religiosa, que como hombres de buena voluntad, nos adherimos a la Declaración de Zaragoza, aprovechamos nuevamente la ocasión, para llamar la atención de su Excelencia y presentarle ese documento, con el propósito de solicitar sus reflexiones, ahondar en la temática que le propusimos en la primera carta, (tratar de conocer la teoría filosófico- jurídica acerca de la ley y la teoría ética política que Ud. encarna).

Nos proponemos aprovechar la ocasión, para reflexionar sobre la Familia y la Vida, a los 61 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos y a los 20 años de La Convención sobre los Derechos del Niño (o CDN) tratado internacional de las Naciones Unidas con el mayor número de estados parte, que España adoptó con la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, (resolución 44/25), entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990, de conformidad con el artículo 49.

Consideramos este tema de importancia capital, al concluirse la primera década del Tercer Milenio, marcado por tantos interrogantes, incertidumbres y también por tantas y fundadas esperanzas.

Por eso pedimos a su Excelencia, abrirnos las puertas para un dialogo sereno, apartado de sesgos ideológicos, buscando caminos para defender la familia y la vida en el ámbito político y legislativo, y hacer respetar sus derechos, cuestión vital para el futuro de nuestros países y de toda la humanidad.

Apuntes para ulteriores reflexiones:

La Declaración no otorga los derechos que proclama sino que los reconoce.

La Declaración no es creadora de derechos, ella los reconoce y codifica, por ser inherentes a la dignidad de la persona humana.

Son derechos universales, con independencia de cualquier cultura, religión, contexto político, social o económico, porque están ligados a la naturaleza humana y son la expresión de sus bienes fundamentales.

Se diferencian de los derechos o bienes particulares, secundarios en la jerarquía de valores, o de pseudo–derechos arbitrarios o ligados a una determinada cultura o ideología.

En el mensaje de Juan Pablo II al Presidente de la Asamblea General de la ONU con ocasión del 50 Aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, 30/11/98) mostró que los derechos articulados en la Declaración constituyen un todo integrado, que tiene como base común el principio de la dignidad de toda persona.

Son derechos inalienables, en cuanto “nadie puede legítimamente privar de estos derechos a otro ser humano sea, quien sea. Los derechos humanos van tutelados, no solo de manera singular, sino en su conjunto, la derogación de cualquier derecho viola a la persona en su humanidad y constituye, por eso, una violación de la totalidad de sus derechos”.

La Declaración afirma y reconoce derechos humanos universales e indivisibles, que los contra distingue, “cada derecho se asocia a otros derechos y a otros deberes y límites necesarios para un orden social justo"

No se debe hacer una interpretación individualista de los derechos humanos, más bien una interpretación basada en la naturaleza social del hombre y la familia.

El fundamento de los derechos humanos, es el derecho natural –aquello que es justo en virtud del orden natural- y que es la expresión de la sabiduría de la humanidad. Estos derechos suponen la facultad jurídica de exigir el cumplimiento del derecho natural.

Creemos que ha sido justo el reconocimiento que los medios han expresado a favor de su Excelencia cuando tomó una firme posición frente a la esclavitud:

“José Luis Rodríguez Zapatero, y apoyado por Koffi Annan, está marcando las pautas a seguir, el respeto por los derechos humanos, la defensa de la paz, el respeto por la vida y por la integridad de las personas”.

Por eso aprovechamos la ocasión para solicitar de su gobierno la reafirmación de la prioridad social del art. 16, inciso 3, de la Declaración Universal de Derechos Humanos:

"La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado". 

Esto nos permite interpretar que la vida y la familia no han de considerarse únicamente como derechos inalienables, sino como fuente y condición de los demás, (la familia, en particular, representa el ámbito primigenio y privilegiado de todo derecho) y que los derechos de la familia son el núcleo original de los derechos del hombre.

Por eso nos atrevemos a creer que su Excelencia estará de acuerdo en, que la defensa de la familia y de la vida es como el fundamento y el punto más alto del proceso de humanización, desde la abolición de la esclavitud y del reconocimiento de la igualdad fundamental del hombre y de la mujer.

El principio del derecho a la vida, fundamento clave de todos los demás derechos en cuanto derecho inviolable, garantizado y protegido en toda situación, fue desarrollado por la Declaración de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959, según la cual:

Otras partes de este trabajo
Este trabajo consta de distintas partes. A continuación se listan todas:
  1. Una Perspectiva Bioetica Personalista, a Proposito del Aborto y la Campaña Política del PSOE. Carta al Presidente del Gobierno Español Jose Luis Rodriguez Zapatero y a las Autoridades Políticas de America Latina
  2. II Carta al Presidente del Gobierno Español Jose Luis Rodriguez Zapatero y a las Autoridades Politicas de America Latina. Reflexiones Desde Una Perspectiva Bioetica Personalista, Sobre la Declaracion de Zaragoza y La Convencion de los Derechos del Niño

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