Recomendaciones a la embarazada sobre la nutricion materna
Autor: Agustín Míguez Burgos | Publicado:  9/05/2011 | Ginecologia y Obstetricia , Endocrinologia y Nutricion , Articulos | |
Recomendaciones a la embarazada sobre la nutricion materna .1

Recomendaciones a la embarazada sobre la nutrición materna

Agustín Míguez Burgos. D.U.E. FREMAP CIUDAD JARDÍN. Sevilla.
Damián Muñoz Simarro. D. U. Enfermería D.C.C.U. Distrito Sevilla.
Susana Tello Pérez

I.- INTRODUCCIÓN

Durante el embarazo el organismo de la embarazada necesita más energía, proteínas, vitaminas y minerales que antes de la gestación. La alimentación que debe realizar tiene que aportar la energía necesaria y los alimentos nutritivos suficientes como para mantener su salud, realizar las modificaciones que experimenta su organismo, y lograr un desarrollo y crecimiento fetal óptimos. La forma más sencilla de incorporar los nutrientes que le son necesarios es realizar una alimentación equilibrada. Los alimentos que consume durante el embarazo son la base de la alimentación de su feto.

Los requerimientos dietéticos varían en función de la época gestacional. En general, durante los cuatro primeros meses del embarazo, la mujer no precisa de mayores necesidades metabólicas; a partir del cuarto mes hasta el octavo aumentan, para reducirse en el noveno debido a una disminución de la actividad física de la embarazada y a un menor crecimiento del feto.

Habitualmente no es necesario que la embarazada haga grandes cambios en su alimentación. Las costumbres alimentarias son muy personales. Pueden estar influenciadas por la familia, creencias y preferencias por ciertos sabores, así como por la existencia o el precio de un determinado tipo de alimento. Además, le puede resultar muy difícil cambiar sus hábitos alimentarios si debe obligar al resto de la familia, si le resulta desagradable o rompe con sus costumbres.

El número total de calorías y la composición de la dieta son los factores más importantes. Una mujer con peso normal antes del embarazo debe ganar entre 9 y 13 kilos durante la gestación. Una mujer delgada, sin embargo, debe ganar algo más de peso; mientras que una mujer obesa debe ganar algo menos. Durante el embarazo no debe “comer por dos“. En general, la mujer necesita añadir sólo alrededor de 200 a 300 calorías a su dieta diaria desde que comienza la gestación. Esta es una recomendación general, pero debe ser su médico quien le aconseje sobre si el número de calorías que debe consumir cada día debe ser algo mayor o menor. Así, en el caso de una adolescente, una mujer delgada o cuando el embarazo es gemelar, se necesitan más calorías.

II.- NUTRICIÓN MATERNA Y EMBARAZO

Uno de los aspectos relevantes del control prenatal es el diagnóstico, evaluación y manejo de la condición nutricional de la embarazada.

Es conocido el hecho de que el peso materno pregestacional y la ganancia ponderal durante el embarazo influyen directamente sobre el peso fetal. Es así como el bajo peso y la obesidad materna se relacionan con recién nacidos pequeños y grandes para la edad gestacional, respectivamente.

El factor de riesgo nutricional materno es elevado en países en desarrollo, pero en nuestra sociedad no debemos de obviarlo y es conveniente tener un control sobre las gestantes. Existen publicaciones donde se demuestran que los factores nutricionales maternos son los determinantes más importantes de retraso del crecimiento intrauterino (RCIU) en países en desarrollo, y que estos factores por sí solos, eran los responsables del 50% de las diferencias en la frecuencia de retraso del crecimiento intrauterino entre los países industrializados y en desarrollo.

III.- REQUERIMIENTOS _NUTRICIONALES DE LA EMBARAZADA

Existe consenso de que la mujer embarazada requiere un aporte nutricional mayor. Por razones éticas no ha podido determinarse con exactitud, cuáles son los requerimientos adicionales, ya que esto implicaría manipulaciones dietéticas no permitidas en humanos.

En las recomendaciones nutricionales de la FAO/OMS se aprecia un aumento variable de todos los componentes nutricionales, lo cual implicaría un cambio de las características de su dieta o recibir suplementación de algunos nutrientes. Esta afirmación es discutible, ya que el embarazo, como una situación fisiológica, debiera compensar los mayores requerimientos con un aumento de la dieta habitual, siempre que ésta esté adecuadamente equilibrada. Sin embargo, en los países en desarrollo lo característico de la dieta promedio es un bajo componente calórico y proteico, de ahí la importancia de los programas nacionales de alimentación complementaria a las embarazadas.

Para la mujer que no padezca ninguna enfermedad y cuyo peso sea el adecuado a su talla. A partir del cuarto mes de embarazo aumenta en un 10 % el peso, se ha visto que, siguiendo una dieta estricta a lo largo de todo el embarazo, se alcanza (en promedio), un incremento de 9 kilos al término del mismo.

Veamos cuales son los requerimientos esenciales para cada día de embarazo a partir del cuarto mes:

2100 calorías
65 g de proteínas
1,5 g de calcio
18 mg de hierro
5000 unidades internacionales de vitamina A
400 unidades internacionales de vitamina D

Para aportar dichos elementos, la dieta diaria alimenticia es la siguiente:

- Proteínas: Las necesidades de proteínas aumentan durante el embarazo. Las proteínas de alta calidad son de origen animal, como la de la clara del huevo, carne, pescado, aves, leche, etc. Los productos vegetales, como cereales y legumbres, son también una buena fuente de proteínas, pero como no contienen todos los aminoácidos esenciales, deben ser combinados con otros alimentos con proteínas animales.

- Hidratos de carbono: Los hidratos de carbono deben constituir la mayor parte de la dieta. Los azúcares simples no proporcionan otros elementos nutritivos, por lo que sólo deben ser una parte pequeña de la dieta. La embarazada debe consumir alimentos ricos en almidones, como cereales, tubérculos y muchas verduras; así como pan, arroz, pasta y patatas, que proporcionan tanto energía como fibra (esta última ayuda a la digestión y a mantener un ritmo intestinal normal).

- Grasas: Las grasas son una fuente de energía (calorías) muy concentrada, por lo que no deben suponer más del 35 % de la energía de la dieta. Son fuentes de grasas la mantequilla, margarina, manteca de cerdo, o el aceite que se utiliza para cocinar o se pone en los alimentos, así como la salsa mayonesa. Además, las grasas forman parte de otros muchos alimentos. Es recomendable consumir alimentos con grasas no saturadas más que aquellos ricos en grasas saturadas. Por ejemplo, es preferible la margarina, de origen vegetal, antes que la mantequilla. Aunque la carne puede tener un alto contenido en grasa, es una de las mejores fuentes de proteínas. La mujer embarazada debe consumir carne magra, pescado o aves y leche desnatada. Debe eliminar la grasa de la carne y la piel de las aves (pollo o gallina) antes de cocinar. Y debe utilizar métodos de cocción con baja cantidad de grasa como a la parrilla, horno o a la plancha.

- Vitaminas y minerales: Con una alimentación equilibrada se ingieren cantidades suficientes de vitaminas, minerales y del resto de los nutrientes que necesita durante el embarazo, excepto de hierro, folatos y en ocasiones de calcio. En la mayoría de los casos, los suplementos de vitaminas no son necesarios. Sin embargo, si el médico estima que la dieta no aporta todos los nutrientes necesarios para la embarazada o su feto, le puede prescribir un suplemento multivitamínico y mineral durante el embarazo. Sólo se deben tomar en estos casos las dosis de vitaminas que el médico prescriba, ya que dosis muy altas pueden ser peligrosas para la madre y el feto.

- Hierro: La mujer necesita incorporar más hierro a su dieta durante el embarazo, ya que es necesario tanto para el crecimiento del feto como para la formación de su sangre. Como pocas mujeres tienen grandes depósitos de este mineral en el momento de quedar embarazadas, la mayoría necesitan un aporte diario de hierro extra durante la gestación. Los alimentos ricos en hierro pueden proporcionar una parte del hierro que se necesita. Sin embargo, la mayoría de las mujeres no lo consiguen sólo con la alimentación, por lo que posiblemente su médico le recomiende un suplemento de hierro para asegurar un aporte correcto.

- Folatos: Los folatos son una vitamina que es necesaria durante la gestación en cantidad superior a la de la mujer no embarazada. Son utilizados para formar la cantidad extra de sangre que la embarazada produce durante la gestación y también para el crecimiento fetal. Como es difícil que la embarazada pueda obtener todos los folatos necesarios a partir de su alimentación diaria, es muy probable que su médico le prescriba un suplemento de folatos durante el embarazo.


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