Cuando las enfermedades urologicas cambiaron la historia de un pais. Venezuela. Cipriano Castro y Juan Vicente Gomez
Autor: Dr. Julio C. Potenziani Bigelli | Publicado:  17/05/2011 | Historia de la Medicina y la Enfermeria , Urologia , Articulos | |
Enfermedades urologicas cambiaron la Historia. Venezuela. Cipriano Castro. Juan Vicente Gomez .1

Cuando las enfermedades urológicas cambiaron la historia de un país. Venezuela: Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez

Doctor Julio César Potenziani Bigelli. Individuo de Número de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina-Palacio de las Academias Caracas-Venezuela. Urólogo Hospital Privado Centro Médico de Caracas

INTRODUCCIÓN

En el presente ensayo histórico describiremos las enfermedades urológicas de los Presidentes venezolanos General Cipriano Castro y General Juan Vicente Gómez, las cuales han sido objeto de polémica desde siempre, aun en vida de ambos personajes. El ‘Cabito’, ‘el Restaurador’ es decir, el General Cipriano Castro y el ‘Benemérito’ el General Juan Vicente Gómez, presidentes de 1901 a 1908 en el caso de Castro y de 1908 hasta el año 1935, en el caso de Gómez.

Paradójicamente ambos tuvieron consecuencias desagradables y trascendentales por las enfermedades urológicas sufridas. En el caso de Castro, un problema fistuloso intestinal-urinario y problemas infecciosos, aparte de ocasionarle aproximadamente veinte años de sufrimiento físico y espiritual, lo obligó a ausentarse del país para operarse en el extranjero y con ello ‘perdió la silla presidencial’ en manos de su segundo en el poder, su compadre el General Juan Vicente Gómez. Este por su parte sufrió de las vías urinarias específicamente de la glándula prostática (hiperplasia con cáncer) y al final de sus días una insuficiencia renal y la diabetes acabaron con su vida. (1,2,3,5,6,7,8,9,12,17,24,25).

Es curioso que éstos compadres y compañeros de armas andinos, que tuvieron sueños y esperanzas comunes para una Venezuela mejor (“nuevos hombres, nuevos ideales, nuevos procedimientos”). (20) padecieran en su vida de enfermedades urinarias, que llevaron a la postre a cambios sociales, políticos y económicos de gran alcance en la política nacional e internacional venezolana.

Comentaremos circunstancias médicas e históricas alrededor de ambos personajes para poder dar una visión lo más completa posible.

GENERAL CIPRIANO CASTRO

Nacido el 9 de Octubre de 1856 en el municipio Libertad en un pueblito cerca de actual Capacho viejo, Táchira y fallecido el 5 de diciembre de 1924 en Santurce Isla de Puerto Rico. Fue el 37º Presidente constitucional de Venezuela desde 1901 hasta 1908. En Colombia donde estudio en el Seminario de Pamplona (1872-1873) entra en conocimiento del movimiento liberal colombiano y deja los estudios. Castro fue guerrillero y político desde su juventud. Gómez en cambio hombre de campo, agricultor y dueño de haciendas desde su juventud. (16, 17, 18, 24)

Luego desde 1876 hasta 1888 entra en la diatriba política y en 1888 Castro llega a la gobernación del estado Táchira. En 1890 se encarga de la Comandancia de Armas y es elegido diputado por Táchira al Congreso Nacional. Apoya al presidente Andueza Palacios y a su vuelta al Táchira para trabajar por Andueza recibe la colaboración de Juan Vicente Gómez. Enfrenta la Revolución Legalista de Joaquín Crespo, pero debe irse al exilio 7 años a la hacienda Los Vados en Colombia. (6, 13, 16, 17, 18, 20, 21, 24, 26, 27, 28, 29, 33, 37)

En 1898 ocurre la desestabilización política del presidente Ignacio Andrade y en 1899 Castro y Gómez organizan la Revolución Liberal Restauradora. Triunfan. El presidente Andrade abandona el país y Castro entra a Caracas el 22 de diciembre de 1899 comenzando su periplo presidencial hasta 1908. (6, 13, 16, 17, 18, 20, 21, 24, 26, 27, 28, 29, 33, 37)

Los enfrentamientos con grupos opositores nacionales no se hicieron esperar. Sucede la revolución Libertadora (1901-1903) del hombre de finanzas, Manuel Antonio Matos, con el apoyo de compañías extranjeras, y el bloqueo de las costas venezolanas por las armadas de Inglaterra, Alemania e Italia, y posteriormente Francia, Holanda, Bélgica, Estados Unidos, España y Méjico, debido a las deudas que Venezuela tenía con dichas naciones, y que Castro no quería honrarlas, acontece desde diciembre 1902 hasta febrero 1903, y dio como resultado, el enfrentamiento de Castro con las grandes naciones extranjeras de ése entonces, quedando plasmada su famosa frase: "Venezuela, la planta insolente del extranjero, ha profanado el sagrado suelo de la patria", que sería conocida en los principales diarios del mundo desarrollado. (6, 17, 18, 26, 31)

Naves extranjeras (Bloqueo Pacífico) en el Puerto de la Guaira

El Protocolo de Washington (1903) acuerda la cancelación progresiva de la deuda por parte de Venezuela.

Por el tema del Bloqueo y de la falta de cumplimiento en honrar los pagos a las naciones acreedoras, unido al affaire de ‘La Aclamación’, al complot denominado ‘La Conjura” (1907), y al conocimiento de la vida disipada y desordenada de Castro, así como a las fanfarronadas habituales en sus últimos años de gobierno, es objeto de burla no sólo en Venezuela, sino también en el exterior, como nunca había sucedido con presidente venezolano alguno hasta ésa fecha(38).

Su popularidad decrece y con ello su confianza en todo lo que lo rodea, cometiendo errores privados y públicos, que serían a la postre causa de su separación del gobierno. (6, 17, 18, 26)

En frases extraídas del libro ‘En las huellas de la pezuña’ historia de la rebelión estudiantil de 1928 contada por Miguel Otero Silva y Rómulo Betancourt, referían, cito textualmente: ‘Las tiranías de Castro y Gómez, han traído a la capital de la República una bandada de patanes que, investidos de altos cargos políticos, se han reído en derecho y han logrado penetrar en la sociedad, que primero con escrúpulos y luego poco a poco cordializando con ellos, les ha abierto las puertas de par en par, cuando ya han aprendido a tomar el champagne sin derramarlo integro en la pechera del frac, de ése frac que es un potro de tormentos para sus humanidades zafias acostumbradas al fresco liquiliqui’. (43)

Los conflictos con poderosas compañías extranjeras envueltas en el apoyo al alzamiento mencionado anteriormente, como la New York & Bermudez Company a la cual se le exige indemnización así como la expropiación de la Orinoco Steamship Company hace que se rompan relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 1908. (24)

Previamente en 1906 había rescindido el contrato con la compañía francesa del cable interoceánico y se rompen relaciones con Francia y posteriormente con Holanda. En fin un problema tras de otro. (6, 17, 18, 24, 26)

Como refiere Polanco Alcántara en su libro ‘Venezuela y sus personajes’ (20) Cipriano Castro pasa penosamente por un exilio que comienza con una salida normal del país, llegando a Francia y posteriormente a Berlín en Alemania con una comitiva médica encabezada por el doctor Pablo Acosta Ortiz (1864-1914).

Ya alejado del poder a finales de 1908 y habiendo sido sometido exitosamente a la cirugía urinaria por parte del doctor James Israel en la ciudad de Berlín-Alemania, tuvo que suplicar a cónsules y embajadores venezolanos que irónicamente habían sido nombrados por él y estaban ya bajos las órdenes de Gómez, que lo ayudaran económicamente, lo cual hizo el cónsul Diógenes Escalante con el recurso de sus oficinas consulares (20) ya que Gómez y su recién instalado gobierno le habían bloqueado todas las cuentas presidenciales y personales, dejándolo prácticamente sin recursos económicos de los cuales disponer.

Posteriormente por la ingenua creencia que su vuelta a Venezuela sería bien recibida, viaja pero antes de llegar es bloqueado, vejado, maltratado físicamente, humillado e incluso apresado en los diferentes sitios a donde llega (Martinica, Nueva York. Trinidad).

En su retorno sufre el inevitable acoso de las potencias extranjeras y de los espías de Juan Vicente Gómez que lograron confabularse para que su retorno a Venezuela se hiciera imposible. (20, 24)

Academia Nacional de Medicina-Venezuela

En ése comentado regreso a Venezuela arriba con su barco a Trinidad, donde los zarandeos físicos que sufre le ocasionan una dehiscencia de la herida operatoria y por órdenes del gobierno francés es regresado a Europa sufriendo humillaciones que no eran sino la respuesta a tanta agresión verbal que él había tenido con todos los diplomáticos de los países a los cuales Venezuela les debía dinero.

Castro se había portado como ‘guapetón de pueblo’ cortando relaciones diplomáticas con diversos países importantes de la época (Francia, Estados Unidos de Norteamérica, Holanda) y sin duda alguna, éstos le pasaron factura, quizás en un momento inadecuado, pero la naturaleza humana es así, y Cipriano Castro sufrió las consecuencias.

Refiere Alarico Gómez que no obstante los múltiples errores cometidos por Castro, debe reconocerse su nacionalismo y su amor por Venezuela, los cuales eran inobjetables (25), a lo que podríamos responder, que el hecho de ‘ser nacionalista’ y ‘querer a Venezuela’ se debería demostrar de una manera más responsable y sobre todo más considerada hacia el resto de la población que es en definitiva la que sufre los avatares de los gobernantes ‘irresponsables y fanfarrones’.


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